Sheffield, 1980: los músicos Martin Ware e Ian Craig Marshall abandonan The Human League por desavenencias creativas y montan un nuevo proyecto, Heaven 17. Durante los meses siguientes, ambas bandas pergeñan su respectivos nuevos discos con ayuda de sintetizadores y la nueva caja de ritmos Linndrum LM-1. Finalmente ‘Dare’ de The Human League gana en los charts esta silenciosa competición: el single ‘Don’t You Want Me’ se volvería un monstruoso éxito mundial y marcaría el resto de la carrera del grupo.
A la par, el ‘Penthouse and Pavement’ de Heaven 17 ofrecía un planteamiento más arty (es legendario el artwork e imagen del grupo, irónicamente caracterizados como yuppies que presentaban el grupo como una empresa) y en general unas pretensiones comerciales menos intensas, aspecto que precisamente había sido la principal razón de la escisión. Sin embargo su primer sencillo, ‘(We Don’t Need This) Fascist Groove Thang’, tendría cierto impacto. Nada que ver con el macro hit de sus ex-compañeros, pero sería Top 50 en las listas de UK a pesar de que la BBC la censuró por sus referencias políticas. Y el álbum fue Top 15 en el ‘annus mirabilis’ del tecno-pop británico.
«No necesitamos esta movida de rollo fascista» es una canción demasiado olvidada, cuando el mensaje que encierra es por desgracia más y más relevante. Nunca es un mal momento para cagarse en el fascismo, pero con el panorama actual parece un acto absolutamente necesario. La razón por la cual la canción se ha perdido en las nieblas del tiempo quizá se encuentre en que realmente no se ajusta al canon heredado de éxito ochentero: se trata, de hecho, de una fascinante pieza de pop experimental. Comenzó como un instrumental cuando Heaven 17 todavía se llamaban (durante un período muy corto) B.E.F. Durante la preparación de ‘Penthouse and Pavement’ sin embargo, decidieron recuperar la canción y escribir una letra que expresase su descontento con las llegadas al poder, respectivamente, de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, que marcarían política y económicamente toda la década de los 80 con resultados nefastos. Y decidieron hacerlo inspirados por la música negra, en concreto el estilo p-funk (Sly Stone, Funkadelic..), pero llevándolo al extremo, a unos delirantes 160 Beats Por Minuto.
Para la letra escribieron consignas antifascistas pero también frases más comunes, y las mezclaron con la técnica de recortes de William Burroughs que también había usado anteriormente David Bowie. El texto resultante lleva una fuerte carga de denuncia, pero con un punto de absurdo extrañamente divertido, que va a la par totalmente con el tono excéntrico de la canción. Martin Ware lo describió como “un bizarro híbrido de política, baile, comedia e influencia del soul negro norteamericano”.
La guinda la pondría el bajo (solo incluido) de un colaborador totalmente amateur encontrado casi por casualidad. El cantante de Heaven 17 (Glenn Gregory) trabajaba por aquel entonces en el mítico teatro The Crucible de Sheffield, y literalmente entró en una sala de actores aspirantes y preguntó “¿alguien toca el bajo?”. Increíblemente, un chico negro de 17 años levantó la mano y se lo llevó al estudio, donde le hicieron grabar el solo de bajo previsto y quedaron alucinados. Entonces le pidieron que grabara también una línea de bajo rítmica. Cuando acabó y le dijeron que había quedado genial él se extrañó y dijo que “no estaba seguro, porque el bajo no es mi instrumento principal”. Cuando le preguntaron cuál era, dijo “la guitarra”. Lo mandaron a casa a por una (recordad, Heaven 17 sólo usaba sintetizadores) y en cuestión de horas estaba grabada esa pista rítmica que suena a Nile Rodgers puesto de esteroides. Una aportación esencia la de este músico llamado John Wilson, que dotaría a las mecánicas estructuras rítmicas de la canción (repartidas en muy interesantes capas) el necesario toque sincopado del funk.
“¿Habéis oído las noticias… sobre esta movida de rollo fascista? / Hombres malvados con opiniones racistas se extienden por todo el país. / No os quedéis ahí sentados sobre vuestros culos, desatad el baile funk en cadena. / Hermanos, hermanas, disparad lo mejor que podáis / no necesitamos esta movida de rollo fascista. / La historia se volverá a repetir… punto crítico, la hora está cerca / una fuerza para contrarrestar no servirá de nada / Calienta tu culo, siento tu poder. / Hitler es la prueba de que esta movida funky no es para ti o para mi, chica. / Europa es una tierra infeliz, han tenido su rollo fascista. / Los demócratas están fuera del poder al otro lado de ese ancho océano, / Reagan es presidente electo, un dios fascista en movimiento. / Hermanos, hermanas, echad una mano / Incrementad nuestra población. / Agarrad esa movida fascista del cuello y tiradla al océano”.
Si alguna vez existió el baile protesta, esta es LA canción. Ese mismo año el NME la elegiría en el nº 4 de las mejores canciones del año 1981, pero como explicábamos con el paso de los años ha ido cayendo en una injusta oscuridad. Recientemente LCD Soundsystem pusieron su granito de arena para reivindicarla interpretándola en directo. Su cover quedó recogido en el disco ‘Electric Lady Sessions’ de 2019.
‘(We Don’t Need This) Fascist Groove Thang’ suena en la entrega nº 404 de Popcasting, el podcast de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.