Tras firmar con Sonido Muchacho, Menta lanzaron su primer EP en junio de 2020 y, para haber sido lanzado durante la pandemia, ellos mismos dicen que se sorprendieron de lo bien que funcionó. Con la espectral y singular voz de Meji («Cristina no, soy Meji»), las abrasivas guitarras de Nico Rubio y Rodrigo Godoy, el siempre presente bajo de Lucas Sierra y la punzante batería de Pedro del Pozo, Menta han ido construyendo poco a poco una base de seguidores hasta conseguir la dura tarea de lanzar su primer álbum, ‘Un Momento Extraño’, el pasado 7 de octubre. Prácticamente, un año después de haber sido grabado.
El día después de celebrar la salida de ‘Un Momento Extraño’, JENESAISPOP entrevistó a Meji y a Nico para hablar sobre cómo una cantante de flamenco pasa a cantar rock, el panorama musical madrileño y las dificultades de sacar el primer disco.
¿Cuáles son vuestras inquietudes como grupo?
Meji: «Pues pasárnoslo bien, básicamente. Hacer canciones divertidas, que le gusten a la gente, que nos guste a nosotros, principalmente, y tocar y pasárnoslo muy bien».
¿Tenéis algunos temas específicos de los que prefiráis hablar?
M: «Lo que vaya saliendo. Improvisamos bastante en el momento de componer. Lo que nos vaya saliendo en ese momento. Si uno está de resaca pues se hace un tema de resaca. Si está triste pues hacemos uno triste. Como vaya surgiendo la vida».
¿El de ‘Ibuprofeno Normon 600mg’ surgió así?
M: «Como hoy más o menos».
¿En un día como hoy?
M: «Sí (risas)».
Nico: «Nosotros lo enfocamos un poco como que es la segunda parte de ‘El apartamento’. Es un poco así. ‘El apartamento’ es como la fiesta e ‘Ibuprofeno’ es el día siguiente, el domingo. Estás ahí reventado y es un poco así. Al final yo creo que una resaca mala la hemos pasado todos, ¿no?»
M: «Hoy es un viernes muy domingo (se ríen).»
Igual que con la resaca, ¿soléis escribir cosas con las que sabéis que la gente se va a sentir identificada?
M: «No lo planeamos, pero claro, realmente todo el mundo ha sentido estos sentimientos. Creo.»
N: «Yo creo que solemos referirnos a sentimientos o situaciones tan comunes que al final es inevitable que a mucha gente le parezca familiar».
Porque sois gente normal ¿no?
N: «Claro, al final somos gente que tiene su curro, que tiene una banda aparte y nos pasan las mismas cosas que a cualquier persona de nuestra edad. Y entonces la ansiedad, la depresión y todas esas cosas que son del día a día pues nos pasan a nosotros también».
M: «La ansiedad es mi diario, ¿eh?».
¿Es cierto que comenzasteis la banda durante la pandemia?
N: «Un poquito antes, la banda empezó en junio de 2019. Justo ese verano grabamos unas maquetas así muy de garaje y muy punki y a partir de diciembre ya empezamos a hablar con Luis de Sonido Muchacho y nos comentó que estaba interesado en el proyecto y en trabajar con nosotros. En febrero grabamos, antes de firmar, y en marzo ya… todos para adentro. Así que nuestra andadura comienza en la pandemia claramente».
M: «Firmamos el contrato por correo electrónico (se ríe)».
N: «Sí, eso lo resume bastante bien».
¿No dudasteis ni un momento?
M: «Ni lo leí».
¿Alguien lo leyó?
N: «Sí hombre, claro. Yo me lo leí y se lo pasé a amigos abogados y tal, pero al final es lo que te das cuenta, ¿sabes? No estás firmando nada loco. Esto es muy de andar por casa».
M: «Y tampoco nos íbamos a ver en otra igual en la vida».
N: «Además, lo que mola de esto es que es una escena bastante sana y saludable. Entonces, no hay promesas de por medio que te puedan nublar la visión. No hay nada».
¿Entonces cuál es la propuesta de Menta para aportar al panorama, o qué os diferencia?
N: «Yo creo que tampoco somos más ni menos que nadie. Simplemente yo creo que lo que nos puede diferenciar es que somos un grupo de colegas, que lo seguimos siendo y que no vivimos de la música. Eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Las malas es que le tienes que dedicar tiempo, recursos y dinero a algo y no estás viviendo totalmente de ello».
M: «Las cosas buenas es que puedes hacer lo que te salga de los cojones».
N: «Eso es, no deja de ser un proyecto con tus colegas y no hay nada más allá. Estar en un sello como Sonido Muchacho para un grupo de nuestra talla… Es muy fácil simplemente tocar, sacar un disco de vez en cuando y poco más. Yo creo que tampoco aportamos mucho más ni menos que el resto. Simplemente nos llevamos bien e intentamos dar caña».
Entonces valoráis más la amistad que el dinero.
N: «Sí, totalmente. Igual si viéramos algo más de dinero te diríamos lo contrario, pero de momento no. Igual el año que viene si nos vuelves a entrevistar te decimos otra cosa».
¿Por qué decidisteis tener este sonido? ¿De dónde viene?
M: «No lo decidimos. Salió y ya. En ningún momento dijimos: vamos a hacer el sonido que tenemos. Que yo no sé ni que sonido es realmente. Probando y probando salió. En la vida en general tiramos mucho de la improvisación nosotros, como ahora».
N: «Sí que es verdad que en ese momento nos inspiraban las bandas de nuestro entorno. Además, nos llevamos muy bien con la mayoría de las bandas de Madrid. Te influencian y dices: quiero tener una banda como esa. No sonar igual, pero un poco del mismo rollo. Siempre nos ha molado la escena de garaje de Madrid: Los Nastys, Parrots, Hinds, cuando salió Carolina…»
«No sé quiénes son Pavement, Pixies, Smashing Pumpkins… A mí me suda la polla. A mí me gusta Canelita»
Es imposible no empaparse de ello, ¿no?
N: «Es imposible, pero tampoco me parece que sea malo. Evidentemente nos gustan grupos míticos como Pavement, Pixies, Smashing Pumpkins… Todo eso también lo escuchamos».
M: «Yo no sé quiénes son, eh. A mí me suda la polla. A mí me gusta Canelita».
N: «Igual a Smashing Pumpkins no llego, pero a algo parecido a Los Nastys podemos probar».
Compartís sello con algunos de los grupos que habéis mencionado.
N: «Sí, Hinds, Carolina Durante, El Buen Hijo…»
M: «Está guay porque luego somos todos colegas. Es bastante divertido».
Eso pasa en general con el panorama en Madrid, ¿no?. Todo el mundo se conoce.
M: «Con la endogamia nos van a salir todos los niños mongolos. Esto no lo pongas (se ríe)».
N: «Además, no quiero desvirtuar a otras ciudades, pero vas por ahí y no pasa lo mismo. Es como que la escena es mucho más cerrada…»
M: «Aquí la gente se apoya un montón y se ayuda muchísimo».
N: «Desde el primer momento que arrancamos las bandas que conocíamos se han volcado siempre con nosotros, ayudando con lo que sea. Desde prestarnos amplis, reposteo… ¿sabes? Y luego cuando estás medio establecido pues tienes el peso de decir: tengo que hacer lo mismo. Y no tiene nada que ver con ser un lameculos. Ganamos todos, porque el público es muy compartido. El público que escucha a Menta escucha Carolina y El Buen Hijo».
Meji, tu decías antes que a ti te gustaba Canelita, porque tú no siempre has cantado rock, ¿no?
M: «Yo esto no lo había cantado absolutamente nunca. De hecho, yo no había cantado nunca. O sea, yo canto flamenco de toda la vida de Dios, pero en el autobús con mis amigas volviendo de fiesta borracha, en la ducha y en las bodas, bautizos y comuniones familiares (se ríe)».
¿Y cómo pasas del flamenco a esto?
M: «Porque me dijo un colega si quería cantar y me pareció una idea perfecta. Tampoco lo pensé. De hecho, quedé con estos en plan, tenemos una banda, y no me habían escuchado cantar (se ríe). Sí que es verdad que yo siempre había querido tener una banda. Siempre no, desde que conocí a Hinds. No personalmente, sino cuando las escuché por primera vez».
¿Y congeniasteis bien al instante?
N: «Sí, por eso tiramos adelante».
M: «El día que nos conocimos compusimos ‘Ojalá te mueras’«.
N: «Yo creo que lo peor que puede haber en este mundo es compartir una banda con una persona que te cae mal. Eso sí que es un drama de la hostia. Lo guapo es ser todos colegas».
M: «Si no, luego te comes un montón de horas de furgo con alguien que te cae mal y que encima le huelen los pies».
Hoy habéis sacado vuestro primer disco, ¿estáis contentos?
N: «Muy contentos. Un poco expectantes a ver qué dice la peña. A nosotros nos flipa y nos parece que hemos dado un gran paso respecto a lo último que teníamos. Este disco es mejor que ‘não não’ y peor que lo siguiente».
¿Qué dificultades conlleva crear tu primer disco?
N: «Cada banda o artista tiene su situación. A unos le costará más, a otros menos, pero a nosotros sí que nos costó porque nos pilló en un momento chungo para todos y le tuvimos que poner mucho cariño, voluntad y mucho curro».
M: «Fuimos al estudio con el disco sin terminar de componer».
N: «Literalmente, yo creo que si no lo hubiéramos grabado en La Mina, el disco no estaría en la calle. Fue clave porque necesitas un entorno que te inspire y que te inhiba de tu día a día. Esto es arte, cultura, no es matemáticas. Es un proceso creativo en el que tienes que estar inspirado».
¿Es difícil mantener la motivación?
N: «Sí, sobre todo cuando curras 9 horas y luego tienes que ir a casa y componer un disco. Luego habrá artistas más y menos fructíferos, pero bueno. Nuestra experiencia fue dura, pero satisfactoria».
¿A qué os referís con ese “momento extraño” que mencionáis en ‘Algo incómodo’?
M: El momento por el que estábamos pasando nosotros.
«Cuando estábamos grabando el disco yo estaba pasando literalmente por la peor época de mi vida»
El momento de sacar tu primer disco…
N: «Sí, pero ya no eso. Es el momento personal. Estás sacando y componiendo un disco, pero ostia… La vida te pega dos «guayas» y estás ahí un poco tal… Y encima tienes que grabar un disco».
M: «Cuando estábamos grabando el disco yo estaba pasando literalmente por la peor época de mi vida. La peor de todas, y justo coincidió con irnos a La Mina a grabar y es como, voy a hacer lo que más me gusta del mundo estando cuando peor he estado nunca».
Tal y como decís en ‘Segunda Parte’, ¿tenéis a la suerte de vuestro lado?
M: «Tenemos una puta flor en el culo».
N: «Literalmente».
M: «Siempre estamos salvados por los pelos».
N: «Siempre en el límite, ojalá nunca se acabe. Yo creo que somos un grupo con suerte porque hemos tenido oportunidades que les gustaría a muchas bandas tener. Eso intentamos valorarlo para tomárnoslo en serio y no hacer una puta mierda. En plan, aprovechémoslo».
Ahora, a Menta les espera presentar su disco en directo. Según ellos, el aspecto que más disfrutan de tener una banda. Actuarán el 15 de octubre en Salamanca, el 21 en Madrid, el 4 de noviembre en Barcelona, el 5 en Zaragoza junto a El Buen Hijo, el 26 en Valencia y terminarán el 3 de diciembre con otro show en Madrid. Las entradas ya están a la venta.