Uno de los artistas europeos más sorprendentes surgidos en la última década decidió hace algo más de dos años apartarse del mundo del pop, justo en su momento de mayor popularidad, cuando incluso comenzaba a ser conocido en Estados Unidos. Hablo de Stromae, el artista belga que, tras dar el pelotazo con el hit ‘Allors On Danse’ –contenido en su debut de 2010 ‘Cheese’–, impactó con su segundo álbum, el soberbio ‘Racine Carrée’ (2013). Un disco que se fue convirtiendo en objeto de culto, aupado por unos directos impresionantes –seguro que muchos no se han recuperado aún de la decepción de su cancelación en el FIB 2015 por enfermedad–.
A finales de 2016, Paul Van Haver –nombre real– anunciaba que dejaba la primera línea del pop con la sentencia “cantar no me interesa”, y que se dedicaría a la música en un plano secundario, componiendo para otros o dirigiendo vídeos. Lo cierto es que lo primero que supimos de él es que había creado una línea de moda bajo el nombre Mosaert –variante de su nombre artístico, derivado a su vez de “maestro”–, pero poco a poco ha ido rompiendo la cáscara de hermetismo inicial.
Primero, lanzando un single con música compuesta para un desfile conjunto de su marca con otra firma de moda; más tarde, y ya de manera menos tímida, colaborando compositiva y vocalmente en ‘La pluie’, uno de los temas del último disco del rapero francés Orelsan y en cuyo vídeo, recién estrenado, aparece el belga; y también en su faceta de creativo visual, dirigiendo vídeos musicales como el del último éxito de Dua Lipa, ‘IDGAF’. Ahora ese silencio relativo parece a punto de quebrarse definitivamente, puesto que Stromae ha publicado, por primera vez en 3 años, en su cuenta de Instagram. Y lo hace con un vídeo que emplaza a este viernes, 27 de abril, y en el que suena un fragmento musical y vocal. Las imágenes muestran lo que parece un desfile de moda –de hecho, las palabras que escuchamos cantar son “elle défile”–, que evidentemente está relacionado con Mosaert. Pero no perdemos la esperanza de que estas señales signifiquen que Stromae haya decidido volver a firmar música con su alias.
Y es que su regreso se antoja necesario como nunca, aunque solo sea una insinuación. En este no tan largo tiempo que ha permanecido apartado de la primera línea, el pop francófono está dando señales de reverdecer, con propuestas muy interesantes sobre las que venimos poniendo atención, como Angèle, L’Impératrice, Flavien Berger, Tamino, Polo & Pan… Pero ninguno de esos nuevos nombres –quizá solo Christine and the Queens, que también reaparece ahora, esté a su nivel– tienen la enorme proyección comercial internacional que mostró Van Haver, ni la riqueza de influencias que su origen multirracial le permiten dominar, ni el carácter social de muchas de sus letras, ni su ambición e imaginación en el apartado audiovisual –sus impresionantes vídeos son frecuentemente ideados, coreografiados y dirigidos por él mismo–, ni su presencia escénica, un carisma que nos dejó completamente boquiabiertos en una inolvidable jornada inaugural del Primavera Sound 2014. Por todas esas razones, el pop necesita que Stromae haya recompuesto su ánimo ante los daños de la exposición pública –uno de sus últimos vídeos, ‘Carmen’, se rebelaba contra la ferocidad de Twitter– y se haya decidido a devolvernos el artista que el pop europeo, también mundial, necesita.