Jonas Brothers / Happiness Begins

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Jonas Brothers / Happiness Begins

En la no-tan-caprichosa rueda de las modas, parece que se impone un revival de los 00, ahora que culmina la segunda década del siglo. Si hace poco Miley Cyrus coqueteaba con la idea de que regresara Hanna Montana, parecería razonable que lo hicieran también los Jonas Brothers. Pero no. No ha vuelto Hanna, sino una Miley que lo más parecido que tiene con la estrella infantil/adolescente que fue es el flequillo de su nuevo peinado y que, musicalmente, se aproxima a las tendencias que marcan en el pop Ariana Grande o Halsey. Ni vuelven los mismos Hermanos Jonas que también protagonizaban películas Disney mientras facturaban pop melifluo de guitarras, con cierta querencia malota a lo Blink-182 ocasionalmente.

Lo cual no es malo en absoluto. De hecho, diría que salimos ganando: ¿quién me iba a decir a mí que acabaría seducido por la boyband fraternal con un buen pepino pop como ‘Sucker’? Con ella los Jonas se sitúan en la posición que han abandonado Maroon 5: buen pop de guitarras, con base blues y funk, sexy y bailable. Y no, por más que quiera atribuirse el mérito Portugal. The Man, tampoco es que ellos sean un dechado de originalidad. Rodeados de manos expertas en pop de radiofórmula como Ryan Tedder, Greg Kurstin, Shellback, Frank Dukes o Joel Little, los Jonas se lanzan con decisión a por ese nicho.

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Hay incluso temas bastante resultones y frescos, especialmente los que acuden, con buen tino, al rollo pseudo-jamaicano explotado por Joe en su grupo DNCE: ‘Only Human’, ‘Every Single Time’ y ‘Trust’. Lo equilibran bastante bien con un pop formulaico de hoy en día (ya sabéis, bien barnizado con efectos de hip hop y R&B) que, aunque podía cantar prácticamente cualquiera –desde los ya citados Maroon 5 hasta Taylor Swift pasando por Khalid o Shawn Mendes– tampoco se puede decir que resulte mediocre. ‘I Believe’ –dedicada por Joe a su mujer, la actriz Sophie Turner–, ‘Don’t Throw It Away’, ‘Love Her’, ‘Happy When I’m Sad’ o ‘Strangers’ se dejan escuchar bien, aunque no te vayan a salvar la vida. Nada molesta o irrita –bueno sí: el bochornoso saqueo a Avicii de ‘Rollescoaster’–. Es aséptico.

Y es que el problema está en que no hay un atisbo de personalidad detrás, y poco importa quién o qué esté cantando. Son canciones bien arregladas, monas, pegadizas y predecibles, perfectamente diseñadas para ejercer de fondo mientras compras en el supermercado o deambulas por el aeropuerto. Pop impersonal que difícilmente transmite algo, más allá de ocasionales invitaciones a mover el pie levemente siguiendo el ritmo. Por pulcro y aseado que sea, a cosas como esta es a las que se refería Antonio Luque cuando decía que “es música para gente a la que no le gusta la música”. Jonas Brothers acúan en España en 2020: será el 16 de febrero en el Wizink Center de Madrid y el 17 de febrero en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Entradas aquí.

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Calificación: 5/10
Lo mejor: ‘Sucker’, ‘Only Human’, ‘Every Single Time’, ‘Love Her’, ‘Strangers’
Te gustará si te gustan: Shawn Mendes, Maroon 5, DNCE, Taylor Swift.
Escúchalo: Spotify

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