Hilary Duff ha sido una de tantas celebridades de Hollywood que se han disfrazado para Halloween. La cantante ha acudido este fin de semana a la fiesta Casamigos de Beverly Hills junto a su pareja, el entrenador Jason Walsh, disfrazada de madre peregrina, mientras él ha ido de indio nativo.
Ambos disfraces han sido excepcionales por otro motivo, pues no han gustado nada en las redes sociales, que han acusado a Duff y a Walsh de insensibles y racistas contra la comunidad nativoamericana de Estados Unidos. Se podría decir que Duff, que, por cierto, portaba con ella una pistola falsa, iba de colonialista con ganas de guerra y Walsh de indio desterrado. La Nueva Inglaterra del siglo XVII traída a nuestros días por dos personas famosas con mucho dinero y, al parecer, no demasiada conciencia de la sensibilidad que ha definido este último año.
Ante las acusaciones, Duff ha acudido a Twitter para disculparse por su disfraz y Walsh ha hecho lo mismo en Instagram. La autora de ‘Breathe In. Breathe Out.’ ha admitido no «haber pensado bien su disfraz» y ha pedido perdón «desde lo más profundo de mi corazón» por que este haya resultado ofensivo, mientras Walsh se ha defendido de las acusaciones asegurando que no pretendía ser irrespetuoso y que solo «albergo admiración por la gente indígena de América». «Si lo hubiera sabido no hubiera tomado esta decisión», ha apostillado.
I am SO sorry to people I offended with my costume.It was not properly thought through and I am truly, from the bottom of my ❤️sorry.
— Hilary Duff (@HilaryDuff) 30 de octubre de 2016