«Ups, acabo de ser añadida a la lista federal rusa de personas más buscadas», escribía ayer Nadya Tolokonnikova de Pussy Riot en su Instagram, junto con una foto suya haciendo una peineta a la cámara. La lista en cuestión fue descubierta por Mediazona, un servicio de noticias independiente fundado por las propias Pussy Riot. Tolokonnikova se enfrenta a cargos criminales, pero la lista no especifica en qué consisten estos.
A principios de este mes, el abogado ruso por los derechos humanos Pavel Chikov declaró que Tolokonnikova había sido acusada de «ofender al sentimiento religioso». La noticia llega semanas después de que Nadya y el resto de las Pussy Riot lanzasen su última pieza de protesta, titulada «Las cenizas de Putin». Esta consistió en quemar un retrato enorme del presidente ruso para después apuñalar la tierra en la que habían caído sus cenizas.
Además, según informa Pitchfork y gracias a unos documentos legales compartidos por el equipo de Pussy Riot, Nadya está siendo investigada por algunas imágenes en su cuenta de Instagram que el gobierno ruso considera ofensivas hacia el cristianismo. En estos documentos también se menciona un NFT llamado «Virgen María, Por Favor Conviértete en Feminista», descrito como «una expresión de una obvia falta de respeto en relación a la icónica imagen de la Virgen María».
La ley que Tolokonnikova estaría rompiendo se trata de la primera parte del artículo 148 del código criminal ruso, a su vez implementado en respuesta a «Oración Punk», una performance de las Pussy Riot contra Putin llevada a cabo en 2012. Nadya pasó dos años en un campo de trabajos forzados debido a su implicación en el acto, y desde que salió ha seguido siendo crítica con Putin y el régimen ruso, organizado numerosas protestas a lo largo de la década.