‘Per la bona gent’ es el disco más difícil de los Manel… y a pesar de eso han vuelto a ser número 1 en España. Porque también es otra muestra de su talento a la hora de crear grandes canciones pop; talento que, en cada nueva obra, se va ampliando aun más y añadiendo elementos a su imaginario. De hecho, a medida que se suceden las escuchas, vas percibiendo guiños y detalles que te pasan desapercibidos en una primera, segunda, tercera escucha. Hablamos con Arnau Vallvé, Guillem Gisbert, Martí Maymó y Roger Padilla en una aparentemente tranquila terraza de la calle Casp sobre evoluciones, samples, versiones y… meteoritos.
¿’Per la bona gent’ es el disco de Manel más continuista? Vuestros álbumes anteriores siempre suponían una ruptura con el precedente, pero este parece una prolongación de las ideas de ‘Jo Competeixo’.
Roger: Estos últimos días hemos estado valorando cómo han evolucionado los cinco discos. La evolución del primero al segundo es que son canciones más folk, un poco más arregladas con cuerdas y vientos, pero yendo más allá. El tercero fue un giro a hacer un disco de banda, de nuestros cuatro instrumentos.
Arnau: Siempre hay hay canciones que podrían estar en el primer disco o en los siguientes, elementos que son continuistas.
Roger: La primera canción de ‘Atletes [baixin de l’escenari]’, que es ‘Ai, Yoko’, la podemos considerar una “precuela” del siguiente [‘Jo competeixo’].
Guillem: Hay una parte continuista entre ‘Jo competeixo’ y ‘Per la bona gent’, que es que hemos repetido el productor. Notas esta relación entre los dos discos por el hecho de que Jake [Aron] forma parte del disco, como en los otros tres no estaba. También durante estos días, en las entrevistas, hay gente que nos dice que [‘Per la bona gent’] es el disco donde hemos hecho el cambio más abrupto de toda nuestra carrera. Pero hay un elemento, sobre todo en la parte de Jake, que se mantiene en ambos [discos].
Precisamente eso os iba a preguntar, que habéis repetido con Jake…
G: Podríamos no haber repetido, como podríamos haber trabajado con otro productor, o haber vuelto a producirnos nosotros.
¿Tan contentos acabasteis?
R: Sí, acabamos muy contentos, con ganas de más.
G: Con la sensación de que aún podía dar más de sí, de exprimir todo lo que Jake nos podría aportar.
Ya os pregunté en la anterior entrevista por el uso de sonoridades de los 80. En este disco las utilizáis de nuevo. Entonces contestasteis que no eran buscadas…
R: Algunas no sé si son buscadas. En la canción de ‘Amb un ram de clamídies’, los referentes son canciones de los 80, o canciones que son contemporáneas, pero que beben mucho de la estética de los 80. En ‘Boy Band’ sí que hay referencias post-punks, a Talking Heads, que escuchábamos para coger la actitud de esa época.
En ‘Boy Band’ me hace mucha gracia que incluyáis el ‘Boys’ de Sabrina.
R: (risas) Un poco sí…
«Nos están saliendo canciones que son más difíciles de escuchar, que piden que el oyente aprenda a escucharlas»
También creo que habéis reforzado la tendencia de no hacer canciones tan inmediatas. Igual que ‘Sabotatge’ fue un primer single sorprendente, ‘Per la bona gent’ no es un tema que entre fácil a la primera.
G: Eso no es una voluntad. Nosotros, y cualquier grupo de música, queremos hacer una canción que le pongas a alguien una vez y este alguien quede fascinado y crea que eres un genio. Eso es a lo que aspira todo el mundo (risas). A partir de aquí, tú trabajas haciendo cosas que te interesen a ti, intentas que sean muy buenas. Pero nos están saliendo eso que dices: canciones que son más difíciles de escuchar, que piden que el oyente aprenda a escucharlas. ¡Y tenemos la suerte de que la gente, además, lo hace! En ese sentido creo que somos muy afortunados. La confianza de «esta canción no me acaba de convencer, pero esta gente tiene criterio para que la canción esté bien. La he de escuchar más». Esta confianza es un privilegio. Ya digo; no es la intención hacer canciones complicadas, nos salen como nos salen.
R: Pero sí que éramos conscientes de que ‘Per la bona gent’ es menos inmediata que ‘Boy Band’, que es la que pensarías que podría ser el single. Pero no sé si es porque ha salido antes, pero por los inputs que estamos recibiendo, ‘Per la bona gent’ está gustando más.
Precisamente, cuando salió ‘Per la bona gent’, una amiga me escribió para decirme que por fin le gustaba una canción vuestra.
R: Esa amiga… eres tú, ¿verdad? (risas)
G: Una característica del disco es que las canciones son bastante diferentes unas de otras. Las producciones de ‘Per la bona gent’ y ‘Boy Band’ no se parecen mucho. Y dentro del disco hay otras que tocan teclas diferentes. Quizás eso hace especialmente fácil que pasen estas cosas; gente a la que le guste mucho ‘Per la bona gent’ y que no le guste ‘Boy Band’ y al revés. Como realmente tocan estéticas tan diferentes, apelan a emociones diferentes también. Y nos pasa mucho, eso; gente que considera que ‘Per la bona gent’ es la mejor canción que hemos hecho nunca, y hay quienes nos odian por haber sacado ‘Per la bona gent’ y no hacer canciones como las de los tres primeros discos. Este elemento, el que sea tan variado, es sencillo que provoque esto.
En la anterior entrevista comentabais que hacíais los discos para vosotros. Me da la sensación de que encontráis la fórmula y, tal como la encontráis, huís.
G: Pero… ¿la fórmula de qué?
Arnau: Pero la palabra fórmula… Nuestra fórmula es trabajar las canciones, canción a canción, olvidándonos de lo que hemos hecho hasta ahora. Bueno, no olvidándonos, pero sí buscando otras maneras de hacer.
«La “fórmula” es esquiva como un pez que acabas de pescar»
Sí, quería decir, eso.
G: Preguntaba lo de la fórmula de qué, porque queda implícito que es la fórmula del éxito. Y, en el fondo, una cosa funciona en un momento determinado. Al cabo de tres años, esa misma cosa ya es leída de una manera diferente. La “fórmula” es esquiva como un pez que acabas de pescar. La tienes y la dejas de tener, se va otra vez. Por tanto, aunque la quisieras tener, la dejarías de tener en el momento en que te repitieras.
R: Muy bueno lo del pez. Mola.
G: ¡Sí! ¡A partir de ahora lo usaré siempre! (risas)
Martí: Un pez que acabas de pescar está muerto.
G: ¡Has pescado muy poco en la vida!
Tus letras cada vez…
G: ¡Son mejores! (risas)
R: Son esquivas como un pez…
Sí, más esquivas sí que son.
G: ¡Como un pez que acabas de pescar!
R: ¿Eh que sí? ¡Funciona como respuesta de cada pregunta!
«La emoción que tiene la canción a partir de las palabras que estás utilizando, es una cosa que me interesa mucho más ahora»
Las letras cuestan de entender. Has pasado del costumbrismo, de explicar una historia, a esta cosa más “pop”, que es transmitir una sensación, de no importar tanto el “qué” como el “cómo”.
G: Esto que comentas de tener más en cuenta la vibración, la emoción que tiene la canción a partir de las palabras que estás utilizando, es una cosa que me interesa mucho más ahora que no al principio, en que eran letras quizás más literales, en que estabas más preocupado de lo que estabas cantando, del qué y de la literalidad del propio significado. (Pausa). Son escuelas. No creo que una sea mejor que la otra. Pero, por alguna razón, a medida que han ido pasando los años, he ido tirando hacia ese lado, es verdad.
¿Creéis que es vuestro disco más complicado? Yo llevo varias escuchas y tengo la sensación de que apenas he arañado la superficie. ¿No es arriesgado en estos tiempos de playlists?
R: Tenemos la sensación de que sí. Hicimos una primera tanda de grabación en enero y teníamos cuatro o cinco canciones, maquetas, más o menos cerradas y la sensación era de que quizás sí que estábamos haciendo una cosa menos inmediata. Es lo que comentábamos antes, de entre ‘Per la bona gent’ y ‘Boy band’. Que, quizás, hay más canciones como ‘Per la bona gent’ que, de entrada, no sé si abruman. Que no tienen una estructura ni el tiro directo de cualquier canción pop, que pasan por más rincones: hay un sample, una estrofa está cantada de otra manera, otro pre-estribillo… Vamos, que pasan más cosas. Hay mucha información en una canción, demasiados rincones diferentes que, si te pillan desprevenido, te pueden descolocar.
Sobre los samples, quizás me equivoco pero, es la primera vez que los usáis, ¿no?
G: Ha sido la primera vez, sí.
Además son muy evidentes.
G: Yo creo que, el que sean tan evidentes, tiene relación con que es la primera vez que lo hacemos. Y de que no somos nada expertos usándolos. En la cultura hip-hop, que los utilizan muy a menudo, muchas veces se quedan solo con el bombo de una canción, porque es algo que tienen muy incorporado. Pero para nosotros era un acontecimiento hacerlo. Y, por tanto, las estructuras que te salen son así, les das una importancia muy grande a la canción [sampleada]. Igual, si nos vamos acostumbrando, de aquí a tres discos cogeremos aquel golpe de violines de no sé dónde y será algo que estará mucho más incorporado. Las primeras veces, [las canciones sampleadas] tenían un protagonismo muy grande. Hay algunos [samples] más discretos, pero hay dos o tres que son muy obvios.
R: ¿Quieres decir que no son esquivos…
G: …como un pez que acabas de pescar. Efectivamente.
¿Cómo se os ocurrió meter el ‘Alenar’ de Maria del Mar Bonet?
G: Primero teníamos la idea de la canción sobre la bondad, versos que han acabado formando parte de ‘Per la bona gent’, pero aún sueltos, aún muy de aún tener que picar piedra, sobre cuál era la manera de afrontar el tema este sobre la bondad, sobre cómo todos nosotros vamos por el mundo considerándonos buenas personas pero, en el fondo, todos somos capaces de malicias. Esa era la idea. Después, a partir de esto, un día me salió ‘Alenar’ en el random de Spotify mientras estaba fregando platos, estaba escuchando la canción, me estaba gustando mucho y sonó lo de “tres portes”…
Tuve un “ataque proustiano” con «Un ram de clamídies»…
R: Con la Maria Cinta. La tenías olvidada.
¡Olvidadísima! Y ‘Ràdio Capvespre’ era una canción que, en su momento (Nde: 1989), me había cansado de escucharla, creo que en el circuito catalán de TVE la ponían mucho.
R: Y te trajo un recuerdo… ¿agradable o desagradable?
Agradable.
A: Para nosotros era un recuerdo muy de infancia.
G: Tiene que ver con esto del recuerdo de infancia, de recuerdo que lo tienes ahí escondido en un rincón muy extraño del cerebro.
¿Y cómo la recuperasteis? ¿Os acordasteis de ella o fue casualidad, como lo de ‘Alenar’?
G: Esta vez vino de los LPs que tengo en casa. Uno es el de ‘Ràdio Capvespre’, que Arnau me regaló hace muchos años. Y tuvimos una conversación sobre esa canción. En el caso de ‘Clamídies’, toda la canción la hicimos antes. Y, de repente, un día, en una de esas conexiones raras que te hace el cerebro, caímos en que los acordes de la estrofa eran casi los mismos que utiliza ella [Maria Cinta] en el estribillo de ‘Ràdio Capvespre’. También hubo otros intentos [de samples] que, evidentemente, no funcionaron. Pero, en este caso, fue “¡Funciona! Hostia, ¡qué bien!”:
«(Sobre los samples en el disco) La parte esta de recuperar para reivindicar es un efecto colateral de lo que realmente nos interesaba, que era (…) que las canciones nuevas que estábamos haciendo fueran muy bonitas»
¿Hay, en el disco, aparte de la idoneidad del sample, una intención de recuperar o reivindicar a artistas catalanes para nuevas generaciones de oyentes?
G: La parte esta de recuperar para reivindicar es un efecto colateral de lo que realmente nos interesaba, que era utilizar estas canciones, reconocerlas como material muy útil para que las canciones nuevas que estábamos haciendo fueran muy bonitas. No tanto de: “¡Eh! ¡Escuchad esto, que está muy bien!”. Pues para “escuchad esto que está muy bien”, se dice y ya está. Lo del homenaje es algo que está ahí de fondo. A ti lo que te interesa es que eso suene cojonudo y esté integrado dentro de tu canción nueva.
‘Formigues’ es el “tour de force” pero, en vez de colocarla para cerrar el álbum (como hicisteis con la canción ‘Jo competeixo’ en el anterior), la habéis puesto la tercera. ¿No es una posición que puede dificultar un poco la audición del disco?
A: Es oscura y, a la vez, es animada.
G: En ningún momento pensamos que nos estábamos arriesgando por ponerla la tercera. Desde el primer momento todos estábamos de acuerdo en que era una canción de primera cara.
M: La experiencia creo que también puede ser muy diferente… Creo que, ahora mismo, es la tercera canción más escuchada en Spotify. Es un poco como ‘Per la bona gent’, que cuesta de entrar y asimilarla, y no es muy inmediata. También es la más narrativa, requiere entender la historia, pero es lo que dice Guillem: la veíamos como un hit.
A: Sí, lo veíamos como un inicio potente de disco. También ‘Canvi de paradigma’ teníamos claro que abriera el disco, teníamos claro que queríamos acabar con la canción de Sisa… Vas construyendo un poco como un puzzle y al final te queda un orden que te parece lógico.
Otra de las constantes del disco es cómo jugáis con la voz, cómo la distorsionáis. También casi es la primera vez, ¿verdad?
G: En ‘Jo competeixo’, la propia mezcla de Jake ya comenzaba a jugar con las reverbs. Había reverbs muy artificiales. Pero sí que es verdad que en los álbumes anteriores el tratamiento de la voz había sido como“folkie”. La voz está allá, es la del ser humano. Hay un micrófono por medio, pero se supone que ha de ser una cosa realista. Pero, a medida que vas escuchando, te vas dando cuenta que hay otra opción, que es la de jugar con estas texturas para darle a cada una de las canciones una personalidad diferente. Pero para irte acostumbrando has de escuchar música que juegue con esto y darte cuenta de que es una opción. Vas aprendiendo a usar esto como un recurso. Y ahora me encanta. Pero ya digo, cuando estábamos haciendo el primer y segundo disco es que ni escuchaba música que tratara la voz.
«(Sobre el uso de Autotune) Si lo estamos usando nosotros, seguramente es que está a punto de pasar de moda»
Así que el Autotune…
R: Antes lo usábamos sin que se notara, ahora hacemos que saque la cabeza.
A: Ahora lo usamos como recurso artístico.
R: Es algo a lo que nos hemos acostumbrado a partir de escuchar lo que ocurre en el mundo. Si lo hizo Cher hace como quince años quizás, pues ahora lo usamos nosotros (risas).
G: Así, tan a la última estamos.
R: Si lo estamos usando nosotros [el Autotune], seguramente es que está a punto de pasar de moda (risas).
G: Al utilizarlo no sabías hasta qué punto te estabas apuntando a la última moda, hasta qué punto un grupo como nosotros, que ya hace años que empezó, sería algo que no le pertenecería a nivel estético… Pero al final hay un momento en que dices: “mira, nos gusta. No le demos más vueltas”. Y ya está.
Hay un par de letras que me hacen mucha gracia. La primera es ‘Els entusiasmats’. Por cierto, ¿alguien se os ha enfadado porque no habéis nombrado a su barrio en la canción?
R: Sí. Y alguno se ha enfadado por: “¿y por qué los tristes son de El Putxet? ¿Qué queréis decir? ¿Que los del Putxet son tristes?”.
¿Es una reivindicación o una crítica al afán de vivir constantemente experiencias?
G: Una parte tiene que ver con que los topónimos son bonitos. Y que las canciones que tienen palabras de lugares siempre me han gustado, es algo que ha sido bastante constante en nuestra carrera. A partir de aquí, lo que comenta Roger. Tú tienes esta idea sobre unas bandas que lucharán entre ellas y unos vendrán de El Putxet, otras de Sants… A partir de aquí, de los adjetivos, vas probando cosas. En ningún momento pretendes identificar ese adjetivo con un lugar concreto de la ciudad. Te gusta decir ese nombre porque te da la sensación de que es bonito, que es agradable ponértelo en la boca. Y ya está. No tiene más que esto.
«Hay que procurar vivir con entusiasmo, en general»
Yo lo quería preguntar más desde la vertiente sociológica.
G: El otro día leí una interpretación, que no sé si es lo que estás diciendo tú, que decía que era como si hubiera una crítica a estos entusiasmados desde el punto de vista del autor, desde el otro lado. Y, en principio, la canción está planteada desde el punto de vista de esta gente que se dedica a reclutar, desde su entusiasmo, a cínicos, vencidos… Está escrito desde el punto de vista de que vivir entusiasmado a mí me parece una deuda que tenemos. Que hay que procurar vivir con entusiasmo, en general.
‘Boy Band’ es la historia del grupo explicada desde un punto de vista humorístico.
G: Sí. Hay un elemento humorístico y también hay una asunción de muchas de las cosas que nos pasan a nosotros tienen lógicas y sinergias muy similares a las que pueda haber en una boy band. Nosotros en el fondo somos una banda de cuatro señores que hace doce años que hacen canciones, tenemos elementos de boy band. Es como lo que decíamos de ‘Els entusiasmats’; la idea no es reírnos de las Boy Bands. Hay una empatía, hay una relación con estas boy bands. Y la asunción de que, lo que hacemos nosotros, tiene que ver con una boy band y no es tan importante. Simplemente hacemos cancioncitas y ya está.
Ahora no os pondréis a bailar en los conciertos, ¿no?
G: ¡Lo dices como si nos recomendaras no hacerlo!
No, no. Pregunto, pregunto.
A: No se nos está pasando por la cabeza, por si acaso…
¿Y quién era el cantautor que visteis en La Boîte (“L’Àlex em va dur a La Boîte/al concert d’un cantautor. Vaig pensar: seré com ell (no!), vaig pensar: seré millor”)?
G: La persona que me vino a la cabeza fue Gary Louris, que era uno de los dos miembros de The Jayhawks, después de que The Jayhawks estuvieran separados.
‘Les estrelles’, la versión de Janis Ian, ¿cómo vino? ¿A través de Nina Simone?
G: Sí, a través de Nina Simone. La canción es una maravilla. Nina Simone, la interpretación que hace en directo es una maravilla, el enamoramiento llegó de este lado. “¡Qué bonito esto que hace Nina Simone en esta canción!”. Investigando, descubrimos que era una versión de Janis Ian. La canción me gustó mucho y estuve obsesionado con ella durante unas semanas, hasta el punto que la traduje sin adaptar, literalmente. Y, poco a poco, se me metió la idea de que molaría hacer una versión. Pero tampoco pretendíamos que estuviera en un disco de Manel. No lo habíamos hecho nunca. Depende de cómo ellos [el resto de la banda] hubieran reaccionado, no hubiera entrado en el disco. Pero un día se la enseñé y quedó como “hostias, pues quizás sí que estaría bien que [el disco] saliera con esta versión”.
Es la primera versión que incluís en un disco…
G: Sí.
Porque ‘La gent normal’ (versión de ‘Common People’ de Pulp) la hicisteis para un programa de televisión.
R: Sí, después del primer disco la hicimos para el programa Sputnik. Y la de Els Pets (Nde: ‘No t’enyoro’).
A: De hecho, ‘La gent normal’ es una versión que nunca nos han dado el permiso para hacerla. Se pidió permiso y no nos respondieron en su momento, hace diez años. Y, en el momento que la quisimos colgar en Spotify, tuvimos que hacer lo típico que se ha de hacer: una traducción literal de la adaptación para que se lo miraran. Y desde la discográfica nos dijeron: “No. No os damos el permiso”. Por eso no está en Spotify. Tampoco podríamos incluirla nunca en ningún disco.
G: Había una anécdota muy buena, que no sé si es cierta o no. Jarvis Cocker, en un Primavera Sound, alguien se le acercó y le preguntó : “¡Jarvis! ¿Has escuchado la versión que este grupo catalán ha hecho de ‘Common People’?”. Y la respuesta fue: “No, pero mi abogado sí”. Es apócrifa, pero es magnífica. No creo que sea verdad, pero me hace mucha gracia. Y Jarvis Cocker además se ve que tiene una personalidad… que es esquivo como un pez que acabas de pescar (risas).
«De Sisa somos amigos. (…) Siempre ha sido muy generoso con nosotros, siempre ha dicho que le gustamos mucho»
Sisa está medio retirado, pero ha colaborado con vosotros cerrando el dicos en ‘El vell músic’.
G: Bueno, de Sisa somos amigos. Nuestro mánager es mánager de Sisa. Siempre ha sido muy generoso con nosotros, siempre ha dicho que le gustamos mucho. Esto ha sido un honor. Nosotros, especialmente al inicio de nuestra carrera, no nos hubiéramos atrevido nunca a pedírselo, pero en este caso, nos atrevimos. La canción, el tipo de melodía, la estética… Nosotros buscábamos referentes como La Orquesta Platería, el ambiente del Zeleste de los setenta-ochenta… Evidentemente, Sisa encajaba en esta estética y, poco a poco, a medida que íbamos acotando la canción, de manera natural nos fue sugiriendo la idea de que la cantara él. Conversamos y nos dijo que sí. El día que vino al estudio a grabarla fue una maravilla verle trabajar, verlo en el estudio. Es un artistazo. Hizo muy pocas tomas – comparando con las que hago yo -, todas eran una maravilla. Y vaya, estamos muy contentos.
«(Sobre la portada del disco) No es que el meteorito lo dirijamos hacia “la buena gente”»
La portada es de Roger. Esto de titular el álbum ‘Per la bona gent’ e ilustrarlo con un meteorito que se va a estrellar, que no sé si es el famoso meteorito que se supone que tiene que colisionar con la Tierra, ¿es por que os sentís muy apocalípticos? ¿ O simplemente es una broma?
R: No, la idea surge de la primera canción, que es ‘Canvi de paradigma’, y nos sugirió la imagen del meteorito. Que sí que puede ser destructivo, pero también puede suponer una renovación de las cosas. Una sacudida para que nazcan cosas nuevas. Un cambio de paradigma. Y sí que puedes connotar una cosa apocalíptica, pero también con estos colores medio vivos, queríamos rebajar este [apocalipsis].
Es que, aunque el interior no sea tan apocalíptico, ver esta portada justo en un momento como este, tan convulso a nivel nacional e internacional…
R: No es tanto por eso, como a partir del concepto de cambio de paradigma.
A: Sí, no es que el meteorito lo dirijamos hacia “la buena gente”.