Las «serendipias encadenadas» que llevaron a ‘Legal Man’ de Belle & Sebastian

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Las «serendipias encadenadas» que llevaron a ‘Legal Man’ de Belle & Sebastian

Parece casi un sueño echar la vista atrás un año y recordar una “vieja normalidad” en la que en el mes de noviembre Belle and Sebastian actuaron en España como si tal cosa. A mis preciosos recuerdos de su concierto en Pamplona se suma la suerte de que pude conversar con el grupo al final de la actuación, en una charla muy entretenida sobre música y la vida en general.

Durante el rato que pasé con Stevie Jackson le comenté de pasada que días antes había estado pinchando en el Nébula Bar y que en un momento de la pinchada bastante psych y garagero colé ‘Legal Man’, que fue bailado y celebrado casi como un hit perdido de los últimos 60. Stevie sonrió orgulloso, me dijo que era genial oír eso y se embarcó en un detalladísimo relato sobre cómo se había gestado la canción. En el animado fragor del camerino sudé tinta tratando de memorizar cada detalle que me contaba y no perder el hilo por el ruido o por su característico acento de Glasgow… al acabar le di las gracias y le dije que igual le escribía para que me repitiera con calma algunos de esos detalles. Aceptó muy amablemente, y tras once meses ciertamente complicados para todos, por fin hace pocos días Stevie se sentó via Zoom con JNSP para contarnos esta fascinante historia de su hit.

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¿Cómo surgió la idea?
Desde siempre nos había gustado mucha de la música grabada en Memphis, en los American Sound Studios de Chips Moman, con esa banda residente que tocó en clásicos como ‘Dusty In Memphis’ de Dusty Springfield o en los discos de Elvis de los 70 (canciones como ‘Suspicious Minds’) y también los discos de los Box Tops de Alex Chilton… y uno de los sonidos de la banda que más nos gustaba era el del sitar que sonaba en ‘Cry Like a Baby’ de los Box Tops, o en ‘You’ll Think of Me’ de Elvis Presley.

Un sonido muy característico de la época.
Sí, sonaba en muchas otras canciones esos años como el ‘Band of Gold’ de Freda Payne o ‘I Was Made to Love Her’ de Stevie Wonder. Y yo siempre pensé que era un sitar auténtico, hasta que caí en la cuenta, años después -quizá lo leí en alguna parte- que no era un sitar. Era una guitarra que hacían sonar como un sitar, y pensé: “guau!”. Un tiempo después estaba en una tienda de instrumentos de Glasgow que se llama CC Music donde trabajaba y reparaba guitarras un tipo llamado Jimmy Egypt. Me puse a hablar con él de este tema y me dijo: “sí, lo sabía. ¿Quieres que te construya una?”. Y yo le dije: “¡Sí!”. Realmente no es muy complicado, le ponen una placa de metal al puente de la guitarra para que la cuerda al vibrar lo roce, y haga ese sonido característico. Jimmy me dijo: “coge una guitarra barata, cualquiera”, y elegí una Danelectro de 160 libras. Se la dejé y volví dos o tres semanas después.

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Ya tenías tu sitar…
Sí. Y básicamente lo primero que toqué, para probar el sonido, fue esa línea descendente con la que empieza la canción ‘Legal Man’… y lo siguiente, ¡el riff de la misma! Simplemente salió. Me gustó, y en el siguiente ensayo (por aquel entonces seguíamos ensayando en el cuarto de Stuart… es extraño, con tres discos publicados todavía seguíamos ensayando así) se lo enseñé y Sarah dijo: “hagamos una canción con eso”. El día anterior habíamos tenido una reunión con nuestro abogado, y Sarah dijo: “podríamos hacer una canción sobre Robert White” (ese era su nombre). Y entonces yo dije que la podríamos llamar ‘Legal Man’ y les gustó la idea. Fue como una serie de serendipias encadenadas, porque un par de días antes Isobel había estado viendo a Al Green en concierto, así que al oír mi riff empezó a cantar “L-O-V-E love, it’s coming back, it’s coming back” (por la canción ‘L-O-V-E’ de Green), y me pareció genial. Y a continuación a Stuart se le ocurrió la parte final de la melodía, la de “refer to our discussions…”, y después Chris aportó lo del final (“get out of the office and into the sunshine”…). Finalmente Mick dijo: “hey, podemos hacer esto en la mitad”, y sugirió lo que sería el puente instrumental. Lo grabamos en una cinta para acordarnos y ya estaba. ¡Diría que no nos costó más de 10 minutos acabar de componerla!

Increíble. ¿y las letras?
Efectivamente faltaban las letras de la estrofa, así que me fui a casa, cogí uno de nuestros contratos discográficos y empecé a copiar frases legales tipo “refer to the discussion” o “notwithstanding provisions of this clause” y a ponerlas en el contexto de un asunto amoroso. Con eso la canción estaba acabada, y creo que fue la primera vez que hicimos una canción en la que todo el mundo aportó algo.

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¿Cómo fue la grabación? El sonido retro está muy logrado, con una base que suena “gorda” y con punch.
En el estudio nos volvimos una vez más a enfrentar con la conocida situación de que nos encantaba la música de los 60 pero era difícil de emular ese sonido con toda esa tecnología moderna. Pero Chris -Dios le bendiga- dijo: “escuchad, tenemos que grabar esto usando sólo cuatro pistas”. Era nuestro estudio habitual, una consola con 24 o 48 pistas, pero le dijimos a Tony Doogan lo que queríamos, y él dijo “¡vale!”, sin poner ningún problema. Así que lo hicimos en plan old school, usando sólo cuatro de las pistas y haciendo ping-pong entre ellas. El fondo instrumental lo grabamos en directo -con Stuart Murdoch al bajo, por cierto, un bajo maravilloso- y luego hicimos las tomas vocales en otra toma posterior, pero en plan antiguo, con Stuart y yo juntos en un micro y las chicas en otro. Cuando lo mezclamos a Stuart no le gustó demasiado, pero a mí me gustaba (risas).

¿Y de ahí a convertirse en un éxito?
Una vez grabada la canción el sello la oyó y decidieron sacarla como sencillo… fue todo muy mágico, porque se inició con un simple pensamiento, “oh, un sitar que en realidad es una guitarra que suena como un sitar”, y a partir de ahí toda una secuencia de eventos hasta crear la canción… y lo siguiente que te ocurre es que te llaman de Top of the Pops para actuar, porque fue un Top 20 en la lista principal de éxito. Fue genial porque era el programa en el que todos los que crecimos en los 70 soñábamos con aparecer.

‘Legal Man’ suena en la entrega nº 369 de Popcasting, el podcast de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.

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