Meditaciones de cine (Quentin Tarantino)
Muere un cineasta y nace un escritor. ‘The Movie Critic’ va a ser la décima y última película de Tarantino. Es lo que lleva asegurando el director desde hace más de una década. Pero, por otro lado, ha iniciado una carrera como escritor de lo más prometedora. Tras la novelización de ‘Érase una vez en Hollywood’ (Reservoir Books, 2021), llega su primer libro de cine. Y es una gozada. ‘Meditaciones de cine’ (Reservoir Books) es una mezcla de biografía cinéfila y análisis sobre las películas de los 70. Las que le gustan a Tarantino o le marcaron de alguna manera. Con las que creció y forjó su gusto cinematográfico: ‘Bullitt’, ‘Hermanas’, ‘Taxi Driver’, ‘La casa de los horrores’…
Salvo un par de capítulos dedicados a relatar su formación cinéfila y analizar el Nuevo Hollywood, los demás están centrados en hablar sobre una película en concreto. Pero a hablar como lo hace Tarantino, salpicando su torrencial y apasionado discurso con jugosas anécdotas, reveladoras referencias y eruditas opiniones. También polémicas y discutibles, como deben ser las opiniones sinceras. Algunas no te las esperas, como por ejemplo la de poner el ‘Matador’ de Almodóvar como el ejemplo a seguir para los cineastas en una época, “la horrorosa década de los ochenta”, donde el cine de Hollywood se hizo enormemente conservador. Es solo una muestra de lo que ofrece uno de los libros de cine más divertidos, ingeniosos y contagiosamente entusiastas publicados en mucho tiempo. 8,5.
El retrato de casada (Maggie O’Farrell)
¿Falleció Lucrecia a causa de unas “fiebres pútridas”, como señala la versión oficial? ¿O fue asesinada por su esposo, cansado de esperar un heredero? A partir de este hecho, de la enigmática muerte de Lucrecia, O’Farrell recrea la vida de la joven Medici. La autora demuestra nuevamente su capacidad para transmitir los pensamientos, emociones e intimidad de su protagonista por medio de una prosa cautivadora y un uso excepcional de la tercera persona. Como ficción histórica, aunque la narración se ve algo lastrada por un exceso de descripciones, funciona muy bien. La autora hace un interesante análisis social sobre el pasado, sobre la situación de la mujer en el Renacimiento italiano, con reveladores ecos en el presente. Si te gustó ‘Hamnet’, no te la pierdas. 7,5.
‘Anoxia’ (Miguel Ángel Hernández)
El resultado de esa investigación es la magnífica ‘Anoxia’. A partir de una premisa irresistible, digna de un thriller de misterio –una viuda dueña de una decadente tienda de fotografía recibe el encargo de retratar a un difunto el día de su entierro-, Miguel Ángel Hernández construye un relato sobre la fotografía como preservadora de la memoria, sobre nuestra relación con la muerte y sobre las dificultades de lidiar con el pasado, de superar un duelo. Una reflexión acerca de la vida y la muerte, sobre sentirse vivo o vivir como si estuviéramos muertos, que también incluye un comentario social: la muerte por contaminación del Mar Menor, las inundaciones ocurridas en 2019 que provocaron la muerte de miles de peces por anoxia, la falta de oxígeno en el agua. 8.
‘Warhol: La vida como arte’ (Blake Gopnik)
‘Warhol: La vida como arte’ está estructurada por medio de dos grandes líneas temáticas. La primera está centrada en desmontar los mitos que rodean al artista. El acceso a los documentos de la juventud de Warhol le ha permitido a Gopnik conocer cómo fue construyéndose su máscara: como escudo protector para su homosexualidad, como disfraz para superar su timidez e inseguridad como artista y, finalmente, como estrategia publicitaria. La segunda línea comprende el análisis de la obra de Warhol: su significación, influencia, así como la descripción de la escena (contra)cultural donde este reinó como gran gurú del pop art e impulsor del rock experimental y el cine underground. 8.
‘El asesino (The Killer)’ (Matz / Luc Jacamon)
Con motivo de este estreno, previsto para noviembre, Norma ha publicado la edición integral de ‘El asesino’. Dos volúmenes en el que se relata la historia de un solitario y letal asesino a sueldo, a lo León en ‘El profesional’ (1994), que ejecuta sus encargos con enorme meticulosidad y pasa los tiempos muertos antes de apretar el gatillo filosofando en un tono cínico y amargo (hay más reflexiones en off que diálogos, a ver cómo lo trasladan a la pantalla). Un violento neo-noir, lleno de personajes desagradables, narrado de forma muy atractiva por Matz, gracias también al dibujo de Luc Jacamon, de estilo claro salpicado por viñetas casi experimentales de gran expresividad. 7,5.