Thom Yorke ha publicado este año un álbum llamado ‘ANIMA’, una de esas obras ariscas que contrastan con la accesibilidad de los inicios de Radiohead o incluso algunos de sus últimos pasos: sin ir más lejos ‘A Moon Shaped Pool’ fue uno de los 20 discos más vendidos de 2016. Por otro lado, la excelente composición principal para piano de la banda sonora de ‘Suspirium’ se ha convertido, por conquistar desde la primera escucha, en el mayor éxito de Thom Yorke en solitario.
Lo de ‘ANIMA’ es otra cosa, pero sí hay un par de canciones que se pueden compartir con viejos fans del grupo que no atienden tanto al trabajo del artista por su cuenta. Un par de temas dignos de aparecer entre lo mejor de toda su discografía. Y son principalmente los que vemos en el excelente corto de 15 minutos que acompaña al álbum en Netflix y que uno de nuestros críticos de cine, Joric, ya analizó en la sección “Estética de videoclip”.
‘Dawn Chorus’ era la canción que cerraba dicho corto, situada en un amanecer en Praga y no en vano ha terminado por ser la canción favorita del público de todo el álbum. Thom Yorke ya citó esta composición en 2009 durante una entrevista, diciendo que era su favorita del grupo, se llegó a barajar para la secuencia de ‘A Moon Shaped Pool’, pero finalmente encuentra su lugar en ‘ANIMA’.
Se trata de una bella pero angustiosa grabación en la que Thom Yorke recita la letra sobre una base de repetitivas notas reproducidas por un sintetizador, bajo la supervisión de Nigel Godrich. La letra habla sobre la (im)posibilidad de volver al pasado para recuperar una oportunidad perdida: “si pudieras hacerlo todo otra vez / sí, sin pensarlo dos veces / no me gusta dejar la puerta cerrada / creo que me perdí algo / pero no estoy seguro de qué”. La canción presenta un sutil crescendo marca de la casa que culmina con el texto: “si pudieras hacerlo todo otra vez / esta vez con estilo”. Os dejamos con la estupenda actuación que Thom Yorke ha realizado de ella esta semana en la tele, a piano.