Bleached / Don’t You Think You’ve Had Enough?

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Bleached / Don’t You Think You’ve Had Enough?

La reprimenda “¿No crees que has tenido suficiente?” que pone título al tercer disco de Bleached –proyecto de las hermanas Jessica y Jennifer Clavin, que se dieron a conocer siendo adolescentes en el grupo Mika Miko– es la frase que la segunda se planteó a sí misma cuando llegó al punto crítico de su adicción al alcohol. Así, este ‘Don’t You Think You’ve Had Enough?’ no solo está escrito desde la sobriedad sino desde la perspectiva de luchar por estar vivo, literal y figuradamente, como dice su nota de prensa, a la que se alude en varias letras del álbum, como en la inaugural ‘Heartbeat Away’ (“Está solo a un latido de distancia / Deja al océano luchar por las olas / Es mantenerse con vida o el suicidio”, canta crudamente en su estribillo).

Esa premisa tan poco romántica desde el punto de vista de los tópicos rocanroleros –y tan recomendable desde una perspectiva existencial– no se traduce, pese a lo que pueda parecer, en un sonido dócil y aburrido, aunque sí más limpio y pulido, propiciado por la producción de Shane Stoneback (Vampire Weekend, Sleigh Bells). Con la claridad y la autoconfianza de la sobriedad, las Clavin presentan aquí posiblemente su mejor colección de canciones, sin medias tintas. De hecho, uno diría que el ruido enmarañado que acompañaba hasta ahora sus composiciones en discos como ‘Ride Your Heart’ y el más aguerrido (pero menos inspirado) ’Welcome the Worms’ no hacía sino velar el hecho de que sus melodías no eran tan brillantes. Aquí solo ‘Shitty Ballet’ –que cierra el álbum y fue el primer adelanto del mismo para ejercer como bisagra entre las “viejas” y las “nuevas” Bleached– tiene el espíritu de baja fidelidad maquetera, como reminiscencia de sus inicios.

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Nada que ver con el resto de ‘Don’t You Think You’ve Had Enough?’ que, sin renunciar la pegada hardrockera que les sirvió comparaciones con The Runaways o la nuevaolera que remitía a The Go-Go’s y The Bangles, puede presumir de canciones tan redondas y magnéticas como ‘Hard to Kill’, un esplendoroso número de rock bailable con toques funky, al estilo del que tan buen partido sacaron los tristemente desaparecidos The Long Blondes, a los que vuelven a rememorar en las también fantásticas ‘Somebody Dial 911’ y ‘Kiss You Goodbye’. Es curioso, porque no son la única referencia británica que emerge escuchando este álbum: no es solo que ‘Daydream’ y ‘Rebound City’ remitan un poco a la energía post-grunge de Sleeper, sino que incluso ‘I Get What I Need’ parece un homenaje manifiesto y conjunto a The Kinks, The Jam y The Clash. En ese sentido, ‘Don’t You Think You’ve Had Enough?’ funciona también como un rico y variado muestrario de influencias, en el que hasta se cuela un ramalazo de country de Nashville a través de ‘Valley to L.A.’, en el que Jennifer recuerda la primera excitación adolescente hacia la música en garajes de su ciudad –cita explícitamente al grupo ska-punk Operation Ivy–, cuya frescura aflora en ‘Real Life’. Y es que, aunque se eche en falta algo más de inspiración en determinados momentos –la segunda mitad promete más de lo que al final logran concretar–, ‘Don’t You Think You’ve Had Enough?’ se escucha al completo con gusto, gracias a su luminosidad contagiosa. La cara limpia y vitalista que muestran las Clavin en su tercer disco no solo es una grata sorpresa sino que además refuerza su supervivencia más allá de la escena indierock.

Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Hard To Kill’, ‘Somebody Dial 911’, ‘Heartbeat Away’, ‘Daydream’, ‘Kiss You Goodbye’
Te gustará si: The Long Blondes, Sleeper, The Go-Go’s
Escúchalo: Spotify

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