Chanel y Abraham Mateo acaban de lanzar un single conjunto, ‘Clavaíto‘, que sobre todo pretende poner a Chanel en el lugar comercial que merece, después de que su segundo single, ‘TOKE‘, no se pasara por la lista de singles española ni para saludar.
La apuesta de Sony por ‘Clavaíto’ es clara y firme: la canción es pegadiza, se suma a la moda de la bachata pero aportando algo más, su artista invitado cuenta con 5 millones de oyentes en Spotify y ha colaborado con Jennifer Lopez o Luis Fonsi, y el videoclip no ha escatimado en presupuesto.
Las cifras iniciales de ‘Clavaíto’ no son espectaculares pero tampoco decepcionantes. Ya es más de lo que se pudo decir de ‘TOKE’. ‘Clavaíto’ debutó en el número 38 de Spotify España y después, con el puente de por medio, ha estado entrando y saliendo del top 50, indecisa, pero sin alejarse demasiado de ese umbral. Hoy estaba «bubbling under» en el 53 y ahora ha vuelto a entrar en el 48.
En comparación, el recorrido de ‘TOKE’ fue débil de entrada. La canción entró en el 90 de Spotify España, después cayó al 161, aguantó un tercer día en el 197, el cuarto subió al 165 y después se desplomó del top 200 para nunca más volver. ‘TOKE’ aguantó cuatro días dentro del top 200 de Spotify España: su vinculación al Mundial de Fútbol no sirvió para nada.
Pero ‘Clavaíto’ aguanta en estos primeros días de lanzamiento en torno a los 50 primeros puestos de Spotify España, de hecho -como decimos- acaba de escalar al 48 y además lo está haciendo sin el apoyo de la playlist española más importante, Éxitos España, seguida por cerca de 3 millones de personas. El mérito es por tanto mayor.
El término «Bubbling Under» alude a la famosa lista del Billboard Hot 100 en la que aparecen esas canciones que no han entrado en el top 100 oficial pero que están a punto de hacerlo (se considera un pequeño éxito pues entrar en el Billboard Hot 100 es una tarea hercúlea). En el caso de ‘Clavaíto’ significa que el éxito de la canción se está empezando a cocer «por debajo», poco a poco, a fuego lento, sin prisa pero sin pausa. ¿Se avecina uno de los «sleepers» del verano?