Podríamos recurrir igualmente al exitoso y premiadísimo ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?’. Pero en realidad, dado que el proceso creativo de ‘Manic’ estaría más que avanzado cuando se publicó y pudimos asimilar el primer álbum de Billie, parece más lógico pensar que fue su primer EP el que realmente marcaría a Frangipane en la creación de ‘Manic’. Quizá siguiendo una tendencia minimalista cada vez más acusada en el pop mainstream, el eco de las exiguas producciones de Finneas O’Connell recorre prácticamente todo este nuevo trabajo de Halsey, incluido las más orgánicas y acústicas. Porque más allá de que el propio hermano de Eilish participe en una de las canciones de este –concretamente en ‘I Hate Everybody’, con esos teclados y arreglos tan beatlescos–, la influencia de ese espíritu sonoro impregna también otros temas en los que no participa como la fantástica ‘Ashley’ –benny blanco y Cashmere Cat están detrás de su producción–, la pseudo-infantil ‘Clementine’ –con John Cunningham, colaborador frecuente del desaparecido XXXTentacion– o los preciosos arreglos de ‘Forever (It’s a Long Time)’ –creados, como gran parte del álbum, con el cómplice más frecuente de Halsey, el noruego Lido–.
La obra maestra de Brian Wilson y sus colegas emerge, con su empleo del pop vocal y la imaginería surf, como una sorprendente influencia en uno de los cortes más refrescantes de ‘Manic’. Se trata de ‘Dominic’s Interlude’, una pieza de más de un minuto que, en contra de lo que se creía, no implica a Yungblud, el ex-rollo de Ashley que se llama en realidad Dominic Harrison. En cambio descubríamos que su co-autor e intérprete es Dominic Fike, uno de los nombres que están destinados a marcar el pop de 2020. Halsey y este joven rapero de Florida se hicieron buenos amigos nada más conocerse, y crearon este bonito número de transición para el disco. Curiosamente, y aunque no se ha hablado mucho de ello, Frangipane ya había colaborado con él un tiempo atrás: ella hace un cameo divertidísimo en el clip de ‘Phone Numbers’, el último hit de Fike. Volviendo a los Beach Boys, aunque este interludio sea un momento único en ‘Manic’, resulta significativo no solo para señalar la diversidad de sonidos que puebla el disco, sino también por lo alejada que su música podría aparentar estar de una estrella del pop de 25 años. Es una inmejorable excusa para revisitar aquel álbum grandioso que estuvo mal editado, primero, y perdido, después, durante años hasta su vasta reedición de 2011.
No cuesta demasiado imaginarse a una pequeña Ashley de 8-10 años fangirleando muy fuerte con ‘Complicated’, ‘Sk8r Boi’, ‘My Happy Ending’ o ‘Don’t Tell Me’. Incluso diría que el timbre vocal y la forma de frasear de Halsey recuerda un poco al de la propia Avril Lavigne. El caso es que ‘3AM’ no puede –ni quiere– eludir la querencia hacia aquel emorock en sus guitarrazos de pop post-grunge que tan buenos réditos comerciales dio a la canadiense. Se percibe claramente en su melodía dulce y pegadiza, pero sobre todo en los guitarrazos pseudometaleros que aporta el productor Greg Kurstin –el tío, como Halsey, le da a todo: es el mismo que le da el toque country a ‘You Should Be Sad
‘– y la siempre contundente batería de Chad Smith, de Red Hot Chili Peppers. No cabe duda que el pop de la canadiense ha marcado a Halsey y, de hecho, apostamos a que fue todo un subidón para ella aquel dueto improvisado que se marcó con Lavigne cantando en una fiesta de Halloween su ‘Girlfriend’.Y nos vamos ahora a un precedente de la misma Avril. El debut de Alanis Morissette pudo ser a Lavigne lo que el de esta, citado en el anterior párrafo, supondría para la infante Frangipane. ‘Jagged Little Pill’, reeditado hace un lustro, fue un disco importantísimo en los 90, al traducir a un lenguaje apto para muchos públicos la colisión de rock tradicional y electrónica y aderezándolo con elementos de funk y rap, con una chispita de rabia generacional. Cuando se editó en 1995, Halsey apenas contaba con un añito de edad pero, como explica en esta entrevista con Zane Lowe, Alanis es «la original», fue la primera artista que «la agarró de las tripas» cuando su madre ponía sus discos en el coche. Ashley explica en la misma interviú que no esperaba respuesta, pero igualmente decidió escribirle una carta para pedirle esta colaboración, diciéndole que este era un disco en el que estaba poniendo partes muy importantes de sí misma y que ella era una de esas partes. Y dijo sí, dejando sin palabras a Frangipane. «No hay otro artista en el mundo que pueda provocar ese tipo de reacción en mí», asegura. El resultado es, pese a acotarse como interludio de ‘Manic’, una canción de casi tres minutos en la que Halsey canta unos llamativos «tu coño es un país de las maravillas». Un grito que proclama su bisexualidad y, a la vez, es una sentencia de empoderamiento femenino. Un concepto en el que Alanis ha sido fundamental para ella.
Aunque no fuera el brillantísimo disco de folk pop de Lady Gaga con el que fantaseábamos –algo a lo que sí se acercó la BSO de ‘A Star Is Born’–, es evidente que ‘Joanne’ ha marcado cierta tendencia en el mundo del pop en los últimos años. La prueba en ‘Manic’ no es tanto ‘You Should Be Sad‘ –a pesar del guiño a Germanotta que incluye su vídeo– como ‘Finally // Beautiful Stranger’. Este tema, pese a que como aquel está co-escrito e interpretado por Kurstin, no es exactamente un tema country para bailar en línea sino una romántica balada acústica que, salvo por la ausencia del constante toque bigger-than-life de Gaga, remite al rollo folkie de ‘Million Reasons‘, ‘Angel Down’ o la propia ‘Joanne’. En el caso de «Finally», supone una bajada de revoluciones considerable tras la iracunda ‘Without Me‘, cambiando de tercio con una preciosa canción de amor (la primera que ha compuesto en su vida, dice Halsey) dedicada a lo reconfortante que puede llegar a ser una relación fugaz con una persona a la que acabas de conocer. Como todo en este tercer disco de Frangipane, retrata con pelos y señales una experiencia personal: el affair que mantuvo con el británico Yungblud. A diferencia de con su ex-pareja G-Eazy, sigue hablando con cariño de él y mantienen su amistad.