‘Bittersweet Symphony’ de The Verve es una de las canciones más emblemáticas de la historia del brit pop, sin duda una de las más populares que produjo la década de los 90 en general y para la redacción de JENESAISPOP en concreto, la mejor canción de 1997. Pero la canción se vio envuelta en una extraña polémica poco tiempo después de su edición.
El gancho principal de ‘Bittersweet Symphony’ era el sample de un arreglo orquestal de 1965 de ‘The Last Time’ de The Rolling Stones, un sample que obligó a Ashcroft a ceder absolutamente todos los derechos de la canción a Mick Jagger y Keith Richards pese a que el mencionado arreglo orquestal tampoco era de su autoría, sino de la Andrew Oldham Orchestra (en concreto de David Whitaker). Esto se debió a que el manager de The Rolling Stones, Allen Klein, denunció a Ashcroft por supuestamente usar una porción más larga de la versión orquestal de ‘The Last Time’ de la que habían acordado, logrando que el británico renunciara a los derechos de la canción y se colocara en última posición como co-autor en los créditos, después de Jagger y Richards.
Ashcroft no ha visto un duro por los derechos de esta canción en 22 años, pero esto acaba de cambiar tal y como ha informado BBC. Durante su discurso en los Ivor Novello Awards, donde Ashcroft ha recogido un premio por toda su carrera, el músico ha revelado que los integrantes de The Rolling Stones finalmente le han devuelto los derechos de la canción. «El mes pasado, Mick Jagger y Keith Richards cedieron todos los derechos de ‘Bittersweet Sympphony’, lo cual ha sido un gesto verdaderamente amable y magnánimo por su parte». Richard aclaraba entonces que había sido el manager de Rolling Stones el responsable de la situación y no The Rolling Stones, a la que no ha dejado de considerar la «mayor banda de rock en el mundo».