Anoche derramamos lágrimas de emoción –aunque fueron, sobre todo, de risa– al presenciar el arranque de la quinta temporada de ‘Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo’ que ha llegado tras un barbecho de nada menos que dos años y medio. Un lapso que, en todo caso, se reveló necesario –un saludito para ‘Gran Hermano’– y nos hizo disfrutar aún más de esa montaña rusa de montaje, edición y post-producción del equipo de Cuatro Cabezas que, veladamente, satiriza precisamente sobre la autenticidad de los participantes (e incluso de la presentadora, Luján Argüelles) de estos docu-realitys. Tras el primer programa emitido anoche –muy divertido, aunque las casi 3 horas de programa son una salvajada, sobre todo al comenzar a las 22:45 h–, repasamos sus mejores momentos a través de 5 frases que definen a los hombres que buscan el amor (o lo que sea) en esta edición.
“Estaba en plena sesión como modelo internacional y…”
Hasta la saciedad repitieron tanto la madre, María, como su hijo, Jaime, que esa es la profesión del muchacho de Granada. Modelo, sí, pero internacional, ojo. Que tiene mucho trabajo en China, y su madre lo pasa fatal en sus ausencias. Aunque él no lo lleva tan mal porque “ni siente ni padece” y “solo llora en el dentista”. La verdad es que el chico es guapo y se quiere a sí mismo y a su pelo –que no para de tocarse y atusar con el secador, hasta inflamarlo– por encima de todo. Normal que la madre se encomiende a Fray Leopoldo (tal cual) para encontrar una mujer que despierte algo en este bello témpano de hielo. Una poetisa rusa a la que le gusta beber “porque es rusa” y para la que La Alhambra es una cerveza o una joven cuyo gran talento es imitar a Shakira y a la mujer del tiempo (WTF?) se disputarán su corazón. Una pena que TingTing, una china que estudia en Salamanca –donde ha descubierto la fiesta–, quedara descartada, aunque apostamos a que volveremos a verla pronto.
“Yo soy quien soy desde que me levanto hasta que me acuesto”
Fernando, el de Bartolo Toro, es un Pequeño Nicolás jerezano, un hombre comprometido con los valores de toda la vida, que tristemente para él se han perdido, que quiere a una mujer como su madre, una mujer que “limpie con una escobilla cuando su marido haga sis necesidades”. Tal cual. No puso tantas pegas cuando desfilaron ante él y su madre, Silvia, a sus 10 candidatas, ante las que se mostró bastante excitadito mientras repetía “me guhta, me guhta” con su acento gaditano. Le ronearán una rumana (“¡viva Pocahontas!” exclamó extrañamente Fernando al verla) que asegura que su político español favorito es Donald Trump (–más WTF–) y una chica que no paró de llorar al ver la película favorita del chico después de ‘Resacón en Las Vegas’, ‘Gladiator’, “porque yo soy un gladiador del día a día”, dijo y porque “yo soy quien soy desde que me levanto hasta que me acuesto”. Y yo también, ¿no te jode? Echaremos de menos a Miriam, que llevó una lista de veintitantas condiciones que debía reunir y tiene claro que la del “pene grande” no la cumplía.
“Soy de mecha corta”
Jesús es un enorme culturista profesional, pero pese a su vigoréxica apariencia es todo un poeta. “Una mezcla entre Hulk y Mimosín”, definió acertadamente Luján en off. Su madre, Mari Cruz, una pintora que tiene 18 chihuahuas, es muy moderna (“mi forma de vestir puede parecer un poco exagerada pa’ un pueblo”) y lo es todo para su hijo. No quiere para Jesús “chicas muy sexys”, que no se preocupen por él, porque es muy romántico. En eso, dice, se parece a La Bestia. Tras descartar a una de las dos gemelas culturistas como él que le presentaron y a Alba, una joven que llevó unos dibujos figurativos hechos por ella que llevaban oculta la palabra “psicópata”, el amor de Jesús se lo disputan 6 chicas que nunca han oído hablar de qué es Asturias y entre las que están Tracy, una instagrammer a la que el chico ya conocía por las fotos de su culo, e Itziar, una chica encantadora pero de fuerte carácter, que explota a la mínima: “soy de mecha corta”, dijo rotundamente.
“Quiero un hombre que huela a Francia”
Atención, amantes de la corrección política de género: mejor permaneced lejos de Pepe, un experto en protocolo de Valencia que trabaja como dependiente en una boutique de lujo, si no queréis reventar de ira ante sus constantes “nena”, “maricón” y hablar permanentemente en femenino. Joaquina, su madre, asegura que tenía que haber sido hijo de un marqués porque adora el lujo, pero él lo que quiere es ponerse culo y encontrar un chulazo para no estar solo, pero que huela bien, “que huela a Francia”. Lo que el programa propone a Pepe es un cabrero al que le encanta sudar, un “maricón de España” (como le definió Joaqui, recordando a Martes y Trece) que se hace llamar a sí mismo Lomana y oculta que se ha operado el culo o un Josie de la vida (se autodefinió con una colección de hashtags) al que le obsesiona su imagen y no estar rodeado por la gente cutre que veía por la Gran Vía madrileña. Aunque para José Ángel, una persona cuyo referente era una foto photoshopeada de sí mismo, son todos “unos cardos”, como les dijo en la cara al ser descartado.
“Me gustan las antigüedades, todo lo que tenga años”
No le va a ser fácil a David y a Charo, su madre (para la que su retoño “es el hombre de mi vida”), encontrar alguien que se adapte al estilo de vida de un joven empresario que se ha forrado vendiendo casas de lujo. “Vivo como si me hubiera tocado el Euromillón”, dijo pero a él no le gusta presumir de dinero, aseguraba mientras mostraba sus 8 coches de lujo y su mansión con piscina, gimnasio, mayordomo y muchas “pistas”. Entre sus candidatas destacaron Solange (no la Knowles, evidentemente), que dejó prendado al soltero por su belleza, encanto y sus estudios de empresariales, y Paula, una muchacha speedica a la que le encanta la Historia y las antigüedades, “todo lo que tenga años, para que me entiendas”. Una pena que la inocente Nereida quedara fuera, que le puso a su gato Darwin porque cree que un científico llevó ese nombre, aunque la ciencia se la trae al pairo.