Este martes 6 de noviembre hay elecciones al Senado de Estados Unidos, como bien sabe Taylor Swift, que está haciendo campaña por los demócratas, y como es habitual, el uso de la música por parte de los republicanos durante sus actos públicos está siendo polémica. Después de que apareciera en el Washington Post que el hit de Rihanna ‘Don’t Stop the Music’ estaba sonando en un acto de Donald Trump con Marsha Blackburn, la cantante de Barbados ha escrito en Twitter que «ni ella ni su gente se acercarían jamás a uno de esos trágicos mítines». Además, ha apoyado públicamente al candidato de Florida Andrew Gillum, del Partido Demócrata.
Igualmente, Axl Rose ha criticado que se use durante un mitin en West Virginia el pasado 2 de noviembre el hit de Guns N’ Roses ‘Sweet Child O’ Mine’. Axl ha acudido a Twitter para informar de que ha «pedido formalmente que su música no se use en mítines de Trump y otros eventos asociados». Según Rose, Trump se está aprovechando de ciertas «lagunas» en la concesión de licencias para usar canciones con fines políticos sin el apoyo de los autores.
No es la primera vez que varios músicos piden a Trump que no utilice su música con fines políticos, como informa Vulture. En la lista también encontramos a los herederos de Prince, Pharrell, Adele, Queen, Rolling Stoes, R.E.M. y Neil Young, entre otros.