Recientemente se ha editado ‘Jardín’, el álbum debut de Gabriel Garzón-Montano, a quien ya habías oído a través de Drake, pues Garzón-Montano es otro de numerosos artistas a los que el canadiense ha ladroneado (su canción ‘Six Eight’ es la base de ‘Jungle’). El artista neoyorquino se daba a conocer en 2014 con un buen EP en el que introducía el sonido de R&B y funk orgánico que define ‘Jardín’, realizado, por cierto, completamente por él sin ayuda externa, a la manera de Prince, a quien Garzón-Montano ha llegado a llamar «mi persona favorita de todos los tiempos».

Es notable la admiración de Gabriel por Prince, pues si a alguien recuerda este por voz y estilo es a su gran discípulo, D’Angelo, sin embargo, donde D’Angelo remite con sus sabrosos «grooves» a la pureza y calor de África, Garzón-Montano da rienda suelta en ‘Jardín’ a la multiculturalidad que resulta de su procedencia mixta: de su madre francesa (que fue miembro de la orquesta de Philip Glass) asimiló el lenguaje armónico del impresionismo; de su padre colombiano los ritmos de la Costa Caribe; y el cantante creció en Nueva York, donde se empapó de funk y R&B original de la vieja y nueva escuela, lo que ha resultado en este prometedor «jardín» de ricos sonidos y coloridas canciones.

No hay canción en ‘Jardín’ mejor que su primer sencillo de adelanto, ‘Crawl’, un jubiloso número de funk que nos habla de amor y sensualidad; y el tema con la melodía vocal más sólida del disco, pero también el más convencional en cuanto a arreglos. ‘Jardín’ es un trabajo de musicalidad jugosa y otros temas lo representan más hábilmente, como ‘Sour Mango’, que es tenso pero no amargo y combina un atractivo «groove» con palmas, cuerdas y texturas acuosas; o ‘Long Ears’, de ritmos pegajosos (literalmente) y melodías que parecen sacadas de un góspel. Por su parte, ‘Bombo Fabrica’ alterna polirritmos con una melodía emocionante, de esas que Dave Longstreth de Dirty Projectors lleva buscando probablemente desde los tiempos de ‘The Getty Address’.

El breve tema que abre ‘Jardín, ‘Trial’, resume muy bien su sonido, pues se compone de una elegante melodía vocal que existe al servicio de un arreglo orquestal tipo Disney y unas maracas. No se puede decir más en un minuto y medio. Este mismo tema se ha presentado con un curioso vídeo en el que Gabriel aparece desnudo, tumbado en una cama de flores, a la deriva en medio del océano, y aunque el final de ‘Jardín’ también parece que va a la deriva con tres canciones poco impactantes, el grueso del álbum es sólido y desarrolla expertamente su funk hermoso y diáfano, de mezcla espaciosa y clara como esos cielos caribeños que evoca, con varias canciones estupendas. Sin duda, Garzón-Montano es muchísimo más que un capricho pasado de Drake.

Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Crawl’, ‘Bombo Fabrica’, ‘Sour Mango’, ‘Long Ears’
Te gustará si te gusta: Prince, D’Angelo, Madlib, Corinne Bailey Rae