Santander Music celebraba su tercera y última jornada el sábado 3 de agosto, la más concurrida del festival con 6.500 asistentes frente a los 4.500 del viernes y los 3.500 del sábado: un total aproximado de 14.500 asistentes en cualquier caso, que corrobora la buena salud de la que goza este festival celebrado en la Campa de la Magdalena de Santander, frente al mar y que, con tan solo un escenario además de una carpa de DJ y un line-up breve pero sin nombres de letra pequeña (además de la programación paralela que tiene lugar en la ciudad), resulta una alternativa estupenda para los festivales ultra-masificados que se celebran cada año.
ToteKing hizo los honores en esta tercera jornada con un directo de rap que probablemente no fuera del gusto de todos. No cabe duda de que el rapero sevillano ha sido uno de los más influyentes que ha producido España en el ámbito del rap nacional, pero personalmente encuentro sus letras demasiado amargas y listas para el ataque. Durante el concierto, Manuel González Rodríguez lanza juicios contra la cultura del “mindfulness” y los libros de Pablo Coelho (en ‘Gente tóxica’) e invita a la audiencia a pensar en “aquella persona que odiáis a muerte y os roba energía” para dedicarle otra de sus canciones. Hay muchas formas de hacer crítica en el rap y el discurso de ToteKing me resulta, en base solo a este concierto, algo cargado de odio gratuito.
Por contrario, Zahara es todo paz y amor. Es broma. También hay dolor en las letras de Zahara, muchísimo por ejemplo en ‘El fango’, pero en su caso no es lo único que en ellas encontramos y de hecho su concierto mantiene al público enganchado gracias a la variedad de emociones que alberga incluso dentro de una misma canción. La emotividad de ‘Multiverso’ contrasta con la intensidad de ‘Crash’ o la nostalgia retro-pop de ‘Caída libre’, mientras la cantante ubetense demuestra a lo largo del show una forma y control vocales asombrosos. De hecho, no hay mejor ejemplo de este contraste de emociones que caracteriza el concierto de Zahara que la canción final, ‘Hoy la bestia cena en casa’. Tan divertida de bailar como importante es su mensaje contra la violencia de género, Zahara la interpreta con toda la euforia del mundo mientras tras ella una pantalla proyecta imágenes de personajes públicos divididos entre “humanos” (los músicos de Zahara, Manuela Carmena, “Yola mola 1000”) y “reptiles” (Trump, Abascal, Rivera, Sánchez…). Al final, la cantante pasa completamente del micrófono y se dedica a bailar el estribillo de ‘Hoy la bestia cena en casa’ cual adolescente en su habitación. Un paso que ya conocíamos, pero que no ha dejado de molar. Así, Zahara cruza mensajes políticos sin olvidarse de divertirnos y sobre todo de divertirse ella misma sobre el escenario.
Tras la emoción desbordada de Zahara, Carlos Sadness ofreció un concierto en el que primó el buen rollo de sus melodías y ritmos de indie-pop tropical. Ganges apareció en el escenario para cantar con él ‘Miss Honolulu’ y el cantante y compositor barcelonés, vestido con un traje blanco de estampados florales, animó el cotarro con su nuevo single ‘Ahorita’ así como otros de sus temas más conocidos, como ‘Amor papaya’, ‘Isla morenita’ o ‘Longitud de onda’. Y lo hizo desde un escenario que, en la onda tropical de su música, incluía luces en forma de palmeras. Hacia el final, Sadness se marcó una versión de ‘To My Love’ de Bomba Estéreo, que no sé hasta qué punto era necesaria, pues desfavoreció un poco el repertorio original del artista… y además no es que le quedara muy bien.
Puede que ELYELLA hicieran brincar al público con su sesión final en Santander Music, pero no se puede decir que este no viniera entrenado con antelación gracias al directo inmediatamente anterior de Fuel Fandango. Los ritmos medio house de ‘Trece rosas’, ‘La primavera’ o ‘Salvaje’ se sucedieron casi sin descanso ni variación en un concierto en el que por supuesto Cristina Manjón arrasó con su carisma, su corona de flores y sus bailables flamencos, momento de taconeo incluido. El grupo agradeció al público su apoyo durante los 10 años que lleva de carrera, y que han culminado en la gran popularidad de que la goza actualmente, evidente en un concierto que estaba a rebosar. Claramente Fuel Fandango salieron al escenario con el objetivo de montar una fiesta total y cumplieron su propósito.