Florian Schneider de Kraftwerk ha fallecido a los 73 años, como confirma Billboard después de unos momentos de confusión en los que habían rectificado la noticia tras ofrecerla citando en principio la fuente francesa Ouest-France.
Finalmente hay comunicado del aún miembro de Kraftwerk Ralf Hütter (el único original que queda), que ha confirmado «la muy triste noticia de que su amigo y compañero a lo largo de las décadas ha muerto tras un cáncer agresivo, cuando solo habían pasado unos días desde su 73º cumpleaños», que fue el pasado 7 de abril. La marcha de Schneider de Kraftwerk a finales de 2008 fue dramática, pues su contribución fue seminal en muchos de los discos más importantes de la banda. Pasó de tocar la flauta -adulterada o no- con la que se había curtido en los primeros y más desconocidos álbumes de Kraftwerk, a la patente de Robovox, un sistema para cantar con efecto sintetizador en tiempo real.
Junto con Hütter y tras conocerse en una escuela de arte, el artista fue co-autor de gran parte de la discografía esencial de la banda, lo que incluye álbumes históricos como ‘Autobahn’ (1974), ‘Radio-Activity’ (1975) y ‘Trans-Europe Express’ (1977). Desde ‘The Man-Machine’ (1978), los créditos estarían más repartidos con Karl Bartos, a quien habían fichado para los directos en 1975 y que estaría en el grupo hasta 1991. Por la co-autoría de Florian en temas como ‘Radioactivität’, ‘Europe Endless’ y ‘The Robots’ y por la co-producción de los álbumes, es que Schneider es uno de los músicos más citados como influencia en la música electrónica, y por lo que Kraftwerk vienen a la mente como referencia prácticamente a diario. Entre quienes han lamentado su fallecimiento están Giorgio Moroder, Holly Herndon, la mano derecha de Radiohead Nigel Godrich, Future Islands o Nina Kraviz, como recopila P4K.
En 2008, Florian no quiso formar parte de la gira de reunión y la última vez que se vio a Schneider en un escenario fue en noviembre de 2006 en España, en concreto en Zaragoza. Está documentado en el vídeo bajo estas líneas. Hace unos años, cuando teníamos ocasión de hablar con Karl Bartos, esto nos decía sobre la marcha de Florian: «Florian ya no está y sólo queda un miembro original en la banda, quien está comisariando el catálogo. Es bueno para todo el mundo, porque sería terrible si mi antigua banda no interesase a nadie. Ahora van a actuar a lugares como la Tate Gallery y yo mientras voy a promocionar mi disco. Las cosas están bien tal y como están, cada uno por su lado. En este mundo tenemos que hacernos a la idea de que todo debe morir. Tú morirás, yo moriré, y una banda también muere. Es algo a lo que debemos acostumbrarnos, es algo que no podemos cambiar. Tarde o temprano tenemos que aceptarlo».