Este fin de semana ha trascendido la noticia de la muerte, a los 80 años de edad, de la cantante y actriz francesa Marie Laforêt. El fallecimiento se ha producido en Genolier, en Suiza, país en el que la artista nacida en la comuna francesa de Soulac-sur-Mer y después nacionalizada suiza residía desde hacía décadas.
Aunque Laforêt nunca fue tan conocida fuera de nuestras fronteras como una Françoise Hardy o una France Gall, la artista sí dejó su huella en la música y en el cine, llegando a vender, según La Vanguardia, cerca de 35 millones de discos. En cuanto a la gran pantalla, es especialmente icónico su papel protagonista en ‘A pleno sol’ de René Clement, estrenada en 1960. Después actuaría en ‘La chica de los ojos dorados’ y el título de esta película pasó a ser el apodo por el que sería conocida.
Laforêt, que se casó cinco veces, era conocida por unas canciones que se alejaban de los patrones sencillos de la época, en plena efervescencia yé-yé. Su música era más compleja y sofisticada y podía contener arreglos inspirados en el folclore sudamericano o del este europeo, como informa la Wikipedia francesa. Algunos de sus éxitos fueron ‘Les vendanges de l’amour’, ‘Viens, viens’, ‘Saint Tropez Blues’ o ‘Il a neigé sur Yesterday’, aunque su tema más escuchado en Spotify de largo es ‘Marie Douceur, Marie Colère’. Por otro lado, también fue popular su versión de ‘Blowin’ in the Wind’ de Bob Dylan. Gracias a su particular sonido, la artista pudo ser una influencia para artistas como Belle and Sebastian (‘Et si je t’aime’ aparecía en su recopilación de ‘Late Night Tales’); o en su etapa rockera, en La Femme o en la última Alizée.
En 1978, Laforêt abrió una galería de arte y a partir de entonces su trabajo musical se redujo prácticamente a cero. Tuvo que llegar 2005 para que la artista decidiera ofrecer su primera gira desde la época. En 2008 realizó su última aparición cinematográfica, en la película ‘Les Bureaux de Dieu’.