Sólo una cosa peor que haberte movido en la década pasada en el incómodo terreno del «demasiado indie para los medios mainstream» y el «demasiado mainstream para los medios indies»: haber escogido un nombre con sintagma preposicional. Nombres como La Oreja de Van Gogh, El Canto del Loco, El Sueño de Morfeo y La Caja de Pandora (en serio) proliferaron que daba gusto, hasta que algún magnate decidió que aquello estaba alcanzando lo delirante, cuando no lo terrorífico y propio del Festival de Sitges. Algunos de aquellos grupos se separaron, otros cambiaron de cantante, otros llevaron un tema espantoso en Eurovisión y luego está lo de La Sonrisa de Julia, que volvían a finales de 2018 con disco nuevo después de 5 años de silencio.
El grupo, que ya había sido producido por ejemplo por Paco Loco en el pasado, escogía a Ricky Falkner y a Santos&Fluren para el acabado de ‘Maratón’, consolidando unas intenciones indiemainstream a las que también contribuía la colaboración con Marc Rós de Sidonie. El disco caía a menudo en los lugares comunes del género, siendo a veces incapaz de distinguirse de su «competencia», pero también contaba con algunos aciertos, como era el caso del single ‘Me gustas tú’.
‘Me gustas tú’ no estaba exenta de ese exceso de almíbar que recordamos en La Sonrisa de Julia, pero su melodía nos lleva a la canción melódica española clásica, haciéndonos pensar en nombres como Juan Pardo. En ese sentido, esta canción habría podido ser compuesta perfectamente por Corazón (sorry Nando, Carlos, volved para probar que no estoy en lo cierto), mientras el tipo de punteos se acerca a lo que hacían Coldplay en su primer disco (el espíritu de ‘Shiver’ o ‘Don’t Panic’ está por aquí), además con un gran equilibrio entre contención y éxtasis. La Sonrisa de Julia actúan este jueves 31 de enero en OchoyMedio (Madrid). Después, les esperan Santander el 2 de febrero y Valencia el día 16.