Luis Llosa, primo de Vargas Llosa, tiene el dudoso honor de haber dirigido dos de los peores blockbuster de los noventa: ‘El especialista’ (1994), con Sylvester Stallone en plan señor mayor duro y sexy, Sharon Stone rentabilizando el éxito de ‘Instinto básico’ (1992), y Gloria Estefan castigándonos los oídos con ‘Turn the Beat Around’; y ‘Anaconda’ (1997), disparatado esqueje de la saga ‘Tiburón’ que, gracias a su chapucero uso del CGI, se ha convertido en un pequeño clásico del terror cutre con reptiles asesinos.
La anaconda que estruja a Billie Eilish en el videoclip ‘Your Power’ (dirigido por ella misma) no es tan risible como la que perseguía a Jennifer López en la película, pero es casi igual de grande. Utilizar a esta serpiente constrictora como metáfora del “abuso de poder”, como símbolo de la opresión, como forma de representar la sensación de sentirse prisionera en una relación dañina, no parece el súmmum de la creatividad.
Sin embargo, al combinarlo con las imágenes de la cantante californiana sentada en un risco de las desérticas montañas de Simi Valley, un espacio abierto y monumental que sugiere todo lo contrario a la opresión, evoca libertad y espiritualidad (aquí se asentaron varias sectas hinduistas en los sesenta), se produce un choque semántico que resulta bastante sugerente. Desierto y serpiente también remiten a la Biblia, pero eso ya sería estirar demasiado el hilo interpretativo.