Paul Weller / On Sunset

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Paul Weller / On Sunset

Resulta realmente asombrosa la capacidad de Paul Weller para mantener la frescura y el interés disco a disco, publicados con una considerable frecuencia. Da igual que esté más o menos inspirado, que se oriente hacia un sonido acústico con prominentes arreglos de cuerda (como sucedía en ‘True Meanings’) o que retroceda puntualmente a su espíritu más aguerrido (aquel de The Jam, en trabajos como ‘A Kind Revolution’). Él siempre logra hacer destacar su impecable elegancia, una clase absolutamente fuera del alcance de la gran mayoría. La clave puede estar en su absoluta falta de prejuicios, que le lleva a mirar al futuro sin dejar de lado el pasado ni caer en mamarrachadas impostadas. ‘On Sunset’, su nuevo álbum, es un buen compendio de todo ello.

En su decimoquinto disco de estudio en solitario, el veterano artista de Surrey se aleja un tanto de esos movimientos previos y, con cierto espíritu sorpresivo, recupera la raíz northern soul que tanto y tan bien supo explotar junto a Mick Talbot en The Style Council. Y, aunque sus letras apelen a una vida reposada en su pueblo natal (‘Village‘), con el tiempo agitándose (‘Old Father Tyme’) y sin más ambición que mantener su idilio con la música, el sonido de ‘On Sunset’ no es exclusivamente nostálgico y ni mucho menos se regodea en un pasado mejor. O no siempre: sí lo hace en una ‘Baptisme’ que podría entonar Van Morrison, en una ‘Walkin´’ próxima a los últimos Beatles y en la bodevilesca ‘Equanimity’.

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Pero en general sus sutiles matices electrónicos (los de ‘Earth Beat‘, con la colaboración de la joven promesa del neo-R&B Col3trane, son los más evidentes) y sus múltiples estructuras aventuradas son del todo menos acomodaticios. A veces funcionan mejor, como en el caso de ‘More’ y la propia ‘On Sunset’, y otras peor, como en ‘Mirrorball’, pero siempre destacan por la clase y maestría de una producción que ha dirigido él mismo, con ayuda de su habitual colaborador Jan «Stan» Kibley y arreglos (muy jazzísticos) de la irlandesa Hanna Peel (John Foxx, The Magnetic North) y la guitarra –con varios solos estupendos– de Josh McCLorey de The Strypes.

Sin duda es encomiable el enorme ejercicio de equilibrio y coherencia que Weller aplica a un conjunto tan variado, pero si hay algo que brilla en ‘On Sunset’ son tanto su fabulosa calidez interpretativa (después de tantos años, en cada nuevo disco canta mejor) como su ingenio compositivo: sacarse de la manga a estas alturas nuevos clásicos como ‘Old Father Tyme’, ‘More‘ (en la que una mujer llamada Julie Gros entona un par de frases en francés) u ‘On Sunset’ no está al alcance de muchos, ni de su generación ni de otras. Y como gran joya de la corona, esa ‘Rocket’ que cierra el disco devolviéndonos a Bowie a la mente. No solo por los arreglos (ese saxo) o esa maravillosa construcción que va de lo acústico a lo celestial, sino porque evoca la vida como una odisea espacial, en la que somos cohetes que nos lanzamos hacia el cielo hasta desaparecer. Y entonces, justo entonces, nos deja rumiando unas palabras muy sabias: «Tods nuestra vida /es el Sistema el que decide. / La institución es vieja / pero sigue a los mandos. / (Pero) Nada en las cajas fuertes / vale en absoluto la pena. / Toda la riqueza está oculta. / Los relucientes diamantes y el oro puro, / bien, quedáoslo todo. / No vale nada».

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Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Old Father Tyme’, ‘More’, ‘On Sunset’, ‘Rocket’, ‘Village’.
Te gustará si te gusta: The Style Council, Dexys, Michael Kiwanuka.
Youtube: vídeo de ‘On Sunset’

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