Selena Gomez está ya más que recuperada del transplante de riñón al que se sometió en el verano de 2017, y que anunció unos meses más tarde, en septiembre, colgando en Instagram una imagen de ella en el hospital junto a su donante, su amiga Francia Raísa. En su post, Gomez explicaba que había necesitado un riñón nuevo debido al lupus que padece.
Meses más tarde, Raísa ha concedido una entrevista a W Magazine en el que habla sobre su experiencia, y en el que ha revelado un detalle de la operación de Gomez desconocido hasta el momento. Raísa asegura que, tras la intervención, Gomez hubo de ser operada de urgencia por una complicación en el riñón por la que “pudo haber muerto”. La actriz afirma que los cirujanos hubieron de extirparle a Gomez una arteria de la pierna y “construir una arteria nueva” en el riñón. Raísa recuerda que, la mañana que esto ocurrió, recibió un mensaje de texto de Gomez en el que decía “estoy muy asustada”.
Antes de su transplante, Gomez había publicado un par de interesantes singles y videoclips que, como ella misma explicó en su post de Instagram, no pudo promocionar a pesar de sentirse “muy orgullosa” de ellos. Eran ‘Bad Liar’ y ‘Fetish’. Con ninguno de estos temas sucedió nada significativo comercialmente, pero Gomez triunfaría más tarde con ‘Wolves’ junto a Marshmello.