Ladilla Rusa se han hecho un hueco en el mundo del pop gracias al descaro y desenfado con el que han afrontado temas como ‘KITT y los coches del pasado’ (2019) y ‘Macaulay Culkin’, ambos por encima de los 2 millones de reproducciones en Spotify y de los 4 y los 3 millones en Youtube, respectivamente. Pese a nuestras reticencias iniciales hacia ‘Estado del malestar‘ (2018), la trágica separación de Las Bistecs les ha beneficiado: si Promusicae siguiera el sistema del Billboard, ambas canciones serían «disco de oro» en España.
El nuevo intento de hacernos reír de los cómicos es ‘Macarrones pop’, que os presentábamos en «Sesión de Control» hace unos días y que desde El Genio Equivocado definen como «una canción de techno pop de lo más bizarra, llena de fantasía y de imaginación». Según ellos mismos, «el punto de partida es la historia que explicaba Tony Genil, que aseguraba que cuando Michael Jackson visitó España estuvo en su casa comiendo macarrones». Continúan Ladilla Rusa: «Esta historia nos hizo pensar en una fotografía: Michael Jackson y Paul McCartney fregando los platos. Atamos cabos y he aquí nuestro descubrimiento: todo pasó el mismo día. Michael, Paul y Tony compartieron una velada maravillosa y luego fregaron y lo dejaron todo limpio».
Esta fantasía da lugar a una de las canciones más descacharrantes y directas de Ladilla Rusa. Una producción que va adoptando varios tempos y pasa por varias fases con y sin acordeón, desde el synth-pop sinvergüenza de Alma-X y L-kan hasta los coros infantiles que, en el vídeo animado, representan un conjunto de macarrones. La letra es más o menos su nota de prensa, solo que, medio entonado, «Michael y Paul fregaban los platos, mientras Tony barría, mientras Tony barría» resulta un estribillo de lo más divertido. Desde su sello definen este nuevo tema como la «antesala de las próximas producciones del grupo» y ojalá sea el caso.
Aunque el origen de la foto de Michael Jackson y Paul McCartney sin lavavajillas a mano no está tan claro, es una de las fotos de ambos que más continúan circulando, sobreviviendo a redes sociales emergentes y pasadas de moda. Más documentado está cómo ambos fueron amigos hasta el punto de colaborar en varias grabaciones como ‘The Girl Is Mine’ de ‘Thriller’ (1982) y ‘Say Say Say’ de ‘Pipes of Peace’ (1983) hasta que partieron peras cuando Michael Jackson se hizo con los derechos de 251 grabaciones de los Beatles tras haber tomado el pelo a Paul con que lo haría.