Persona o robot, chico o chica, pop o metal… Cada uno de los tres álbumes de Poppy, una de las artistas de pop más peculiares de los últimos tiempos, se ha construido a base de disyuntivas. Después de los inicios robóticos de ‘Poppy.Computer’ y de las intenciones ligeramente sociales de su segundo largo, ‘Am I A Girl?’, Moriah Pereira habla en ‘I Disagree’ de su decepción con la industria musical. Por si alguien no lo tenía claro, en uno de sus nuevos vídeos promocionales se dedica a tocar las narices a un grupo de ejecutivos discográficos. Y más allá aún, canciones como ‘Bloodmoney’ y ‘Anything Like Me’ parecen hablar de la acusación de fraude de Mars Argo contra ella y su aún co-productor Titanic Sinclair. De alguna manera el giro al metal parece el camino adecuado para encauzar toda su rabia. Que los guiños metaleros son idóneos para una agitada crisis de identidad es algo que sabían hasta La Oreja de Van Gogh.
Poppy es una rareza de la factoría pop y ‘I Disagree’ es una rareza dentro de la rareza. Ya no es sólo que la cantante haya hecho de los solos de guitarra eléctrica su bandera, que ahora sus mayores influencias sean abiertamente Rammstein y Marilyn Manson. Es que las canciones que ofrece en ‘I Disagree’ están plagadas de giros inesperados, brotes de ira y partes diferenciadas, como ateniéndose cada rato a su porcentaje de cabreo.
El disco se abre con ‘Concrete’, con frases que son toda una declaración de intenciones, en contraste con su pasado: «intenté tomar helado / intenté tomar té / pero lo que necesito es el sabor de la sangre joven entre mis dientes». Para probable desconcierto de Courtney Love y Rage Against the Machine, este año de regreso tras confirmarse como cabeza de cartel de Coachella, del regreso de las guitarras en este 2020 iba a formar parte alguien que ha decidido llamarse artísticamente Poppy.
La propia ‘I Disagree’, entre Metallica y t.A.t.U.; ‘Anything Like Me’, que comienza en plan Billie Eilish para luego entregarse al metal; y ‘Fill the Crown’, un tema que empieza muy Robyn para después tres cuartos de lo mismo; pueden gustar a los seguidores de la penúltima vena de Grimes, con quien Poppy ya colaborara en la era anterior (aunque salieron tarifando). Su segundo disco ya era un poco metalero, y este desarrolla esas ideas. Aunque en verdad, más valor que un disfraz de Halloween tienen esas partes de canciones o esas canciones completas en las que abandona el metal, sin dejar de lado los claroscuros. Si en ‘Concrete’ hay una sección claramente influida por los Beach Boys, ‘Nothing I Need’ es una bonita canción contra la competitividad que podían haber entonado los primeros Cardigans; y ‘Sick of the Sun’ una balada psicodélica, a medio camino entre el indie pop y la chillwave.
Como a modo de recopilatorio, pues contiene referencias a otras letras del álbum, ‘I Disagree’ se cierra con un gran tema llamado ‘Don’t Go Outside’, en el que vienen a la mente artistas tan dispares como Eagles, Garbage, Radiohead, Muse y Queen. Poppy canta en él sobre «esconderse» y «cerrar la puerta con llave» porque «no es el momento de salir a la calle». Pese a su discurso pesimista y a los gritos de horror que suenan en la muy Prodigy ‘Sit/Stay’ y en ‘Bite Your Teeth’, ella puede estar contenta de seguir teniendo cosas que decir en un tercer álbum. Ya es mucho más de lo que algunos pronosticaron cuando la descubrieron en Youtube.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘I Disagree’, ‘Fill the Crown’, ‘Sick of the Sun’, ‘Don’t Go Outside’
Te gustará si te gusta: Marilyn Manson, Grimes, Rammstein, Robyn
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