‘Kairós’, presentado como el álbum «más personal y sincero» de Rosa López, es, también oficialmente «un nuevo disco de superación lleno de positividad». El mensaje buenrollista de alegría y felicidad, su «momento Kairós«, no da lugar al gran álbum que la carrera de Rosa no termina de dejar, pero al menos se puede decir que hay vida más allá del forzadillo single que ella misma ha escrito junto a Virginia Maestro y en el que la letra parece ir por un lado y la música por otro, en concreto por los derroteros de ‘Rolling in the Deep’. Tan poquito se han molestado en ocultar la influencia de Adele que ‘Hermosas mentiras’ empieza y termina en plan ‘Hello’.
Y con vida más allá del single no me refiero a la sonrojante copia de ‘The Scientist’ de Coldplay con la que se abre el álbum, ‘Ahora sé quién soy’. En serio, ¿no había una canción más desconocida de, no sé, Yann Tiersen, que Ava Kay, Hanif Sabzevari y Jenna Donnelly pudieran imitar? Por suerte, y a pesar de las pocas esperanzas que dejan estas dos primeras canciones, ‘Kairós’ ofrece cosas más interesantes, como el buen medio tiempo que sigue, ‘Me he prometido’, una canción para olvidar a alguien quizá con un riff tomado de Red Hot Chili Peppers, TLC o de algún hit actual de EDM con guitarrita, pero ahí sí al menos con una melodía y unos arreglos que fluyen con naturalidad.
También son acertados el estribillo de ‘Sabe a dolor’ (casi propio de La Oreja de Van Gogh), el country amargo de ‘Tú lo sabes’, la balada final ‘Volverlo a intentar’ («si fue tan grande lo que fuimos, dime por qué huimos» es un buen estribillo y ni siquiera es exactamente el estribillo) y esa estrofa de ‘Hermosas mentiras’ en la que Rosa se olvida de Adele y recuerda bastante a Vainica Doble (!). La parte «estoy casi siempre en las nubes, flotando de felicidad / Sin ver que llevo en la espalda puñales de seda y de sal» no puede sonar más a ellas.
Y más o menos aceptables son ‘No sé por qué’, una baladita de la escuela Ed Sheeran (el de ‘Thinking Out Loud’, no el de ‘Shape of You’), en este caso con un interesante puntito jazzy gracias a esos saxos; y ‘Déjame volar’, una composición tipo Disney co-escrita por Sergio Rivero. Una pena que, entre esos arreglos de cuerda, López no diga «me desprendo de todas esas mierdas» aunque por momentos lo parezca. Según el libreto del CD, Rosa canta en su lugar «me desprendo de todas esas piedras». Lo que termina por resultar toda una metáfora de los logros de este álbum. ‘Kairós’ no es un mal disco, no es lo peor que hemos visto en la cima de las listas de ventas. Pero tampoco es ese álbum que termine de contarnos algo nuevo sobre Rosa o en el que ella incluya algún tipo de atrevimiento. Pese a la filosofía del largo, antes daría un paso atrás que adelante y para muestra la supuestamente colorida ‘Puedes creer’, que suena totalmente desfasada. Parece mentira que una canción de producción tan noventera (para mal) pueda estar en un álbum de 2017, pero ahí está. Tras escucharla es inevitable recuperar la letra de ‘Vuelvo a empezar’, en la que vemos a Rosa «otra vez en el andén de salida una vez más buscando [su] identidad». Ahí es exactamente donde se encuentra.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Me he prometido’, ‘Tú lo sabes’, ‘Sabe a dolor’
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