Y un año después de ‘Fallen Angels’, aquí está el final de la saga Dylan vs Tin Pan Alley, una última entrega en la que el concepto «triple» es un tanto engañoso: en los viejos tiempos de CD esto habría sido un disco doble con mucho espacio sobrante. Pero sí es cierto que en comparación con las parcas entregas previas de a diez canciones, el panorama aquí es vasto. Treinta canciones que con arreglos tan parecidos y esa profusión de medios tiempos en ocasiones le hacen a uno perderse un poco.
Sin embargo, e irónicamente, son esos medios tiempos de estado de ánimo melancólico, de elegante sequedad -a veces un poco inquietante, como de balada espectral- lo más interesante de ‘Triplicate’. Y si son sin percusión y con la guitarra pedal steel de Donnie Herron, pues aún mejor. “Irónicamente”, decimos, porque las ocasionales piezas que se salen de ese guión, las que en teoría están ahí para aportar algo nuevo a esta tercera entrega, en realidad chirrían bastante. Cuando a la fórmula inventada en ‘Shadows…’ y ‘Fallen…’ se le añaden arreglos de batería jazzy y vientos a lo big band, el resultado se agua, infundiendo un extraño aroma kitsch que quizá le funcionó a Dylan en ‘Christmas in the Heart’ por su propio planteamiento festivo, pero que aquí lo acerca un poco más a los planos discos de Rod Stewart. Por suerte, tras el susto del comienzo (‘I Guess I’ll Have to Change my Plans’), el primer disco está dominado por los tonos más crepusculares (preciosas ‘Once Upon a Time’ o ‘September of my Years’).
A lo largo de los discos 2 y 3, se mantiene esa proporción, pero con algunas elecciones cuestionables, sobre todo cuando se trata de clásicos muy trillados: no parecían necesarias sus versiones de ‘Stormy Weather’ o ‘As Time Goes By’ por ejemplo, especialmente si iban a ser tan estándar. A ratos, sin embargo, vuelve a dar en la diana: ‘Here’s that Rainy Day’ de Van Hausen/Burke es una maravilla atmosférica. ‘You Go to my Head’, sobria y sombría a pesar de ser un tema romántico, también es excelente. Pero hay que esperar demasiado hasta que llegan estas perlas.
La mayor pega que se le puede poner al disco es, pues, esa ausencia de control de calidad, algo que parece más propio del “otro genio de Minnesota”. Por otro lado habrá quien argumente que Rod Stewart lleva ya ¡cinco! discos de este palo, y contando. En mi opinión, teniendo en cuenta las dos entregas precedentes, ‘Triplicate’ podría haber sido un cierre muy redondo de diez canciones; en su forma definitiva el resultado general se resiente mucho. Ahora sólo queda esperar un disco con canciones originales, después de lo que está siendo el período más largo sin nuevo material de Dylan.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Here’s that Rainy Day’, ‘You Go to my Head’, ‘Once upon a time’
Te gustará si te gusta: ‘Shadows in the Night’, ‘Fallen Angels’, y te hacen gracia los cinco volúmenes del Great American Songbook de Rod Stewart.
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