«Camilo Sesto, uno de los mejores crooners del mundo”: Amaral, La Casa Azul, Miqui Puig… le rinden homenaje

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«Camilo Sesto, uno de los mejores crooners del mundo”: Amaral, La Casa Azul, Miqui Puig… le rinden homenaje

Hace hoy dos semanas exactas que perdíamos a uno de los mayores fenómenos musicales españoles de todos los tiempos, Camilo Sesto. Una figura de la canción melódica que tuvo un éxito descomunal en los países hispanohablantes: en vídeos virales televisivos y en los propios comentarios de nuestras web y redes sociales, hemos podido comprobar cómo, mientras en España muchos le consideraban poco menos que un freak con un solo hit –insisto: estoy convencido que, si preguntamos a gente random por la calle, muchos le recordarán solo por ‘Vivir así es morir de amor’ o ‘Mola mazo’, como mucho–, en Latinoamérica seguía y sigue siendo idolatrado como una figura eterna.

También nos ha resultado llamativo que muchos músicos del entorno independiente y alternativo lamentaban su desaparición, destacando sus cualidades no sólo como intérprete sino también como compositor y productor. No en vano hay algunos en los que su huella melódica es patente (Amaral), otros que le han versionado apasionadamente (Javier Corcobado), varios que le han hecho guiños en sus canciones (Miqui Puig y Guille Mostaza en Ellos). Y hasta alguno que ha tenido el privilegio de acceder a sus másters y remezclarle (como Guille Milkyway de La Casa Azul). Así que nos hemos dirigido a ellos (y también a Francisco Nixon, cuyo último disco ‘Lo malo que nos pasa‘ era en parte un homenaje al sonido de los 70 que Sesto representaba) para que nos digan con detalle qué admiraban de Camilo, rindiéndole entre todos un homenaje final que hemos querido aglutinar en JENESAISPOP.

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Comenzamos con Amaral, habida cuenta de que en muchas de sus canciones hay un poso –quizá no demasiado evidente, pero palpable– de esa tradición melódica de los 60 y 70, incluso en su último disco, ‘Salto al color‘. Eva Amaral y Juan Aguirre nos envían estas palabras:

«En memoria de Camilo Sesto para JeNeSaisPop:

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Escuchar la contención y el hilo de voz al cantar las primeras estrofas de “El amor de mi vida”, para estallar mas adelante, es sentir que estás ante una figura de calado enorme.
No solo fue un cantante impresionante, también un gran escritor de canciones maravillosas. Con giros melódicos sorprendentes y una gran dosis de misterio debajo de sus historias.

Todo nuestro respeto a su figura y legado, y nuestras condolencias para sus amigos, familiares y seguidores.

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Eva y Juan»

Acudimos también a La Casa Azul, claro, siendo a priori el que más contacto tuvo con su música después de que reconstruyera de tres formas distintas en un reciente maxi el eterno ‘Vivir así es morir de amor’. Elefant Records nos explica que Guille Milkyway está a tope de trabajo tanto en estudio como en sus directos y no puede atender a nuestra petición, pero se remite a la extensa carta que escribió cuando se publicó el citado EP, de la que rescatamos su primer párrafo. Es suficientemente aclaratorio de lo que ha supuesto Camilo Sesto para la música española a juicio del barcelonés:

«Camilo Sesto es una pieza clave en la historia de la música pop en español, un músico excepcional que definió el sonido de la canción romántica, sentó las bases de la música melódica española y la proyectó internacionalmente con una potencia nunca antes vista. Es junto a Julio Iglesias, Raphael y Nino Bravo la voz de una generación que ha trascendido a su época y ha influido a muchísimos artistas más allá incluso de su género. Su talento vocal pero sobretodo su pericia interpretativa son únicos. Su dimensión tanto de compositor como de productor ha estado muchas veces eclipsada por su faceta interpretativa, pero es lo que le conforma como un artista total y le hace tener un status especial en la música en español.

Guille Milkyway»

El día de la muerte de Camilo Blanes, Miqui Puig hacía notar que en la letra de ‘Drama‘, gran single incluido en el disco de Los Sencillos ‘Colección de favoritas’ (1999), él cantaba “Un dia lluvioso en la ciudad de Barcelona, Camilo canta «melancolía»…” No podíamos perder la ocasión de pedirle una nota a un artista que ya le reivindicó a contracorriente. Nótese el nuevo guiño en el texto a esa misma fantástica canción que co-escribió con Marc Botey.

«¿Te acuerdas de sus caras al decir que te gustaba su música?. Eran los noventas, llevábamos las bolsas en bandolera. Y de la misma manera que Gabinete Caligari cargaba con la imitación de Martes y Trece, Camilo cargaba con sus declaraciones en televisión frente a un indocumentado periodista que le tomaba por un freak. Camilo ya entonces era una leyenda, su canciones eran parte de la vida de muchísima gente, mayoritariamente aquella que no tiene prejuicios por que no debe aparentar. La magia del pop, de popular, de llegar a tantísimos rincones del planeta. Y descubrimos su voz, el elemento más destacable, el poder de ella. Seductora a veces, potente y desbocada en pasajes cercanos al soul, pero siempre única. Reconocer una voz es marca, es de lo que se trata esto, la impronta que dejaremos. Y a mi me ha dejado momentos, noches inolvidables y lagrimas. Camilo siempre fue banda sonora de momentos crudos. Me cantaron una vez desde un balcón una canción suya, que luego yo retrate en una mía. Le rescatamos en sesiones, lo grabamos en cintas de regalo o de daño, y esos mismos que nos miraban con cara de oler basura antes, ayer le cantaron a pleno pulmón. Ese es el poder de los cantantes, y las canciones populares.

Miqui Puig»

También ha accedido Javier Corcobado –a punto de relanzar su carrera musical desde el sello Intromúsica, por cierto– a dedicar parte de su tiempo a escribir sobre Camilo Sesto. Para algunos ‘Getsemaní’ se convirtió en un símbolo gracias a aquella versión desgarrada que el icono del underground madrileño hizo junto a Manta Ray en su disco conjunto ‘Diminuto cielo‘. Y él, como descubrimos aquí, no hizo aquella reinterpretación de manera precisamente casual ni caprichosa:

«A mí a Camilo Sesto me lo descubrió mi melómana abuela Aurelia, a los diez años de edad. Por aquel entonces yo ya amaba a Frank Sinatra, Serge Gainsbourg, Raphael, Julio Iglesias, Nino Bravo, etcétera. Aurelia fue quien me llevó un par de años después al estreno de Jesucristo Superstar, allá por 1975 en el teatro Alcalá Palace, y me dejó impresionado. Camilo Sesto, haciendo ‘Getsemaní’, me tatuó el alma con su extraordinaria voz, como unos años más tarde lo haría Alan Vega con Suicide. Teddy Bautista, aparte de haber sido el productor del álbum doble homónimo, también cantaba con su voz soul haciendo de Judas. Inefable aquel espectáculo. Sin duda, Camilo Sesto ha sido (y será, porque gracias a las grabaciones los artistas perduran en la memoria humana y animal) uno de los mejores crooners que ha dado la música pop en el mundo. Lástima que no supiera asumir con bien su alopecia. Que Dios lo acoja en su seno como un arcángel.

Javier»

Como decíamos también al principio, si ha habido un artista del ámbito independiente que ha rendido homenaje de manera explícita y dedicada a aquel cuidado y espectacular sonido orquestal de los cantantes melódicos de los 70, ese es Francisco Nixon. El miembro de Australian Blonde y La Costa Brava destaca, además, cómo Camilo y otros artistas de la época sufrieron los prejuicios de posteriores generaciones, que por suerte hemos sabido derribar:

«La música de Camilo Sesto, y la de tanta gente de su generación, es una música que me enseñaron a despreciar. Para la generación de ‘La Edad de Oro’, la España de Pepe Domingo Castaño y sus ‘300 millones’, era la España a superar. Salir de tu pueblo para vivir la fantasía warholiana de reinvención, huyendo de sitios como Gijón, en mi caso. Todo moderno es un moderno de pueblo. Despreciábamos la pata de elefante por la misma razón por la que los adolescentes desprecian a los niños: nos pilla demasiado cerca.

Solemos dar a los grandes artistas por sentado, pero no hay nada más difícil que hacer un hit. Camilo Sesto fue un gran intérprete y un gran compositor. No conozco mayor elogio.

Fran»

Otro que destaca la figura de Camilo Blanes como autor es Guille Mostaza. El que fuera mitad de Ellos no tiene el más mínimo reparo en reconocer que, pese a los recuerdos infantiles que muchos compartimos, le dejó noqueado ‘Mola mazo’, que afirma es «una obra maestra». Pero además nos revela no solo que tomó una de sus frases para una de sus canciones, sino que, en buena medida, el mayor éxito de su grupo con Santi Capote, ‘Lo dejas o lo tomas’, está inspirado por el mensaje de aquel tema «tecnochochi», el último éxito escrito por Camilo Sesto.

«Camilo Sesto siempre se ha diferenciado del resto de sus colegas, y mucho, principalmente porque componía las canciones que cantaba, con lo que todo lo que salía de su boca lo hacía también de su imaginario propio. Escuchando su obra te das cuenta del sinvivir en el que se mantenía para alimentar a ese dragón compositivo que llevaba dentro. Vivir para la causa deja heridas a muchos niveles, hay quien decide si lo deja o no, y en ambos casos cuándo será eso pero Camilo se mantuvo preso de sí mismo hasta el último momento. Preso y liberado a la vez.

Contaría lo típico, eso de que mi madre me lo ponía, o que recuerdo sus actuaciones en programas familiares y galas después de la cena, que mi canción favorita era ‘Amor, amar’ y que en un karaoke canté borracho ‘Vivir así es morir de amor’, pero a mí lo que me pegó fuerte fue ver a Camilo cantar ‘Mola mazo’ en un programa en el que yo mismo actué, en la televisión nacional. Fue sobrecogedor verle ahí, con esa base tecnochochi, recitando su propia vida a los cuatro vientos, resurgiendo de sus propias cenizas y esgrimiendo su leit motiv al grito de ‘Mola mazo’. Recuerdo que en su día causó muchas risas entre mis contemporáneos, los ejercicios de sinceridad absoluta siempre parecen ridículos, pero a mí me pareció una obra maestra de manera inmediata.

Si la despojas de ese formato discotequero y eliminas ese caduco ‘Mola mazo’ del texto te queda una muy buena canción. Si cambias la producción por una más anacrónica, con cuerdas, coros y estas cosas que hicieron a Camilo ser lo que fue, nos encontraríamos con un temón a todas luces emocionante. Es más, me gustó tanto que de esa canción robé una frase que metí en ‘Nuevo Imperio‘, canción que compuse para el último disco de Ellos. Y confieso, ahora que nadie me ve, que su temática reafirmativa y autoindulgente me llevó a escribir ‘Lo dejas o lo tomas’, a día de hoy la canción más escuchada en Spotify del que fue mi grupo durante casi dos décadas.

La frase que le tomé prestada dice “nadie se aplica los consejos que da”, que me parece rotunda por lo certero y humano de su afirmación, precisamente que salga de él le humaniza, pone un pie en lo mundano pero a la vez sabiéndose conocedor de nuestras miserias de una manera casi esotérica. O de deidad que todo lo saber sin necesidad de comprobarlo. Camilo estaba por encima.

Siempre que me da por probar un micrófono canto “hola, qué tal, cómo te va”, como hizo él en su cacareada y delirante -aunque como era habitual en él, de una autenticidad imparable- aparición en el ya lejano ‘Crónicas marcianas’, costumbre que sigo manteniendo hoy en día. Nunca canté tan bien como Camilo, ni de lejos, pese a intentarlo, pero para mí su presencia escénica me marcó profundamente. Le veías en escena, con la mirada perdida haciendo su clásico falsete y en seguida escuchabas voces diciendo “está loco”, “va pedo” o cosas así, incluso algunas risas, pocos veían a un hombre en su más puro estado de honestidad. En su propia realidad, inventada por él mismo y de nadie más, ni siquiera de su propia familia. Camilo era así por dentro y por fuera, de día y de noche.

A principios de año le vi ensayar con su orquesta al completo en unos locales que hay cerca de mi estudio, estaba en plena forma y no desafinaba ni media nota. Quise acercarme a saludarle en un pequeño descanso pero le vi tan metido en lo suyo que pensé que molestaría más que otra cosa, así que perdí mi oportunidad para siempre. Le echaremos de menos.

Guille Mostaza»

Por último, hemos querido recabar la opinión de un músico tan ajeno, a priori, al universo de Camilo Sesto. Se trata de David García, nombre real de uno de los más prestigiosos e internacionales productores españoles de hip hop, más conocido como Cookin Soul. Él fue el que nos sorprendió al señalar las numerosas ocasiones en las que raperos y productores norteamericanos de la fama de Jay-Z, Rick Ross, Mike WiLL Made-It o Cam’ron habían empleado samples de canciones suyas. También nos dedica un texto en el que revela cómo el musical ‘Jesucristo Superstar’ sigue siendo, aún a día de hoy, un tema de conversación familiar:

«Mi hermano mayor siempre me recuerda “no te imaginas las colas que habian para ver la obra de ‘Jesucristo Superstar’”, ya que las vivió en persona. Camilo fue un pionero y uno de los primeros en alcanzar el éxito internacional y fue por puro talento. Quizá no tenía el sex appeal y el carisma de Julio Iglesias, pero sin duda tenía una mejor voz, una voz espectacular. Su paso por la música no solo tuvo impacto en el mundo pop o mainstream, ya que también, a través del arte del sampling, productores como yo lo han tenido presente en sus tracks y se ha creado su propio legado en el mundo del Hip-Hop, con grandes aportaciones como las que tenéis aquí.

Cookin Soul»



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