“Ha pasado mucho tiempo”, será lo primero que cante Taylor Swift cuando inaugure el nuevo Santiago Bernabéu con su Eras Tour. La frase, perteneciente a su tema ‘Miss Americana & the Heartbreak Prince’, fue la misma que la empleada por Lana Del Rey para anunciar que es cabeza de cartel en el Primavera Sound 2024. Casualidad o no, las dos pisarán España este verano. Y lo harán en días consecutivos. La primera actuará en Madrid los próximos 29 y 30 de mayo, mientras que la segunda actuará en Barcelona el siguiente 31. Cuando ambas se suban al escenario, lo harán tras no haberlo hecho en España desde hace más de media década: Swift lo hizo por primera y última vez en 2011 en un WiZink Center de 4.000 personas que no llenó; Lana Del Rey, en 2018 ante un Palacio Vistalegre de 10.000 asistentes.
En aquel entonces ninguna era la superestrella que es ahora. De hecho, poco queda de ellas en la Taylor Swift y la Lana Del Rey que posaron juntas en la alfombra roja de los últimos Grammy. Esencialmente porque, sin tener que remontarnos tan lejos, hace pocos años habría sido inimaginable que dos artistas tan opuestas pudieran estar tan conectadas musicalmente. Lana Del Rey y Taylor Swift son como la noche y el día, como el negro y el blanco. Ellas lo saben, y vistiendo esos colores se presentaron en los Grammy más importantes de su carrera. Ninguna tenía idea de cómo acabaría la gala, pero sí que eran conscientes de todo lo que había pasado para que acudieran a la misma de la mano.
Lo cierto es que el arte de ambas ha sido muy diferente desde sus inicios. Si la discografía de Swift ha destacado por la exploración de la feminidad desde un punto de vista más soñador, optimista y empoderado, relatando las complejidades del amor y capturando tanto la ilusión, el arrepentimiento y la esperanza de recuperación que brota de sus propias experiencias, la de Lana Del Rey se ha caracterizado por presentar una narrativa mucho más oscura, en la que el abuso sexual, la promiscuidad y la sutileza femenina pueden ser perfectamente compatibles con la autoconciencia y el deseo de amar y ser amado. El catálogo de cada una ha sido tan distinto que, en el mismo momento en el que los seguidores de Swift se sobresaltaban porque la cantante decía “mierda” en el tema ‘I Did Something Bad’ de su sexto disco, Del Rey seguía recibiendo acusaciones de romantizar el abuso en sus canciones (“Jim me dijo que me había pegado y se sintió como un beso”, canta en ‘Ultraviolence’ de su tercer álbum en referencia a ‘He Hit Me (Felt Like a Kiss)’).
Sin embargo, pese a sus diferencias, coinciden en que la composición ha sido la pieza clave de sus trayectorias. “Sé que no estaría aquí si no escribiera mis propias canciones”, confiesa Taylor Swift en su documental ‘Miss Americana’ (2020). La artista compuso sola su tercer trabajo discográfico tras las absurdas críticas de que no escribía sus temas. “Si hay un hombre en la habitación cuando escribes, se lleva el 50%”, declaró Lana Del Rey en una entrevista a The Guardian en 2011. Posteriormente, las dos compartirían a Jack Antonoff como colaborador recurrente en sus proyectos musicales, quien no pide créditos por trabajar en la producción de canciones que no ha escrito, como es el caso de ‘Lover’ o ‘my tears ricochet’.
Tanto la una como la otra son consideradas como dos de las grandes compositoras de este siglo, pero no lo han tenido fácil para ganarse este reconocimiento. “Con todos los temas que por fin se nos permite explorar a las mujeres, me parece patético que mi pequeña exploración lírica detallando mis papeles a veces sumisos o pasivos en mis relaciones haya provocado que la gente diga a menudo que he hecho retroceder a las mujeres cientos de años”, protestó Lana Del Rey en 2020 a través de redes sociales. Taylor Swift la había defendido unos meses antes en su discurso de Mujer de la Década en los Billboard Women In Music: “He visto cómo una de mis artistas favoritas de esta década, Lana del Rey, era criticada sin piedad al principio de su carrera y cómo se convertía poco a poco, en mi opinión, en la artista más influyente del pop”.
El halago de Swift era una de las muchas declaraciones de amor que dedicaría a Lana Del Rey en 2019. “Sus metáforas. Es poética. Está llena de cultura pop moderna y nostalgia del pasado. Cualquier cosa que saque, no solo la escucharé, sino que leeré toda la letra”, dijo la autora de ‘Fearless’ a EW. La cantante incluso hizo campaña para Lana Del Rey en su carrera por el Grammy cuando estaba nominada por ‘Norman Fucking Rockwell!’: “Su estilo vocal, sus letras y su estética han resonado y se han adaptado en todos los rincones de la música, y este año su increíble disco está nominado a Álbum del Año en los Grammy porque ella ha seguido haciendo arte. Ese es el ejemplo que debería inspirarnos a todos, que el único camino es avanzar hacia adelante. Que no debemos dejar que obstáculos como la crítica frenen las fuerzas creativas que nos impulsan”.
La inspiración que ha tomado Taylor Swift de la carrera de Lana Del Rey no debería sorprender a nadie. En tanto que Del Rey se alejaba del pop de ‘Born To Die’ (2012) para coger referencias del folk de artistas como Joni Mitchell y el Hollywood de los años 50 y 60, Swift abandonaba el country para entregarse por completo al pop con ‘1989’ (2014). Es en este disco donde vemos la primera conexión entre la música de ambas, concretamente en ‘Wildest Dreams’. La pista, que luego se convertiría en single, fue comparada con ‘Without You’ de Lana Del Rey por la similitud que se percibe entre el “Say you’ll remember me” de Taylor y el “Hello-hello, can-can you hear me?” de Lana, así como en el resto del estribillo y en la melodía.
Mucho más tarde, el arte de Taylor Swift daría un giro radical con el lanzamiento de ‘folklore’ en el verano de 2020. “Durante el confinamiento por la pandemia, mi imaginación se ha vuelto loca y este álbum es el resultado de ello, una colección de canciones e historias que fluyeron como un golpe de lucidez”, afirmaba Swift en el prólogo del disco, al que unos meses después le seguiría la publicación de su hermana ‘evermore’. El sonido, principalmente acústico y aupado en su mayoría por el piano, recordaba de forma inevitable a Lana Del Rey. Sus letras, también. Y es que los amores de la juventud que retrata en ‘Love’ (2014), canción que Swift añadiría a su playlist de preferidas en 2017, aparecerían en su clásico ‘cardigan’. “Cuando eres joven asumen que no sabes nada”, canta Taylor Swift en un tema que comienza mencionando las camisetas vintage. “Miraos, niños, con vuestra música vintage”, inicia Lana Del Rey.
No es de extrañar que, luego de haber declarado a Lana Del Rey como su letrista favorita en “empate” con Pete Wentz (Fall Out Boy), el mundo colapsara cuando Taylor Swift anunció que la única colaboración de su álbum ‘Midnights’ (2022) sería con ella en ‘Snow On The Beach’. “Insistió mucho en que participara en el disco y a mí me gustó mucho la canción. Pensé que estaba bien poder unir ese mundo, ya que Jack Antonoff y yo trabajamos juntos, como él hace con Taylor”, confesaría Lana más adelante. Pero el tema, que narra el extraño fenómeno de dos personas que se enamoran al mismo tiempo, relegaba a Lana Del Rey a los coros. “De haberlo sabido habría cantado toda la segunda estrofa como ella quería. Mi trabajo en el álbum de un gran artista es contribuir a la producción de la canción, así que me centré más en la producción”, explicó Lana Del Rey tras la “decepción” de algunos oyentes. Sin embargo, nadie lee tan bien a su audiencia como Taylor Swift, y la versión con “más Lana Del Rey” fue publicada al año siguiente: “Nos lo pedisteis y os escuchamos: Lana y yo volvimos al estudio específicamente para grabar más de Lana en ‘Snow On The Beach’. Te quiero, Lana”. En la nueva versión, la artista canta toda la segunda estrofa, aunque haya demostrado no saberse la letra de memoria.
Con sus diferencias y sus semejanzas, cada una de ellas ha demostrado que la composición es la clave de su éxito. El periodista Sam Lansky escribió sobre ello en la entrevista que realizó a Taylor Swift cuando fue nombrada Persona del Año por la revista Time en 2023. El autor destaca que Swift, a través de sus canciones, le da a un montón de personas, en su mayoría mujeres y principalmente jóvenes, el permiso para creer que las cosas que les pasan son importantes. Mujeres, adolescentes, niñas que durante años fueron condicionadas a pensar que sus emociones son intrascendentes o “cosas de chicas”, de repente tienen historias que validan sus experiencias y que les dicen que todas sus heridas son válidas.
Sin embargo, la apreciación de Sam Lanskey también puede aplicarse a Lana Del Rey. “Las mujeres me odiaban. Sé por qué. Había cosas que yo decía con las que, o bien no conectaban, o bien no podían conectar porque les preocupaba que, si se encontraban en la misma situación, las pusiera en un lugar vulnerable”, contaba la artista a Pitchfork en 2017. Ahora la situación ha cambiado y tanto Swift como Del Rey son grandes referentes. “Representan las dos personalidades que las mujeres de su generación quieren tener. Quieren ser una mezcla de las dos: dulces e inocentes con muchos amigos mientras fuman, beben y siguen pareciendo misteriosas. Quieren ser independientes de los hombres a la vez que abrazan sus emociones tristes y dejan que los hombres a los que aman tomen el control”, escribe Blake Stafford para Odissey. “Tal vez la combinación de estas dos mujeres sea la verdadera representación de las mujeres de su generación”.
Pese a que los diferentes estilos de las dos cantantes hagan que parezca una contradicción su cada vez mayor amistad, recientemente han continuado dejándose ver juntas. Una de las últimas apariciones públicas se remonta a la pasada Super Bowl, a la que ambas asistieron para apoyar a equipos diferentes. En tanto que Taylor Swift apoyaba a los Kansas City Chiefs por Travis Kelce (“Karma is the guy on the Chiefs…”), Lana Del Rey hacía lo propio con los San Francisco 49ers. De hecho, Lana llevaba una chaqueta de los 49ers cuando las cámaras la captaron saludando a Taylor desde unas gradas situadas bajo la suite de la artista. Aunque todo apuntaba a que iban a ver el partido por separado, a los pocos minutos Lana Del Rey ya estaba dentro de la suite de Swift, sin la chaqueta de los 49ers e incluso con una gorra de los Chiefs.
No obstante, la noche verdaderamente importante habría tenido lugar una semana antes. Taylor Swift buscaba hacer historia con su cuarta victoria a Álbum del Año gracias a ‘Midnights’, mientras que Lana Del Rey pretendía ganar su primer Grammy con ‘Did you know that there’s a tunnel under Ocean Blvd’ ante una industria que nunca había sabido valorarla. La gloria solo la alcanzó Taylor Swift, pero se sintió como un triunfo de ambas. Tanto fue así que Swift arrastró a Lana Del Rey al escenario para elogiarla durante su discurso de aceptación y hacerla tener su propio momento: “Muchas artistas femeninas no estarían donde están y no tendrían la inspiración que tienen si no fuera por el trabajo que ella ha hecho. Creo que es una artista de legado, una leyenda en su mejor momento ahora mismo. Tengo mucha suerte de conocerla y de ser su amiga”.
Cuando pisen España para sus inminentes conciertos, las dos cantantes lo harán sumergidas en una nueva etapa de sus carreras. Taylor Swift habrá sacado su undécimo disco, ‘The Tortured Poets Department’, con el que pone fin a los títulos cortos y, al igual que hace su amiga, se permite más libertad a la hora de ser creativa. Lana Del Rey, en cambio, estará en pleno proceso de preparación de su décimo disco, con el que viajará a los inicios de Swift y experimentará con el country. Y, mientras todo eso sucede, ambas seguirán siendo vistas por el público como el blanco y el negro. Sin embargo, si hay algo que han demostrado, es que en su conexión musical hay lugar para todos los colores.