La influencia de ‘El mal querer‘ de Rosalía ha traspasado nuestras fronteras para llegar a otros lugares. No solo C. Tangana se re-apropia de símbolos asociados a la derecha como el pasodoble o la misma bandera de España para eliminar su connotación fascista, sino que de repente también un single de Camila Cabello incluye palmas flamencas, otro de James Blake ídem, Dua Lipa y Katy Perry colaboran con CANADA…
Desde Bélgica, la cantante y rapera Lous and the Yakuza acaba de publicar su primer disco, un ‘Gore’ producido por El Guincho en su totalidad. La artista le contactó después de escuchar ‘Malamente’ y la colaboración ha resultado en un largo que tiene poco de folclor y mucho del trap-pop de moda, si bien la visión de Marie-Pierra Kakoma y Pablo Díaz-Reixa nunca suena demasiado desesperada por intentar sonar en toda playlist posible. Las canciones de ‘Gore’ suenan elegantes, cálidas y envolventes -se nota la mano de Pablo en la delicadeza de capas melódicas y percusiones- y la duración del disco -apenas 29 minutos- ayuda a que su sonido lineal -en el que apenas hay un par de concesiones al Caribe o a la balada acústica- no se termine haciendo bola.
Como hemos contado, la biografía que se conoce de Marie-Pierra Kakoma es de verdadera superación. Sus padres, dos médicos africanos, él de Congo y ella de Rwanda, la desheredaron a los 18 años al descubrir que quería dedicarse a la música, y la artista pasó entonces a vivir en la calle hasta que encontró un estudio en el que se asentó para pernoctar. De ahí empezó a hacer contactos con productores… y el resto es historia. De su paso de la miseria al éxito habla una de las mejores canciones del disco, la evocadora ‘Dans la hess‘, en la que defiende que todo lo que ha conseguido le ha costado sudor y sangre, pero el disco incluye retratos de la calle más duros. En ‘Courant d’air’, la cantante imagina la vida de una madre que ha de prostituirse para sobrevivir porque ella misma llegó a plantearse la prostitución como modo de vida en un momento; y ‘Quatre heurs du matin’ relata una violación desde los dos puntos de vista, víctima y depredador.
En ‘Gore’, sin embargo, prima un sentimiento de resistencia, como en ese ‘Amigo’ en el que Lous «lucha contra la enfermedad mientras el mundo colapsa» a su alrededor. La artista se enfrenta a los obstáculos de la vida, pero también a las personas que quieren derribar su espíritu, y manda más de un mensaje anti-racista. En el adictivo single ‘Dilemme’, Lous canta que el arte le «atraviesa» el alma y sentencia que su piel «no es negra, sino de ébano», mientras en el repetitivo ‘Tous est gore’ aboga por «vivir el momento» y a «toda velocidad» al tiempo que clama que las personas negras «llevan haciéndose twerk desde el albor de los tiempos» y, en otra frase, se dirige a un interlocutor para pedirle que no la llame «cariño» porque ella es capaz de «demoler su confianza solo con palabras». Donde la música de ‘Gore’ es amable e hipnótica, las letras son viscerales o relatan historias como las descritas en el párrafo anterior.
Entre los cortes de ‘Gore’ que se salen de su línea de trap general destaca el dancehall translúcido de ‘Telephone sonne’, sobre la incapacidad de Lous para conciliar el sueño cuando se siente tan cerca de conseguir eso mismo, sus sueños, y la final ‘Solo’, que ofrece una agradable clausura centrada en los instrumentos orgánicos, como guitarras o percusiones. En ella, la artista pide a Dios que le «saque del camino de la venganza», pero con toda su vida canalizada en este proyecto, parece que Lous and the Yakuza ya transita un nuevo camino.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Dilemme’, ‘Telephone sonne’, ‘Dans la hess’
Te gustará si te gusta: el trap-pop a lo Post Malone o Drake, pero también el pop en francés
Youtube: vídeo de ‘Dilemme’