Santigold / I Don’t Want: The Gold Fire Sessions

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Santigold / I Don’t Want: The Gold Fire Sessions

Santigold ha publicado por sorpresa una mixtape de dancehall de 10 canciones y media hora, que en verdad empezó antes de mudarse a Los Ángeles desde Nueva York el pasado julio, y terminó justo antes de dar a luz a sus gemelos hace cuatro meses. ¿Cómo va a sortear Santi White, que nació en Philadelphia y no en Jamaica, el debate del apropiacionismo o del oportunismo? La artista explicaba ‘I Don’t Want: The Gold Fire Sessions’ un día antes de su salida durante una entrevista con Pitchfork.

En ella revelaba que viajó a Jamaica cada año con su familia desde que tenía 10 años hasta los 16 y que empezó a ir por su cuenta desde los 18, considerándola «su segunda casa». Su padre ponía música jamaicana en casa «todo el rato», Santigold se dedicó a comprar mixtapes de música local durante los viajes de su adolescencia, y recuerda que no solo creció escuchando a los «Smiths, Marvin Gaye y Nina Simone», sino también a «Bob Marley, Burning Spear y Black Uhuru». A la postre, terminó realizando estudios de música afroamericana y jamaicana en la Universidad de Wesleyan, «aprendiendo mucho sobre la historia de la música desde un punto de vista etnomusicológico», centrándose en la estrecha relación entre la música jamaicana y la africana.

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Por si su sentencia «esta música básicamente ha sido toda mi vida» no es suficiente para aquellos que priman la importancia del apropiacionismo cultural sobre la calidad musical, se supone lo peor del apropiacionismo absorber la música de otras culturas sin atender a sus reivindicaciones sociales, y ‘I Don’t Want: The Gold Fire Sessions’ es una mixtape de clara inspiración social. Si ‘I Don’t Want’ contiene las modestas frases «I don’t want to be the best» y «I don’t want to be a fake» desprovistas de pretensiones, ‘Gold Fire’ llama a las armas contra la apatía política («estoy acorralada pero soy difícil de romper»), un mensaje parecido al que contiene ‘Crashing Your Party’ («quiero gritar que nadie quiere a los pobres»), que además añade a su letra reivindicaciones feministas («mira a la madre con sus hijos / si te fijas en sus ojos, verás el coraje»), las mismas de la reggae ‘Coo Coo Coo’, un tema contra los piropos callejeros (¿quién eres tú / diciendo lo que es bonito y está húmedo?»).

Pasando a la música, Santigold ha querido grabar esta mixtape de manera «rápida y despreocupada», sin grandes planes ni objetivos y seguramente así haya conseguido que ‘I Don’t Want: The Gold Fire Sessions’ suene espontánea, muy entretenida y muy bien hilvanada, casi concebida como una sesión, en la que encontramos canciones bailables y otras más intimistas, con ambas vertientes muy bien equilibradas. En el primer grupo, ‘Run the Road’ se crece como single después de ‘Coo Coo Coo’, gracias a su guiño electro y a una segunda mitad en la que irrumpe un piano totalmente atemporal. ‘Don’t Blame Me’, que cuenta con la colaboración de la jamaicana Shenseea, es otro de los temas que merecen ser un hit gracias a su enorme estribillo dividido en dos (irresistibles esos «do, re, mi»). Y esta no da tregua, pues enseguida da paso a la pizpireta y llena de efectos tanto electrónicos como locales ‘A Perfect Life’, que transmite la misma despreocupación que ‘Why Me’. Entre las que son una monada, la mencionada ‘I Don’t Want’, en la que hay que destacar la voz nasal de Santigold.

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Aunque aquí hay canciones iniciadas en el pasado con su habitual Ricky Blaze y una con Diplo que había dejado inacabada, ‘Valley of the Dolls’, Santigold ha redondeado la mixtape con Dre Skull, al que conoció escribiendo música para otra persona y quien había trabajado con Popcaan o fue responsable de aquella maravilla de Drake y Rihanna llamada ‘Too Good’. La unión entre ambos es ciertamente una de las mejores noticias de este verano.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Don’t Blame Me’, ‘Run the Road’, ‘Why Me’, ‘I Don’t Want’
Te gustará si te gusta: Popcaan, el rihggae, Bob Marley
Escúchalo: Spotify

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