Cardi B acaba de cancelar varios conciertos para descansar, ya que se encuentra en avanzado estado de gestación. Volverá a los escenarios en septiembre, cuando empiece su gira con Bruno Mars, y mientras se dedicará a otros asuntos como cuidar de su bebé, grabar u ocuparse de una demanda multimillonaria que le dirige su antiguo mánager, Klenord “Shaft” Raphael, de 10 millones de dólares.
Shaft demanda a Cardi por incumplimiento de contrato y otras transgresiones, alegando que le ha dejado tirado tras hacerse famosa. En su demanda, obtenida por Variety, defiende que “desde que descubrió a Cardi B en 2015, Shaft ha jugado un papel integral en desarrollar su carrera musical y su imagen pública. Aunque está orgulloso de sus exitosas colaboraciones, en tanto ha evolucionado de influencer de Instagram a megaestrella de la música, Shaft está decepcionado por que Cardi le haya apartado de su carrera”.
Sin embargo, TMZ cuenta otra historia, y le da la razón a la autora de ‘Invasion of Privacy‘. La rapera habría despedido a Shaft tras descubrir que le ha robado una buena pasta de sus actuaciones en directo, al quedarse con la mitad del caché de Cardi sin decírselo. Esta sería la razón por la que Cardi trabaja ahora con Solid Foundation, la planta de gestión de artistas de Quality Control, el sello de Migos. Por su parte, Shaft defiende que parte de ese dinero lo invertía en pagar a compositores y productores, pero Offset, el marido de Cardi B, que habría convencido a Cardi de despedirle, no lo cree así.