Caroline Polachek sigue promocionando ‘Desire, I Want to Turn Into You‘, uno de los mejores discos de 2023. Ahora, Polachek es noticia por su incómoda entrevista con un medio australiano, que se tuerce en el momento en que el periodista Robert Moran sugiere que la presencia de Dido en el disco es irónica.
El periodista, interesado por el «humor» presente en «Desire», está convencido de que tanto Dido como las influencias new age o latinas del álbum son una especie de «broma». Caroline no está dispuesta a que se asuma que ella no se toma a Dido en serio y, después de soltar una «risa incómoda», contesta: «¡Qué insultante! Insinuar que Dido… ¡Cómo te atreves!»
Moran aclara su postura dando a entender que «la idea de Dido en los 2000» era precisamente la de una artista a la que nadie se tomaba demasiado en serio (algo que probablemente es cierto). Caroline sale en su defensa: «Los artistas que inventan los sonidos de la normalidad no suelen ser vistos por lo que son en su época. Creo que es necesario que el status quo cambie para que se pueda ver con claridad qué han contribuido esos artistas y qué han inventado».
El tono de la entrevista entre Moran y Polachek es en todo momento cordial, si bien la tensión entre entrevistador y entrevistada es evidente en el debate sobre las influencias del disco. Cuando Moran plantea a Polachek que ella parece tener interés por sonidos «malditos» que en el pasado se han considerado «de mal gusto», y que, por tanto las guitarras flamencas de ‘Sunset‘ deben ser irónicas por su parecido con el sonido de «Jam & Spoon o la Lambada», Polachek contesta tajante que «en el disco no hay ironía» y que el periodista está «intentando forzar su visión de la ironía» sobre ella. Él replica que «no estoy forzando nada, solo quiero saber», y ella explica por qué su uso de estos sonidos es sincero: «Realmente me gusta cómo suena, creo que a estas alturas todos somos seres posmodernos, y resisto toda acusación de ironía». Curiosamente, Polachek reconoce no saber qué es la ‘Lambada’.
Polachek sí parece dar la razón a Moran cuando reconoce (vagamente) que en el disco se cruza una fina línea entre el supuesto buen gusto y el supuesto mal gusto (al menos tal y como se han visto ambos históricamente), pero insiste en que su visión no es irónica y advierte cierto sesgo «masculino» en la visión del periodista, al que la música de «Desire» le parece «empalagosa», a diferencia de una periodista mujer que ha entrevistado a Polachek previamente.
