Sorry / 925

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Sorry / 925

Citar como influencias en la creación de ‘925’, el primer disco de Sorry, nombres tan antitéticos e insólitos como Hermann Hesse, Dean Blunt o Tony Bennett puede ser una completa boutade que se marca el grupo liderado por Asha Lorenz y Louis O’Bryen. Especialmente cuando un vistazo somero a sus primeros singles y a adelantos tan fulgurantes y magnéticos de este disco como ‘Starstruck’ y ‘More’ dejaba claro que en su música hay un fuerte poso de indie rock noventero algo desaliñado y sucio, que les ha valido comparaciones con proyectos con voz femenina como L7, Hole o PJ Harvey. Pero este debut deja claro que hay algo más, algo diferente en ellos.

Basten el arranque del álbum con la extraña ‘Right Round the Clock’, con esos ramalazos pseudo-jazzísticos a lo Bowie que se repiten esporádicamente a lo largo del disco (el saxo en ‘Rosie’ y en la fabulosa ‘Rock ’n’ Roll Star’, aunque obviamente no tiene nada que ver con Oasis), o ese gusto en las disonancias de las guitarras que explican por qué son tan fans de Mica Levi (‘Wolf’ o la arisca ‘In Unison’ podrían perfectamente venir de parte de sus Micachu & The Shapes) para dejar claro que Sorry no son un mero émulo de nada. Son, más bien, una amalgama informe y con tantas aristas afiladas como suaves curvas: esa particular capacidad para crear ganchos melódicos sexys –si es que tal calificativo puede aplicarse a un sonido– que explotan mezclando sus voces masculina y femenina. Y, en todo caso, si hubiera que buscar un referente en el rock de los 90, lo encontraríamos más bien en anomalías como Salad o Helium, como dejan claro cortes a la vez directos y dislocados como ‘Perfect’ o la ya citada ‘More’, que realza maravillosamente la recta final de la secuencia.

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Una secuencia que revela que Sorry, además, saben explotar su particular visión de la producción (les ha asistido James Dring, colaborador habitual de Gorillaz, pero Asha y Louis han estado a los mandos) en canciones no tan incisivas sino más iconoclastas. Los mejores ejemplos son la bonita ‘As the Sun Sets’, que parte de lo acústico hacia un maximalismo casi Disney-esco, o la extraña pareja de cortes casi-pop que cierra el disco, ‘Ode to Boy’ y la nueva versión de su viejo tema ‘Lies’. Esa parte esquiva en Sorry resulta fascinante en muchos momentos, pero a la vez supone a veces una barrera entre sus canciones y el oyente (la oscura ‘Snakes’ es quizá el ejemplo más evidente). Barrera en la que las esquivas letras, llenas de imágenes desconcertantes sobre amor, sexo y muerte, funcionan a modo de alambrada de espino que las corona. Pero eso no hace sino invitar a que sigamos asomándonos a ese espacio inquietante y atractivo que hay al otro lado del que, con suerte, podremos vislumbrar más y mejor en el futuro.

Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘More’, ‘Starstruck’, ‘Right Round the Clock’, ‘Rock ‘n’ Roll Star’, ‘As the Sun Sets’
Te gustará si te gustan: Porridge Radio, Micachu & The Shapes, Salad (si es que los recordabas)
Youtbue: vídeo de ‘Right Round the Clock’

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