Música

Ed Sheeran / –

La salida de ‘-‘ («substract» sucede a «=«, ‘÷‘, «x» y «+») encuentra a Ed Sheeran en un momento dulce. Ha ganado el juicio por plagio que le había organizado un co-autor de ‘Let’s Get It On’, y su caso va a sentar precedente. Tanto sus hijas como su esposa gozan de buena salud pese a un enorme susto. Y el cantante ha sumado otro número 1 en compañía de Max Martin con ‘Eyes Closed‘.

En cambio, los últimos años no han podido ser peores para el artista. Olvídate del juicio. Su mentor y uno de sus mejores amigos, Jamal, murió de un ataque al corazón a principios de 2022, con tan solo 31 años. A su mujer le encontraron un tumor mientras estaba embarazada de 6 meses, contra el que no podía hacerse nada hasta que diera a luz. Y también su abuela ha fallecido recientemente. «Substract» es el resultado de este periodo de angustia en lo que se definía como el álbum más oscuro de su carrera. Le pega llamarse «-» porque en casi todos los pasajes hay pocos elementos, menos que nunca: una guitarra o un piano, si acaso alguna caja de ritmos o algún arreglo de cuerda muy de fondo.

Las letras de este álbum nos hablan de momentos muy bajos: ‘Salt Water’ coquetea con el suicidio en el mar, encontrando cierta sensación de confort, de libertad «a 3 o 4 grados». ‘End of Youth’ da un dramático paso a la vida adulta con textos tan explícitos como siempre: «he estado deprimido desde que te fuiste, he intentado llenar ese vacío con vino, dejé las drogas desde que llegó ella». En otros, pelea. ‘Boat’ recibe su nombre de que asegura que «las olas no podrán romper su barco».

Hay muchos discos creados a partir del dolor y la desesperación más profunda, a partir de la enfermedad, de la pérdida de un ser querido o del miedo a la muerte. ‘Hospice’ de los Antlers, ‘Funeral’ de Arcade Fire, ‘11 de novembre‘ de Sílvia Pérez Cruz, o ‘Ghosteen’ de Nick Cave serían algunos de los más desoladores. Ed Sheeran, contra todo pronóstico, y a pesar de ser un experto en lograr la lágrima fácil, y a la sobresaliente ‘Thinking Out Loud’ me remito, ofrece aquí una colección de canciones sorprendentemente planas, inocuas, monótonas.

Por más que uno trate de empatizar con sus oraciones («¿qué puedo hacer sino rezar?», en ‘Vega’) o intentos de salir adelante «bailando con los ojos cerrados (‘Eyes Closed’), «Substract» solo aporta algo cuando deja de lado el factor acústico en favor de otra cosa. No ha hecho tan buen equipo Ed Sheeran con Aaron Dessner como su amiga en común Taylor Swift, y aquí únicamente se salvan ‘Curtains’ por su introducción de las guitarras eléctricas, ‘Colourblind’ por su caída tipo años 50 y ‘Dusty’ -un homenaje a Springfield, a la que escucha junto a su hija mayor-, por su caja de ritmos.

Demasiado a menudo ese Ed Sheeran que presume de escribir sus canciones recuerda a otras cosas. ‘Salt Water’ parece un tema de Coldplay, ‘Eyes Closed’ se puede cantar por encima de ‘Wrecking Ball’ de Miley Cyrus y ‘Life Goes On’ es un plagio, esta vez de sí mismo, por la vía de ‘Thinking Out Loud’.

Cuando es evidente que estás tan poco inspirado, lo mejor habría sido un disco de tan sólo 10 canciones sobre las que volver varias veces, y a las que coger cariño aunque solo fuera por su temática y desnudez. Pero Ed Sheeran escoge aquí una secuencia de 14 pistas y una infinidad de bonus tracks que «restan» -y mucho- en la carrera de alguien que nos ha dado tantos temazos como ‘Castle On the Hill‘ (que ya hablaba de los que se han quedado por el camino), ‘Shape of You’ o ‘Bad Habits’. Sheeran lleva años diciendo que quería hacer su ‘Nebraska’; esperemos que este no haya sido su intento.

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Publicado por
Sebas E. Alonso