Las claves visuales de los vídeos de Thom Yorke, Madonna, Miley Cyrus, Caroline Polachek y Ed Sheeran & Travis Scott

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Las claves visuales de los vídeos de Thom Yorke, Madonna, Miley Cyrus, Caroline Polachek y Ed Sheeran & Travis Scott

El cortometraje de Paul Thomas Anderson y Thom Yorke para Netflix, el alegato contra la posesión de armas de Madonna, el empoderamiento femenino y LGTB+ según Miley Cyrus, un paseo onírico de la mano de Caroline Polachek y el juego cinéfilo de Ed Sheeran y Travis Scott. Seleccionamos cinco de los videoclips más destacados de las últimas semanas y escurrimos sus referencias narrativas y estéticas como una toalla de playa.

Anima (Thom Yorke)

La larga relación artística que mantiene el director Paul Thomas Anderson con los miembros de Radiohead (se remonta a 2007, cuando Jonny Greenwood compuso la banda sonora de ‘Pozos de ambición’), ha generado una nueva obra. ‘Anima’ es un brillante cortometraje musical que narra una historia de amor ambientada en un mundo distópico con reminiscencias orwellianas. La pieza comienza en el metro; en un vagón decorado con fotos de personas con ciclopía, donde los pasajeros, vestidos con significativa uniformidad, dormitan en sus asientos. La única que destaca por su vestimenta es la mujer que pone en marcha la acción del relato: la actriz Dajana Roncione, pareja de Thom Yorke en la vida real. A partir del contacto visual que se establece entre ambos y el olvido del maletín como excusa dramática, comienza una odisea -¿por eso lo de los cíclopes?- que se desarrollará por varios escenarios: los alienantes pasillos del suburbano, unas ciclópeas y laberínticas ruinas llenas de inquietantes sombras (la fotografía es de Darius Khondji, habitual colaborador de David Fincher, James Gray o Woody Allen), una gran rampa por la que se deslizan muchos significados (y donde el coreógrafo Damien Jalet exhibe todo su talento), y un emotivo final por las neblinosas calles de Praga donde se consuma el encuentro tras superar Yorke los obstáculos que las fuerzas políticas y sociales habían puesto en su camino. ¿O ha sido todo un bonito sueño que se desvanece con los primeros rayos del sol?

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God Control (Madonna)

Se ha escrito un crimen. Madonna, ataviada como una glamurosa periodista neoyorquina de los años ¿setenta?, escribe a máquina en una habitación decorada con fotografías de artistas e intelectuales femeninas como Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Patti Smith, la coreógrafa Martha Graham y la “pantera negra” Angela Davis, a quien se cita al final del vídeo. Madame X parece buscar las palabras adecuadas para describir el horror de matanzas como la de la discoteca Pulse de Orlando o la de la escuela de Tucson (Arizona), y para denunciar las leyes que las propician. Los mensajes se suceden: la tecla “power return”, el cartel “Straight White Men Rule Everything Around Me” o la frase “We Need To Wake Up” que aparece en la marquesina del club donde ocurre la masacre. En paralelo, y narrado en orden cronológico inverso como en ‘Irreversible’ (2002), vemos imágenes de una discoteca inspirada en Studio 54. Un paraíso de diversión y tolerancia donde la cantante -¿un alter ego de ficción? ¿una proyección?- sufrirá las consecuencias del tiroteo. Al mismo tiempo, las imágenes de ficción son también “tiroteadas” por la realidad, por la inclusión de las imágenes televisivas de las noticias de las matanzas.

Mother’s Daughter (Miley Cyrus)

Una mujer, de raza negra, mascando uno de los alimentos prohibidos si llevas brackets: el chicle. En esta primera imagen del nuevo videoclip de Miley Cyrus está sintetizado gran parte de su contenido semántico: feminismo, multiculturalismo, libertad sexual y visibilización de las corporalidades heterogéneas. Solo faltaría el discurso queer, que se hará explícito según avance el vídeo. Cyrus aparece en ‘Mother’s Daughter’ con una imagen a medio camino entre la Britney Spears de ‘Oops!…I Did It Again’ y la sexualidad pegajosa de Marilyn Manson. Su actitud retadora y movimientos provocativos sirven para unir los diferentes planos del vídeo como las grapas quirúrgicas de una cesárea. Imágenes “apresadas” en un formato cuadrado y dispuestas con desafiante frontalidad, que están compuestas por mensajes de empoderamiento femenino (inspirados en las cuentas de Instagram de FEMEN), metáforas sexuales y feministas (desde el “free the nipple” a la “vagina dentata”) y la aparición de varias personalidades relacionadas con el activismo feminista y LGTB+: la actriz Angelina Duplisea, que aparece retratada como una odalisca de una pintura del siglo XIX; la activista Melanie Sierra, ataviada como una virgen de la leche laica; o la modelo afroamericana, transexual y con parálisis cerebral Aaron Philip, como icono del desafío máximo a la normatividad.

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Door (Caroline Polachek)

El año pasado se pudo ver en el Reina Sofía (y luego en la Tate de Londres) una exposición sobre la artista surrealista Dorothea Tanning. El título de la retrospectiva parece un anticipo del videoclip de Caroline Polachek: ‘Detrás de la puerta, invisible, otra puerta’. Las puertas fue un tema recurrente en la obra de la artista estadounidense, una invitación para entrar en el mundo de los sueños (y de las pesadillas). El vídeo ‘Door’, inspirado en la obra de Tanning, nos sugiere, desde el propio título, un camino parecido: una llamamiento para traspasar el umbral de la cotidianeidad y viajar durante cinco minutos por diversos paisajes mentales y oníricos. La cantante, con un gran llavero en la cintura, nos abre las rejas de su mundo fantástico poblado por motivos visuales muy habituales en la pintura surrealista, en la obra de otros autores como Magritte, Kay Sage o Max Ernst (el que fue marido de Tanning): espejos con reflejos infinitos, ventanas a mundos desconocidos, paisajes de ensueño y espacios dispuestos con la lógica de un cuento de hadas.

Antisocial (Ed Sheeran & Travis Scott)

El video que ilustra ‘Antisocial’, dirigido por el siempre imaginativo Dave Meyers, se puede ver casi como un pasatiempo cinéfilo, un “busca las referencias a películas en estas escenas”. Pues vamos allá. La primera está clara: a estas alturas, nadie que se ponga un traje amarillo con rayas negras, ya sea un mono o una simple chaquetilla de chándal, puede esperar que no recuerde a la Beatrix Kiddo de ‘Kill Bill’ (lo sentimos Bruce Lee). La segunda también es fácil: una mezcla entre ‘Coco’ y ‘La máscara’. La tercera es complicada: ¿Amy Adams y sus rizos en ‘La gran estafa americana’? La de la avispa, ni idea: ¿alguien lo sabe? La de la oficina parece un guiño al ambiente que se vivía en la comedia de culto ‘Trabajo basura’. La del ataque de los pájaros es un explícito homenaje al clásico de Hitchcock. La del faro, más que a una película en concreto, como podrían ser las recientes ‘Keepers. El misterio del faro’ o ‘The Lighthouse’, parece hacer referencia al arquetipo del farero. Después, tras una divertida “pausa para la publicidad”, hay una clara referencia a ‘Marte’, otra a una mezcla entre ‘Eduardo Manostijeras’ y el dentista sádico de ‘La tienda de los horrores’, y una última a ‘Snatch: Cerdos y diamantes’. El videoclip termina con una breve escena que parece una parodia de un videojuego de lucha, y una conversación en un dinner que parece sacada de ‘Pulp Fiction’.

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