Jesús fue el expulsado de Operación Triunfo en la gala dedicada al 8-M, y lo fue nada menos que con un 81% de los votos. El joven ha empezado a conceder entrevistas y por ejemplo en la otorgada a Vertele habla sobre el episodio en el que se metió con un par de compañeros por maquillarse. Les dijo que se les «estaba viendo el plumero», lo que provocó que los concursantes recibieran una charla sobre diversidad sexual.
Si ya en RTVE afirmaba que sus comentarios le «habían destrozado», ahora Jesús niega ser «machista», «homófobo» o «tránsfobo», cuando le preguntan en el citado portal televisivo. «No me considero nada de eso. Estoy criado en un ámbito en el que creo en la igualdad de todo: de género, de raza… creo que todos los seres humanos tenemos que tener las mismas oportunidades y no distingo entre una cosa u otra. Mi comentario no estuvo adecuado y mi gesto al decirlo tampoco. Quiero dejar claro que para mí todas las personas tienen el mismo valor y si creo en algo es en la libertad, que es lo que me han enseñado desde pequeño en mi casa».
A su vez, reconoce que tendrá que luchar contra esa imagen que se ha dado de él: «Cuando se te pone una etiqueta es difícil quitártela, pero cuando me conozcan de verdad van a ver que ha sido un error, un malentendido, y ya está». También de alguna manera se muestra comprensivo con la polémica: «Es normal que haya gente que se ofenda. Desde fuera quizás se descontextualiza y se ve todo desde otro enfoque. Lo entiendo perfectamente, pero quiero aclarar que los comentarios han sido en un ámbito de confianza y de broma, y hay gente que no se lo toma como tal. Es normal».
Finalmente, reconoce que si volviera a entrar no lo volvería a hacer. «Es difícil porque desde dentro no te das cuenta, crees que como tus compañeros saben que no vas con tono ofensivo, pues no pasa nada. Si volviera a entrar no lo volvería a hacer, pensaría que hay gente que se lo puede tomar a mal y me mordería la lengua antes de hablar. Son desafortunados ese tipo de comentarios, no están bien».