Hoy es día de Acción de Gracias en Estados Unidos, y mientras la población descansa o rellena el pavo, Kanye West estrena videoclip con el que seguir promocionando su disco religioso, ‘Jesus is King‘.
Si en ‘Jesus is King’ Kanye hace un homenaje a Dios, a Jesucristo y en general a su fe, el vídeo de ‘Closed on Sunday’ está enteramente dedicado a su familia, y protagonizado por esta. Kim Kardashian y los retoños que comparte con el rapero aparecen en este clip rodeado de decenas de personas entre las que también se cuentan la matriarca Kris Jenner y papá West, presente en el vídeo de ‘Follow God’. Todas ellas aparecen llegando desde unos tanques por alguna razón.
El vídeo es intrigante cuanto menos: empieza con Kanye, Kim e hijos acurrucados en unas rocas, y si la aparición de los tanques parece lo más extraño de todo, el vídeo se supera con su final. Después de unos planos épicos de Kanye como clamando a Dios solo en lo alto de una roca, pasamos a otra escena en la que el también productor, acompañado de un enorme coro góspel, es el centro de todas las voces mientras mira a cámara con cara de no saber muy bien qué hacer.
Lo cierto es que ese punto siniestro en su vídeo tiene bastante relación con la oscuridad de la canción, que rápidamente se convirtió en nuestra favorita de ‘Jesus Is King’. Basada en un sample de ‘Martín Fierro‘, un tema de 1970 del folclorista argentino Chango Farías con el Grupo Vocal Argentino, ‘Closed on Sunday’ está repleta de esa solemnidad gospel que requiere esta nueva etapa del endiosado artista de Chicago.
Un trasfondo perfecto para que, con las aportaciones a su base de Timbaland –inusitadamente sutil en esta ocasión–, West desarrolle los ideales cristianos que llenan su vida: partiendo del guiño a una cadena de restaurantes cuyo pío dueño tiene por norma no abrir los domingos, Kanye llama a su familia (especialmente a su mujer Kim Kardashian y su popularísima prole de hermanas, madre y satélites) a «parar con los selfies» y alejarse de Instagram, para dedicarse a la espiritualidad y a cuidar los unos de los otros. En ese sentido, la parte en la que habla de «cuidar a sus hijas» y «mantenerlas alejadas de las víboras» recuerda a algunos fragmentos de ‘ye‘.
Pero es en el segundo verso, cuando la melodía sube de tono, cuando se vuelve más oscura al referirse West a proseguir en el camino de la fe –incluso aunque tenga que hacerlo solo, quizá asumiendo cierta pérdida de popularidad por ello–. También espeta que defenderá lo suyo (de ahí, deducimos, los vehículos blindados que trasladan a los suyos en su rancho de Wyoming) con «las armas del terreno espiritual» coincidiendo con la irrupción (en el vídeo, que no en la versión del álbum) de su numeroso coro, que hace la canción incluso más espeluznante. Lástima que en este caso no haya querido llevarla incluso más lejos. Jordi Bardají & Raúl Guillén.