Keane han vuelto tras un descanso de 7 años que no ha sido exactamente tal en lo personal, pero durante los cuales diversos artistas les han reivindicado, notablemente Lily Allen, cuya versión de ‘Somewhere Only We Know’ para una campaña navideña alcanzaba el número 1 en Reino Unido en 2013 cuando la original solo había sido top 3, y la ganadora del Grammy a Álbum del año Kacey Musgraves, que ha cantado este tema varias veces en directo, dejando junto al propio Tom Chaplin una actuación que pone los de punta.
Sin expectativas de que ‘Cause and Effect’ vaya a suponer un gran «comeback» comercial para Keane, que llegaron a vender 6 millones de copias de su debut, al menos el álbum sí representa una mejoría respecto a ‘Strangeland‘ sin dejar de ser otro disco de Keane. Los problemas personales de Tim Rice-Oxley han inspirado las canciones del largo esta vez y su secuencia narra claramente una historia, la de su divorcio (‘You’re Not Home’ habla de una casa vacía) hasta el encuentro de un nuevo amor (‘Chase the Night Away’), pasando por algún que otro episodio de autodestrucción (Rice-Oxley fue detenido en 2014 tras sufrir un pequeño accidente de tráfico al conducir ebrio, pasó varias horas en una celda y de eso habla ‘Strange Room’). Tom Chaplin vuelve a ser un intérprete perfecto para estas canciones de desamor, sufrimiento y superación, hasta el punto que a veces parece que las letras las haya escrito él. Cuando en ‘Threads’ canta “quizá se acabó nuestro momento, perdóname, recuerda que soy un buen hombre, no me odies, estaba enamorado y colgando de un hilo”, es difícil no conmoverse.
Ambos hacen muy buen equipo. ‘The Way I Feel’, menos personal pues habla sobre los efectos de la fama en general, es otro estupendo single de Keane, mientras ‘Love Too Much’, inspirada en Ariana Grande como nos ha contado Rice-Oxley en una entrevista, aunque nunca lo dirías, es uno de sus temas más «radio-friendly»; pero el disco encierra sorpresas. La intro de ‘You’re Not Home’ está inspirada en ‘San Jacinto’ de Peter Gabriel, pero podría estarlo en ‘Vespertine‘ de Björk, y similar por estructura es ‘Put the Radio On’, que empieza con una primera parte ligeramente psicodélica para después romper en una emocionante segunda mitad que parece buscar el dramatismo de una balada de ABBA. Tras el precioso outro de ‘Strange Room’, canción en la que Rice-Oxley dialoga con un oficial desde su celda tras haber sido detenido, el álbum pierde fuelle melódico aunque remonta en la esperanzada ‘Chase the Night Away’, pero las letras siguen siendo interesantes como demuestra ‘Stupid Things’: su estribillo, que enumera una serie de excusas absurdas, líricamente está muy bien construido y no puede sonar más sincero. Es imposible no empatizar con Rice-Oxley llegados a este punto y desearle buena suerte, la que afortunadamente encuentra hacia el final del disco.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘The Way I Feel’, ‘Love Too Much’, ‘Put the Radio On’, ‘Strange Room’
Te gustará si te gusta: mucho Keane, los primeros Coldplay, Travis… esas cosas
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