Poco antes de ser desvinculado de su papel como Spiderman, Andrew Garfield sugirió que el personaje podría tener un interés romántico masculino en la siguiente secuela, por supuesto recibiendo un “peroquédiceshombre” por parte de un sector (cada vez menos) amplio de los fans del trepamuros, con Marc Webb, Michael B. Jordan e incluso Stan Lee haciendo declaraciones al respecto… y hay quien dice que por eso no vimos más películas con Garfield. Lo cierto es que en el paso a Tom Holland tuvieron que ver muchos otros factores, pero no dejan de ser ciertas las palabras que el actor de ‘La Red Social’ pronunciaría sobre el tema tiempo después: “Spiderman representa el “underdog”, a aquellos marginados que tienen que luchar contra muchos prejuicios, y cuando Stan Lee creó el personaje, el marginado era el nerd científico, el chico que no se separaba de su ordenador y que no podía conseguir a la chica. Pero esos tíos son ahora los que dominan el mundo… ¿así que en qué sentido es un “marginado” esa versión de Peter Parker?”. Lo más cercano a dar una respuesta a esa pregunta fue el videoclip de ‘We Exist’ de Arcade Fire (no en vano opinaba Win Butler que era “bastante poderoso que un niño de Jamaica viese en ese papel al actor que hizo de Spiderman”), pero ahora ‘Spider-Man: Un nuevo universo’ responde en parte a esa pregunta. ¿Que qué sentido tiene esa versión de Peter Parker? Pues muy poco. Y por eso esta película ha decidido cambiarlo.
Y lo interesante es que la forma de “cambiarlo” mola tanto que no se han escuchado demasiadas quejas al respecto. Con mucho mimo y cuidando los pequeños detalles, la cinta es un gran ejemplo de cómo se puede hacer una película de superhéroes que no se esté dirigida exclusivamente al hombre blanco heterosexual, y cómo esto se puede conseguir sin que las cosas estén “metidas con calzador”, dejando así sin argumentos a sus posibles detractores en este sentido. El mantra “tu amigo y vecino Spider-Man” tenía un fallo: se suponía que Spider-Man podría ser tu primo, podría ser tu compañero de clase, podrías ser tú… pero realmente no. Realmente dependía de cómo fueses tú: quizás no te esté “permitido” serlo, y desde luego a un chico de padre afroamericano y madre puertorriqueña no se le estaba muy permitido. Hasta ahora. El mensaje que, con la excusa de la ciencia-ficción, lanza ‘Un nuevo universo’ viene de su mismo título: las reglas del juego han cambiado -o al menos están en proceso de- y cualquier persona, sin importar raza, sexo, clase social, pasado, o hasta orientación sexual (bueno, aquí parece que aún hay que darles tiempo), podría ser Spider-Man. Cualquiera puede llevar la máscara: aquí, a pesar de que la peli se mueve con sutilidad, no pueden ser más claros. Pero la diversidad va mucho más allá del sentido reivindicativo y se extiende a otros aspectos de la cinta dirigida por Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rotham (bajo el guión de este último y de Phil Lord): el uso del CGI es espectacular, pero es toda la estética de la película la que resulta un acierto, desde tirar de recursos de viñeta sin llegar a abusar, hasta la profundidad -aún sin verla en 3D- y texturas, el manejo de situaciones cómicas con distintos tipos de humor, e incluso momentos dramáticos que, de hecho, son mejores que muchos momentos dramáticos de carne y hueso vividos en la saga (y en el 90% de las películas de superhéroes).
El cast en sí es otro punto a favor: gente como Mahershala Ali, Hailee Steinfeld, Lily Tomlin (el resto de Tías Mays han sido halladas muertas después de ver la suya), Zöe Kravitz, Chris Pine, Liev Schreiber o Kathryn Hahn complementan a los protagonistas Shameik Moore y Jake Johnson, y todos los “Spiderman alternativos” suponen un “sí” a pesar de tener una presentación más breve, guardando guiños para el público adulto, como los dardos a ‘Watchmen’ y en sí a la profundidad impostada de cierto cine noir presentes en un hombre araña doblado en su versión original por ¡Nicolas Cage!. La diversidad se extiende incluso a la BSO: Post Malone, Nicki Minaj, Ski Mask The Slump God, Blackway, Jaden Smith,Vince Staples, Lil Wayne, Anuel Aa, Duckwrth (‘Start a Riot’ destaca especialmente) o Aminé no son exactamente el tipo de artistas que esperarías en una banda sonora del hombre araña… y sí la que esperaríamos de una historia ambientada en Queens.
En conclusión: ‘Spider-Man: Un nuevo universo’ es una estupenda cinta de animación que puede ser “para toda la familia” pero que a su vez disfrutarás más si vas a verla con amigos, y supone tanto la mejor película de superhéroes del año como la mejor en sí del trepamuros, seguida de cerca por ‘Spider-Man 2’ (aunque solo sea por el Dr. Octopus de Alfred Molina) y la reciente ‘Homecoming’. Y no solo eso: abre camino para una nueva forma de plantear el cine de superhéroes, tanto a nivel técnico-estético como a nivel narrativo. Quizás la mejor forma de resumir esta recomendación sea decir que sales del cine no solo esperando que haya una segunda parte, sino esperando que haya una película para cada Spider-Man, incluso para la versión de anime que, como otros, presentan en muy poco tiempo, pero el suficiente para que deje huella. Crucemos los dedos también para una cinta al estilo ‘Vengadores’ pero con toda la “Spider-Panda” que se presenta aquí. 7,8.