Kate NV es una aficionada a los programas de televisión infantiles de los 70 y 80 por su componente artesano y naíf. En especial, le inspiran las «decoraciones falsas» que poblaban aquellos espacios, hechas a mano con materiales como el papel o la esponja y mucho más «cercanas» que los planos digitalizados de hoy en día. Su nuevo disco, ‘Room for the Moon’, es un viaje de fantasía a otra época en la que la visión de lo mágico no era creada por un ordenador.
La música de ‘Room for the Moon’ recuerda al art-pop de Kate Bush, Grace Jones, Sparks… pero también a artistas japoneses como Miharu Koshi o Yasuaki Shimizu. El pop ruso y japonés de los 70 y 80 es una referencia citada por la misma nota de prensa, la cual explica que el álbum «conjura recuerdos no vividos de la música y televisión» de aquella época, a pesar de que la propia Ekaterina Shilonosova asegura que el sonido del disco se inspira en los viejos programas de animación soviéticos que veía de pequeña, como ‘Marafon’, que titula una de sus pistas. De hecho, es un escándalo lo viejo que puede llegar a sonar ‘Room for the Moon’ aunque sea a propósito: todo el disco desprende un aroma vintage en el reverb de baterías y guitarras, en el color de los sintetizadores y en la prominente presencia de saxofones y marimbas, que engañaría a cualquier trivia humana.
El pop de Kate NV no habita el mundo actual ni falta que le hace. Entrar en ‘Room for the Moon’ es como caer por el hoyo de ‘Alicia en el país de las maravillas’, la versión televisiva rusa de 1981, y vivir una experiencia impredecible en la que gobierna un surrealismo lleno de color que no obedece a estructuras ni códigos convencionales. En el disco, la voz de Kate NV es solo un instrumento más en este universo sin estribillos marcados y en el que «la música dicta las reglas» y las palabras son solo una «capa adicional y abstracta». Si ‘Plans‘, el single más accesible del álbum, con un punto a la Kate Bush de ‘The Dreaming’, y otro a los Japan de ‘Tin Drum’, reflexiona sobre el mundo moderno, ‘Du Na’ opta por dedicar sus casi 7 minutos a mimar instrumentalmente, sin palabras, el universo de saxofones y percusiones ufanas que construye, y que podrían ser 20.
Algunas capas instrumentales de ‘Room for the Moon’ recuerdan a las experimentaciones ambientales con el sintetizador Buchla realizadas por Kate NV en ‘для FOR’, su segundo disco, pero este es ante todo el disco de pop que cabía esperar de la artista después de ‘Binasu’. Las canciones de ‘Room for the Moon’ son más densas pero también más memorables. La exuberante ‘Not Not Not’ atrapa de inmediato aunando con urgencia sintetizadores retro, marimbas y bajos de post-punk que recuerdan de dónde viene esta artista, y no puede ser más cautivador el «spoken-word» en japonés de Nami Sato en ‘Lu Na’, otro de los singles. Las composiciones de ‘Room for the Moon’ pueden ser tan misteriosas como ‘Marafon 15’, en la que Kate percibe el «atisbo de un recuerdo fugaz», tan hipnóticas como ‘Sayonara’ y tan absurdas como ‘Ça Commence Par’, cuya letra contiene una especie de adivinanza gastronómica.
En ‘Room for the Moon’, Kate NV ha creado una panorámica de surrealismo, absurdo, teatro, color y sueños que solo podía haber salido de su cabeza. Y si no era suficiente con mencionar a la autora de ‘Hounds of Love’ dos veces, el tema final, ‘Telefon’, despeja el ambiente como ya lo hacía ‘The Morning Fog’ en la obra maestra de la británica, para llenarlo de luz y esperanza. La melodía más bonita de todo el disco se encuentra posiblemente en esta canción. Lo que sucede antes es un viaje caleidoscópico que intriga, fascina, maravilla y aterra a partes iguales y que parece salido de otro tiempo y también de otro mundo.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Not Not Not’, ‘Du Na’, ‘Sayonara’, ‘Plans’, ‘Lu Na’, ‘Telefon’
Te gustará si te gusta: Kate Bush, Japan, Klaus Nomi, Talking Heads, Yasuaki Shimizu, Plastics
Youtube: vídeo de ‘Marafon 15’