Nick Cave tiene una página web en la que contesta preguntas o reflexiones de sus fans. Y en las horas previas al 8 de marzo, el artista australiano ha contestado a un fan que le preguntaba si cambiaría las letras de sus canciones que hoy en día pueden resultar ofensivas.
¿Qué opina Cave? Digamos que él no habría cambiado la palabra «mariconez» de la canción de Mecano. El artista empieza su carta con una comparación: «Mis canciones se sienten un poco nerviosas hoy en día. Son como niños que han estado jugando alegremente en el patio de la escuela, y a los que después les comunican que tienen una horrible deformidad física. Sus corazones se hunden y se mean los pantalones. Abandonan el patio muertos de vergüenza al tiempo que un futuro desdeñoso e hipócrita se gira hacia ellos para tirarles una piedra encima».
Sin cortarse un pelo, el australiano plantea: «¿Qué compositor habría predicho hace treinta años que el futuro perdería su sentido del humor, su sentido de la diversión, su sentido del contexto, del matiz y de la ironía, y que caería en manos de una pandilla de ofendidos constantemente enfadados?» Y añade una interesante reflexión: «Quizá los compositores deberíamos haber sido más cuidadosos con nuestras palabras, esto lo puede reconocer e incluso puedo estar de acuerdo con ello, pero nunca deberíamos culpar a las canciones mismas. Las canciones son organismos divinamente construidos. Poseen su propia integridad. Por muchos defectos que puedan tener, sus almas deben ser protegidas a toda costa. Se les debe permitir existir dentro de su horror aberrante, sin ser molestadas por esos estridentes defensores de lo inocuo, aunque sea como indicador de que el mundo ha evolucionado hacia un lugar mejor y más sensible. Si hay que imponer un castigo, que sea a los artistas, no a las canciones. Lo podremos soportar. Prefiero ser recordado por haber escrito algo que era perturbador u ofensivo, que por haber escrito algo blando y sin sangre».