Ha sido un año importante en la carrera de La Habitación Roja por varias razones: por un lado ‘Memoria’, su mejor disco en al menos una década, se ha colado entre los nominados al Premio Ruido a mejor álbum del año junto a artistas tan mediáticos como lo son ahora mismo Rosalía, Niño de Elche o Zahara; y por otro, su líder Jorge Martí ha sido noticia primero por tener que suspender la gira del grupo tras tener que ser ingresado de urgencia -problema de salud ya resuelto- y por protagonizar el documental ‘In the Middle of Norway’, en el que se detalla su doble vida cuidando de su mujer enferma y trabajando como enfermero en Noruega.
La grabación de ‘Memoria’, producido ahora por Paco Loco y mezclado por John Agnello, está llena de anécdotas como aquel día en que este perdió las cintas de las grabaciones en el aeropuerto y aparecieron en una papelera del mismo, siendo rescatadas por un operario cuyos familiares eran fans del grupo («le dijeron al hombre que seguro que era algo importante y que tenían que contactarnos», revelaba Martí en Muzikalia); aunque finalmente lo que ha marcado el álbum ha sido un mayor protagonismo de los sintetizadores, como se aprecia desde el segundo número uno.
El grupo no ha cumplido tanto su objetivo de «sonar únicos», de «no buscar referentes y copiarlos» como el de llevar todo ello a buen puerto. ‘Nuevos románticos’, una canción inspirada en una frase de Morrissey que recuerda a un amigo del hermano de Jorge al que «le pegaron una paliza unos fachas por ir vestido como un new romantic» durante los años 80, se mira en los sintetizadores de Manic Street Preachers en la era de ‘This Is My Truth, Tell Me Yours’. ‘Líneas en el cielo’ empieza sonando mucho (muchísimo) a Keane para luego incorporar cuerdas y decantarse por una toma vocal prestada de Juan y/o Junior, lo mismo que ‘La última noche del año’ recuerda a New Order y a The Cure.
Lo que sucede es que La Habitación Roja han dado con un conjunto de canciones que sí logran tocarnos la fibra sensible, bien sea a través del estribillazo de ‘Nada cambia’; de una referencia a la música que suena en un lugar tan querido como Moloko (‘Madrid’, y ojo, también hay un corte llamado ‘Berlín’); a la inclusión hacia el final de hits revitalizantes como ‘No fueron historias para enmarcar’ junto a delicias como el orquestado ‘¿Quién eres tú’? o ‘En días como hoy’, un tema también muy Brincos que culmina con un coro infantil; o a letras que luchan contra la amenaza de la muerte y el final último de todo, como es el caso de la preciosa ‘Estrella herida de muerte’. «¿Sabes que el sol es una estrella herida de muerte? ¿Sabes que lo nuestro no va a durar para siempre?», plantea.
La conciencia de que el final está cerca condiciona un álbum que critica la obsesión por la tecnología. «No tengo la menor duda de que la adicción al móvil y a las redes sociales es una de las plagas de nuestro tiempo y que además nos aísla y nos hace sentirnos peor a la larga, y en contra de lo que pueda parecer, más aislados y solitarios», asegura Martí, llevando esa inquietud a numerosas letras del disco, afirmando en ‘Nuevos Románticos’ que «no supimos reaccionar a toda la tecnología que suplantó la realidad». O en ‘Algo de verdad’: «Todos súper conectados / Atrapados en la red / Sabes lo que ha pasado / En todas partes pero aquí / Qué hay del llanto que se escucha / Al otro lado de este muro». Vale, puede que La Habitación Roja caigan en lugares comunes y que sus referentes sean demasiado evidentes, pero también es cierto que Keane, los Manics y U2 hace tiempo que no entregan un álbum tan consistente como ‘Memoria’.
La Habitación Roja actúan este viernes en Barna, el sábado en Murcia y el 21 de diciembre en Elda. Entradas, en Ticketea.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Nada cambia’, ‘No fueron tiempos para enmarcar’, ‘En días como hoy’, ‘Líneas en el cielo’, ‘Estrella herida de muerte’
Te gustará si te gustan: Juan y Junior, Lori Meyers, Keane, New Order
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