He perdido la cuenta de las veces que he escuchado este ‘Two Vines’… y creo que soy incapaz de recordar una sola canción que no sea el single ‘High and Low’. El resto resbala por mi cabeza. Y no será porque no sienta debilidad por la música del dúo australiano. Su primer disco, ‘Walking on a Dream‘, me parece una cima de eso que se dio por llamar «chillwave»: techno pop evocador y canciones enormes. El anterior álbum del dúo, ‘Ice on the Dune‘, es bastante bueno. ¿Qué ha ocurrido en estos tres años desde su anterior disco?
Pues nada. Realmente, no ha ocurrido nada. Steele y Littlemore no han modificado la fórmula: techno-pop sedoso y cálido de querencias oníricas, voces permanentemente dobladas, contadas dosis de épica suave, melodías coquetas, ocasionales guitarras… Simplemente, fallan las canciones. Mucha atmósfera, sí, pero ni un tema memorable. Los que hay son agradables, intrascendentes, monótonos, cortados por el mismo patrón y sin ápice de sorpresa. No hay magia ni nada que te atrape. ‘Two Vines’ es música para balnearios. Hay una fina línea que separa la quietud hechizante de la «muzac» y, lamentablemente, Empire of the Sun la han traspasado.
El disco empieza de manera correcta: la inicial ‘Before’ no pinta mal y ‘High and Low’ no negaremos que es resultona pero, a partir de aquí, van cayendo en la reiteración de trucos y esquemas. ‘Friends’ parece animarse un poco, pero sin pasarse. Llama levemente la atención el apitufamiento de ‘There’s no Need’, pero acaba aburriendo también. Esforzándonos, podríamos destacar el fallido intento de repetir ‘Walking on a Dream’ en ‘Way to Go’ o el optimismo de ‘Ride’, que sube un poco el ímpetu (y el nivel). Pero si hasta ahí, la séptima canción, el álbum resulta pasable (con algo de benevolencia), la segunda mitad ya discurre por los yermos terrenos del bostezo. Sólo hay un par de cosas destacables: que tienen un tema que se titula ‘ZZZ’, pero me ahorraré los chistes fáciles, y ‘Lend Me Some Light’, la única canción que se podría salvar del tramo final, una nana que incluso llega a desprender algo cercano a la emoción.
En ‘Two Vines’ es todo tan etéreo y está tan bien colocadito, que acabas reclamando algo que chirríe; algún estribillo peleón, un subidón, euforia, una voz desatándose… Algo. Pero al final, nada. Lo mejor que podemos decir es que su escucha no molesta.
Calificación: 4/10
Destacadas: ‘High and Low’, ‘Ride’, ‘Lend Me Some Light’
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