Unos días después que la banda de reggae de Florida Artikal Sound System haya saltado a la actualidad musical tras acusar a Dua Lipa de plagio por ‘Levitating’, su éxito de 2020-2021 que continúa hasta bien entrado 2022, una demanda similar emerge hoy por parte de tres compositores que acusan de plagio a Sam Smith y Normani por su éxito de 2018 ‘Dancing with a Stranger’.
Jordan Vincent, Christopher Miranda y Rosco Banloai sostienen que ‘Dancing with a Stranger’ es un plagio directo de su single de 2017, ‘Dancing with Strangers’, interpretado por el primero, y aluden a la similitud de sus títulos y de sus respectivos ganchos melódicos. En concreto, la demanda señala que «el estribillo de ambas canciones contiene la letra «bailando con un extraño» y que, en la canción, esta frase aparece en una melodía y en una composición musical casi idénticas».
La cosa se complica: según los demandantes, Sam Smith, Normani y sus equipos tuvieron acceso a la canción a través del sello Thrive Records. El sello «se mostró extremadamente interesado por la canción» para usarla para otro artista, pero el «acuerdo no se materializó». Sin embargo, aseguran que el parecido entre ‘Dancing with a Stranger’ y su canción es demasiado evidente para que se trate solo de una coincidencia.
Para más inri, los demandantes defienden también que el videoclip de ‘Dancing with a Stranger’ está sospechosamente inspirado en el de ‘Dancing with Strangers’, pues ambos consisten en planos de «una mujer que baila danza interpretativa en un estudio minimalista» (Normani) junto a otros que muestran a un «intérprete masculino cantando la canción» (Sam Smith, que entonces no había salido del armario como persona no binaria). Incluso sostienen que el dossier original del vídeo de ‘Dancing with a Stranger’ aludía al concepto visual de «maniquíes que cobran vida» usado en el videoclip de 2017 pero no en el del éxito de Smith y Normani, y recuerdan que, en una entrevista de 2019, Normani y el director Vaughan Arnell mencionaron su deseo de usar «estatuas de porcelana que cobran vida» en el videoclip.
Los compositores acusan a Sam Smith, Normani y a su equipo de haberse embolsado millones gracias a su idea, y añaden que ya les ofrecieron varias oportunidades para defenderse de manera privada, por lo que consideran la demanda el último recurso que les queda para defender su integridad artística. Según Vincent y compañía, de hecho el equipo de Smith y Normani les aseguró que realizaría un análisis musicológico de ambas canciones que siguen esperando.