Bastille, la simpática banda de Dan Smith, autor único de aquel hit llamado ‘Pompeii’ y co-autor del reciente pelotazo llamado ‘Happier’ junto al controvertido Marshmello, llega a su tercer disco empeñada en demostrar que no es un flor de un día. Para ello, han buscado una coartada conceptual que sirva como hilo conductor para todo lo que cuentan en «Doom Days». El álbum empieza a las 0.15 de la noche (el single principal se llama tal cual ‘Quarter Past Midnight’) y, al margen de que hay otro tema llamado ‘4AM’ y otro titulado ‘Those Nights’, se cuenta una historia de manera cronológica, en la que cada pista representa una hora concreta de la misma noche.
Así, pasamos de la observación de una fiesta en «slow-motion» (‘The Waves’), al momento de irte de esa fiesta (‘Divide’), el instante en que tus amigos se han perdido pero topas con alguien que llevarte a casa (‘Those Nights’) y aquel en el que vuelves a tu hogar y te quedas dormido en la cocina (‘Joy’). Los esfuerzos de Bastille por ofrecer algo bien cohesionado llegan a los detalles (hay una larguísima entrevista al respecto en Billboard) y, por ejemplo, la pista 2 ‘Bad Decisions’ es el desarrollo de una idea que ya habíamos encontrado en la pista 1, donde ya aparecía ese mismo sintagma. Lamentablemente, toda esta teoría no impide que «Doom Days» sea un disco en general reiterativo y poco imaginativo en el ámbito estrictamente musical.
A la sencillez de las letras hay que sumar la de sus múltiples tarareos «away-way, oh, away-way, oh», como es el caso de ‘Quarter Past Midnight’, tan simple, obvio y visto ya como su mención a ‘Love Will Tear Us Apart’ de Joy Division. O como la letra de la central ‘Nocturnal Creatures’, que repite hasta la saciedad «we’re nocturnal / we’re nocturnal…» cuando ya nos habíamos enterado en el resto del disco. ‘Bad Decisions’ recuerda más bien a la Taylor Swift más holgazana, mientras el góspel no logra ocultar que detrás de ‘The Waves’ no hay más que una melodía indistinguible de otras de la misma banda. Lo mismo sucede con las breves incursiones big beat y guiños a los años 90. Bastille nunca se adentran en ello mucho más que para acercarse al sonido Rudimental, como ocurre en la entretenida ‘Million Pieces’, mejor cuando parecía imitar a Underworld. Aquí es la final ‘Joy’ el único single realmente notable, en parte gracias a su vídeo sobre cámaras ocultas, mientras ‘4AM’ destaca entre las baladas, no tanto por su imperceptible inspiración en Frank Ocean como por el modo en que evita convertirse en un tema de Imagine Dragons, como poco antes había sucedido con «Doom Days», que en principio arrancaba en plan Bon Iver… para después corromperse.
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Joy’, ‘Million Pieces’, ‘4AM’, el hilo conductor
Te gustará si te gustan: Imagine Dragons, fun., Rudimental, los anteriores
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