Kenny Baker, el actor inglés que dio vida a R2-D2 en ‘La guerra de las galaxias’, ha muerto a los 81 años en su casa de Manchester a causa de una «larga enfermedad», tal y como ha confirmado su sobrina, Abigail Shield. Baker, que medía 112 centímetros a causa de su enanismo, consiguió el papel de R2-D2 en 1976 después de que George Lucas, director de la saga, le viera actuar junto a Jack Purvis en su banda cómica The Minitones. Desde entonces había aparecido en seis películas de la saga acompañado de Anthony Daniels, el androide C-3PO, con el que se llevaba mal (Baker llegó a asegurar que Daniels era un borde con todo el mundo, incluidos sus fans).

El mismo Lucas ha querido recordar a Baker en unas declaraciones a StarWars.com recogidas por Wall Street Journal. «Kenny Baker era un verdadero caballero, así como un soldado increíble y siempre trabajó duro bajo circunstancias adversas», ha dicho. «[Baker] sabía cómo hacer reír a todo el mundo y fue realmente el corazón y el alma de R2-D2».

La sobrina de Baker ha asegurado que «hacía tiempo que [el actor] tenía problemas con sus pulmones y tenía que ir en silla de ruedas». “Nos lo esperábamos, pero es triste igualmente», ha indicado. «[Baker] ha vivido una vida larga y llena, ha llevado montones de felicidad a la gente y ha sido amado por todo el mundo. Estamos orgullosos de él”. La interesante vida de Baker le encontró también especializándose en patinaje sobre hielo o protagonizando un programa de monólogos durante los noventa.

Además de en ‘La guerra de las galaxias’, Baker actuó en otras películas de renombre como ‘Dentro del laberinto’ de Jim Henson, ‘El hombre elefante’ de David Lynch, ‘Los héroes del tiempo’ de Terry Gilliam y ‘Mona Lisa’ de Neil Jordan, así como en varias series británicas, entre ellas ‘The Goodies’, ‘Las crónicas de Narnia’ y ‘Casualty’.