La despedida este pasado fin de semana de Las Bistecs desataba un auténtico drama entre sus seguidores, que lamentaban la desaparición de un dúo femenino que nos había hecho (a muchos) bailar y reír por igual y a la vez, con las canciones de broma (o bromas hechas canción, según se mire) de ‘Oferta‘. Quizá para ellas sólo fue un juego que se fue de las manos (dicho en plan bien, claro), y quizá eso mismo haya hecho que darle continuidad no haya sido sostenible.
Sin embargo, si atendemos a los precedentes, la desaparición abrupta del proyecto que comandaban Alba y Carla parecía casi irremisible, como una maldición de la que no podían escapar. Y es que parece que los dúos femeninos surgidos en el pop español a lo largo de distintas décadas han estado abocados a subir como un cohete para estallar y difuminarse en el cielo. He aquí 5 dúos cuya deriva parecía casi una premonición y 1 que, aunque tuvo sus parones por cuestiones personales, puso fin a su historia con la dignidad que requería.
Las Grecas
El que fuera, quizá, el mejor e influyente dúo femenino de la historia del pop español obtuvo un éxito sólo comparable al drama de su caída. El debut de las hermanas Carmen (“Carmela”) y Edelina (“Tina”) Muñoz Barrull , ‘Gypsy Rock’ (1974), es una de las muestras más genuinas y personales de fusión del folclore gitano con rock, funk y músicas del magreb, a la altura de otras obras capitales de la época de Camarón, Veneno o Chichos —recientemente Soleá Morente reivindicaba ese legado–. Pero en tan sólo tres años y dos álbumes más que pasaron sin pena ni gloria, su estrella se esfumó junto con el dinero que les estafó un manager, prácticamente forzándolas a disolverse hacia 1978. El triste y dramático final de Tina y los posteriores intentos de reactivar la marca por parte de Carmela y, más tarde, un par de oportunista no estaban a la altura de su leyenda.
Baccara
Las intérpretes de la primera canción de origen español en lograr el número 1 en Reino Unido (también en Alemania, Francia, Suecia, Rusia, Japón y por supuesto España), Mayte Mateos y María Mendiola, se conocieron como bailarinas profesionales hacia el año 1976. Y a día de hoy se sigue bailando ‘Yes Sir, I Can Boogie’ como si nada. Pero, pese a alcanzar otros hitos de la época gloriosa de la disco music (y el broken english) como ‘Sorry, I’m a Lady’, ‘Parlez-vous français?’ o ‘The Devil Sent You To Laredo’, los egos las llevaron a partir pajuelas en 1981 para iniciar sus propias carreras en solitario. Sin suerte, volvieron a reactivar Baccara más tarde… pero por separado: en una situación delirante, ahora mismo existen dos dúos llamados así, integrados por cada una de ellas con otras cantantes. En 2016 estrenábamos un tema de las Baccara de Mayte con la Fundación Tony Manero, por ejemplo.
Azúcar Moreno
Y hablando de Eurovisión… Historia viva del certamen son Toñi y Encarni, con aquella memorable actuación en la edición de 1990 de las hermanas Salazar, que a día de hoy seguimos mirando fascinados, y bailando dando lo mejor de nosotros. Son, claramente, las más resistentes de este especial y las que más años han persistido en el éxito… aunque no todo ha sido bonito. De todos es conocido (porque fue prácticamente televisado) el beef que hubo entre ellas y que concluyó con su separación en 2007, dejando atrás una buena colección de himnos tecno-rumba-pop. Regresaron en 2014 para actuar y tal, quizá porque al fin y al cabo, como hermanas que son, no les quedaba otra que verse en navidades, cumpleaños y comuniones. Este año han publicado una aburrida versión de ‘No me des guerra’ del gran Bambino, que sólo habrás podido escuchar en algún taxi.
Ella baila sola
Como bien sabemos, la formación integrada originalmente por Marta y Marilia acabó también como el rosario de la aurora. El tándem de cantautoras teen que petó a lo grande a mediados de los 90 al calor de ‘Al salir de clase’ y con canciones como ‘Lo echamos a suertes’ y ‘Amores de barra’ apenas duró tres discos, lo que quedaba de siglo. Sin lograr emular el éxito de su debut homónimo, en 2001 anunciaban su separación, asegurando que no había tan mal rollo entre ellas como se decía en la prensa. Marta intentó reactivar el dúo con otra artista –con la que también tuvo alguna trifulca– desde su residencia en Nueva York, mientras que Marilia emprendió una carrera en solitario en la que publicaba recientemente su segundo disco, marcándose un auténtico gol al versionar junto a Nacho Vegas ‘Volver a los diecisiete’ de la adorada por ambos Violeta Parra.
Sonia y Selena
El equivalente en lo que llevamos de siglo XXI de ‘Yes Sir, I Can Boogie’ es ‘Yo quiero bailar’, no contest. El dúo de dance latino y granhermanero formado por Sonia Madoc y Selena Leo alcanzó el estrellato en 2001 a ritmo de bombo, caderazo, percusión brasileña y falseta pseudoflamenca. Un disco –que vendió más de un millón de copias, ojo– duró el invento antes de esfumarse. Como las mismas Baccara, ambas emprendieron carreras en solitario que no llevaron a ningún lado. Se reunieron 10 años después con la loca intención de colarse en Eurovisión, pero no pudo ser.
Pero no todos los dúos femeninos de nuestro país han terminado sucumbiendo a la mala estrella. Ahí están las más grandes…
Vainica Doble
Gloria Van Aerssen y Carmen Santonja son, claramente, de lo más grande que ha dado esta tierra y, además, son la excepción a esa teórica regla que pone una nube negra sobre los dúos formados por mujeres. Claro que, en su caso, no se puede decir que el suyo fuera un éxito inmediato ni masivo y ahí podría estar la clave de su supervivencia. Valientes, únicas, (casi) siempre hicieron lo que quisieron y como quisieron, dejando un legado extraordinario en su colección de álbumes de los 70 y 80. Tras años dedicadas a otras lides y el extraño retorno de 1997 con ‘Carbono 14’, manoseado por Alejandro Sanz y Miguel Bosé, supieron poner un precioso broche final a su carrera con ‘En familia’ (2000), durante cuya grabación fallecía Carmen. Gloria la siguió lamentablemente en 2015, dejándonos una obra que sigue inspirándonos y enseñándonos.