Matt Berninger: «Es probable que no haya conciertos de The National el próximo año»

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Matt Berninger: «Es probable que no haya conciertos de The National el próximo año»

Matt Berninger ha sacado un disco en solitario… o casi. Porque su ‘Serpentine Prison’ es una suerte de obra coral por la que pasean más de veinte nombres de relumbrón: Matt Barrick (The Walkmen), Andrew Bird, Scott Devendorf (The National), Gail Ann Dorsey, su colega en El VY Brent Knopf… Pero, por encima de todos ellos, el legendario Booker T. Jones. Booker no es sólo el productor de ‘Serpentine Prison’: el entendimiento con Berninger ha sido tan grande, que hasta han creado un sello juntos, Book Records, con el que editan su hijo en común. Matt está vivamente emocionado con la presencia de Booker; tanto, que dedica al menos un tercio de la entrevista a hablar de él. Como si aún no creyera que ha grabado un disco con el mito. ‘Serpentine Prison’ aleja a Berninger de la épica y el drama de The National, para mostrarlo en territorios de un soul orgánico, cálido.

Supuestamente la entrevista a Matt es vía Skype. Tengo todo preparado. Pero para lo que no estoy preparada es para que el enlace que me han enviado decida que mi Skype no es suficiente y que he de usar la versión Business. Pánico. La versión profesional no parece querer descargarse, confirmando todos mis temores ante una entrevista telefónica: que siempre va a fallar lo que menos esperas. Tras un par de minutos de histeria, entra una llamada telefónica convencional de Reino Unido. Alabado sea el cielo: es Matt. Le explico mis problemas con la tecnología. “Lo sé, lo sé”, se ríe. Matt es un torrente de palabras. Habla rapidísimo, deja frases inconclusas que cierra en su cerebro, pero no en la conversación, salta de tema de repente… Cuesta seguir el hilo de su verborrea. Foto: Chantal Anderson.

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‘Serpentine Prison’ es tu verdadero primer disco como cantante en solitario, ¿no?
Sí, lo es. Supongo… (risas) Lo hice con al menos veinte genios (ríe). Pero sí, es el primero con solo mi nombre en la portada. No lo siento como si fuera un “disco en solitario”. A ver, lo es, lo hice, lo abracé, estoy muy emocionado y hacer un disco en solitario sienta muy bien. Pero cada vez que lo escucho, sé que está hecho con veinticinco personas. Creo que es más un disco comunitario que un disco en solitario. Pero bueno, yo era la persona al mando. Son canciones sobre mí y para mí, con ninguna otra pretensión que convertirse en un disco. No son para una película, ni para una obra de teatro, ni para una banda. Cuando empecé a trabajar en él iba a ser un disco de versiones. Pero tras mostrar a Booker las canciones originales [que iba a versionar], le di la vuelta. ¿Iba a hacer un “Rock & Roll Circus”? ¿Para qué?

¿Y cómo surgió la colaboración con Booker T. Jones? No solo ha producido el disco; también habéis fundado un sello juntos (Book Records).
Lo conocí hace 12 años. Me preguntó si quería cantar con Sharon Jones en un disco que estaba preparando titulado ‘The Road to Memphis’. Canté una canción titulada ‘Representing Memphis’. Estábamos en Manhattan, en un estudio minúsculo; Lou Reed iba y venía, Lauryn Hill estaba por allí, Sharon Jones… Es de esas situaciones en que te preguntas: “¿¿Cómo he logrado llegar aquí??”. Todo era caótico, yo estaba aterrorizado, Sharon entró y… fue increíble. Con Booker debí pasar unas tres horas y fue muy simpático. Tan amable y tan respetuoso conmigo… ¡Booker me trató de la misma manera que trataba a Lou Reed o Sharon Jones! Para Booker, yo era igual que esa gente. No estaba fingiendo. Es muy buen tipo. Cuando pensé en hacer el disco de versiones, me acordé de Booker. En las Navidades de 2018 escribí un e-mail al mánager de Booker (¡saqué el email de la web de Booker!) y resultó ser su hija Olivia. Me dijo “le encantará ayudarte”. Hablé a Booker del disco e, inmediatamente, quiso convertirse en el productor y arreglista. Y nueve meses más tarde, hicimos un disco. Sucedió todo tan mágicamente, tan rápido, de una manera tan orgánica…

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Él es una leyenda. Mi siguiente pregunta iba a ser si te sentiste intimidado por él, pero ya veo que casi que has respondido.
Sí. Fue divertido ir al baño entre tantas leyendas. Él era la única persona allí que parecía simplemente un colega. ¡Un tipo que ha trabajado con toda esa gente a ese nivel! El otro día estuvimos hablando de Neil Young. ¡Me estuvo explicando quién era Neil Young! Para él Neil Young es uno de sus viejos colegas, y no está seguro de que todo el mundo sepa quién es, me hablaba de él de la manera en que hablas de un amigo. Le contesté que… ¡por supuesto que sabía quién era Neil Young! (risas) Pero Booker no piensa en términos de celebridad, sino en términos de amigos y músicos. Es alguien muy especial.

Y no sólo Booker T. Jones. Ya has comentado antes lo de los veinte genios. Hay gente como Andrew Bird, Matt Barrick (The Walkmen)…
Y la lista sigue y sigue. Hay gente de mi primer grupo, gente de mis grupos favoritos, gente de The National… Literalmente, gente de cada una de mis bandas. Creo que metí a todas las personas con las que he escrito buenas canciones.

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El disco suena como como si se hubiera grabado en directo. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
El verano del año pasado, durante dos semanas, volaron todos hacia Venice, California, a un pequeño estudio que está en la bahía, cerca de mi casa y cerca del océano. Y el estudio es fantástico, lleno de esculturas eróticas y fetichistas, muy de señora de California de los años 70. El estudio se llama Earthstar Creation Center. ¡Hasta el nombre es cósmico y maternal! Durante dos semanas la gente iba y venía, no llegamos a estar juntos todos a la vez; cinco o seis como mucho. Ensayaban y grababan su canción ese día. llegamos a grabar dos por día. Todo el mundo se concentraba en Booker; yo estaba haciendo mis comentarios sarcásticos, maníacos, yéndoseme la cabeza todo el rato. Booker era a quien todo el mundo hacía caso. Y yo era el tipo al que todos trataban de ignorar (risas). Era justo lo que quería: que la gente se divirtiera, pero que siguieran a Booker. Fue como meter un huracán dentro de la habitación, necesitas notar quién es el ojo del huracán. Él… (pausa) creo que es el mismo que era con 20 años. Se concentra en llegar al corazón de la canción. Y era un referente para todos. Ha trabajado con los más grandes músicos en el pasado… ¡y yo le traje a todos mis colegas! Y no trató a ninguno de manera diferente a la que habría tratado a Neil Young o Bob Dylan. Porque es gente que ama la música, gente que ama lo mismo que él ama. Fue muy amable. Por supuesto que me dijo que me callara cuando hacía falta que me callara (risas), me animaba cuando me tenía que animar, me espabilaba cuando necesitaba espabilarme… Actuó bastante como “coach”, era como un guía o pastor musical. Fue fantástico.

«Booker T Jones nos trató como habría tratado a Neil Young o Bob Dylan. Fue muy amable, aunque por supuesto que me dijo que me callara cuando hacía falta que me callara»

El sonido del disco tiene una calidad muy bonita, orgánica, como si estuvieras allí. Y suena muy calmo. Pero ha salido en una época bastante dura. ¿Lo ves como un bálsamo para los malos tiempos?
Las canciones fueron escritas antes de la pandemia. Y vivimos en esta era tan trágica. Un millón de personas ha muerto, porque no estábamos preparados desde el punto de vista sanitario. Pero el drama no es de ahora. En EEUU hace años hubo un drama, cuando una bestia horripilante de falsas promesas que había cometido abusos sexuales, una escoria, un trozo de mierda, se presentó a presidente de EEUU y ganó. ¡Eso es dramático! Esta pandemia es dramática a nivel global (pausa). Me da asco pensar que los católicos, que forman buena parte de su administración, estén apoyándole y apoyando el supremacismo blanco, una organización criminal. Yo soy un buen católico y no lo entiendo. Según dicen los salmos: perdónalos, porque no saben lo que hacen (pausa). Toda esta mierda, todos estos asuntos, pudieron afectar al disco… pero no directamente. No quiero escribir canciones ni estar pensando en los cimientos de esas némesis de patriotismo americano, no quiero escribir canciones sobre ello. Lo estoy viviendo; así que al estudio llevo mi mierda, mi corazón, mi alma. No quiero entrar en las almas de esos otros americanos. Me importan una mierda. No quiero pensar en ellos más.

«Me da asco pensar que los católicos, que forman buena parte de la administración Trump, estén apoyándole y apoyando el supremacismo blanco, una organización criminal. Yo soy un buen católico y no lo entiendo»

En la hoja promocional te leí que, antes, necesitabas meterte en la cabeza de otras personas para escribir canciones, lo que me sorprendió mucho, así que… ¿es esta la primera vez que escribes sobre ti? ¿O me equivoco?
Sí… Escribí ‘I Am Easy to Find’, con todos esos personajes diferentes, con los recuerdos de esos personajes, y muchos de esos personajes eran mujeres. Había el eco de la madre de la protagonista, el eco de su propio hijo… Creé todas esas letras con Mike Mills alrededor [NdE: el director del cortometraje del mismo título] con la intención de explicar la historia en abstracto de esta persona, pero sin generalizar. Fue fantástico. Escribir ‘I Am Easy to Find’ fue un auténtica guía hacia sobre alguna fuente de identidad intergénero. ‘Serpentine Prison’ era el lugar para colocar mis propias cosas. Esta vez no estaba hablando de las ideas de otros; estaba hablando de mis ideas. Supongo que mi cabeza entre y sale de las cabezas de otras personas, pero en este disco el único propósito era ser un disco. No para convertirse en una película, no para usarlo para la beneficencia o para publicidad. Es simplemente un disco para escuchar.

«Es probable que no haya conciertos de The National el próximo año»

Teóricamente, The National tiene programados conciertos para el año que viene (en España, en el Primavera Sound del 2021), pero… ¿crees que llegaréis a tocar en directo este año? Y segundo, ¿vas a hacer gira en solitario con este disco?
Tan pronto como la gente puede hacer esto [ir a conciertos] con comodidad, voy a hacer una gira en solitario, si pudiera ser con banda sería fantástico. Hay muchos conciertos de The National que han sido reprogramados. Me gustaría hacer algunos de estos shows, pero es probable que no haya conciertos de The National el próximo año. Podemos llegar a tener 20.000 personas en un concierto, amontonadas, sudando, llorando… Una marea de gente compartiendo eso. Ahora no puedo hacer un concierto de The National. No puedo. The National van a estar en espera hasta que todo eso no vuelva. Pero yo tocaré en recintos más pequeños tanto como pueda. Echo de menos el público, echo de menos cantar, actuar. Mucho. No echo de menos los hoteles, ni los aviones, el backstage. Pero sí echo de menos a la gente gritando en mi cara. ¡Echo de menos las bocas de la gente!

«The National conocíamos a Taylor Swift desde hace tiempo, teníamos amigos en común»

Esta es obligada: ¿qué opinas del ‘Folklore’ de Taylor Swift?
Creo que es súper emocionante; que tanta gente haya tenido esta oportunidad de hacer algo así. Casi todos los artistas que conozco están conectando con otros artistas con los que parecía que antes no se podía conectar. The National conocíamos a Taylor Swift desde hace tiempo, teníamos amigos en común y… este es el ejemplo perfecto de algo que creía que nunca pasaría. Coges a algunos de mis músicos favoritos y los juntas con Taylor, que es una de las mejores compositoras. El disco fue una hermosa e increíble sorpresa, poder ver a todos estos talentos juntos… Lo adoro. Mucho.

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